¿Por qué el régimen de Irán está instalando mulás en puestos clave?

By Amigos españoles de Irán libre - agosto 30, 2022

 

El régimen de Irán está tomando medidas para nombrar mulás en puestos clave de poder político y económico.


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El régimen que gobierna Irán ha puesto en marcha una iniciativa destinada a instalar a miles de mulás en diversas entidades de todo el país, como un nuevo medio para imponer un control aún mayor sobre el pueblo iraní, la economía del país y la vida cotidiana. La televisión estatal afirma que este plan comenzó hace dos años, y que ha cobrado impulso recientemente. El líder supremo del régimen, Alí Jamenei, persigue diferentes objetivos con esta iniciativa, y los incentivos económicos son sólo un aspecto de un panorama más amplio.

 

Este plan prevé instalar a los mulás como "expertos y consejeros religiosos en las comisarías", y un alto funcionario ha dicho que este programa será enormemente útil para el régimen de los mulás.

 

Coincidentemente, el Majlis (parlamento) de los mulás ha presentado y aprobado el "proyecto de ley de banca islámica", y el Banco Central del régimen ha dado instrucciones para que haya "supervisores religiosos en todos los bancos". Las escuelas tendrán "mulás asesores", quienes gozarán de una importante autoridad sobre estos importantes establecimientos.

 

En Irán, bajo este régimen, los mulás son ahora incluso considerados médicos de facto y expertos en medicina. El régimen también está poniendo en marcha la "Comisión de Psicología y asesoramiento bajo las enseñanzas de la cultura religiosa e islámica", afirmando que "el objetivo es ejercer el potencial interno, buscando personal de las escuelas religiosas del régimen".


 

El pueblo iraní sabe muy bien que el régimen de los mulás lleva 43 años, desde la revolución de 1979, aplicando su régimen y entrometiéndose aún más en la vida cotidiana del pueblo, así como en todas las entidades del país. Los mulás creen que mantener su régimen intacto depende de gobernar con mano de hierro, especialmente mediante ejecuciones y torturas. Otra cara de este enfoque es recurrir a pretextos religiosos, para establecer su lugar en la vida de la gente y en todas las entidades/infraestructuras vitales del país.

 

Esta iniciativa señala el fracaso de la presidencia de Ebrahim Raisi, tras sólo un año en el cargo. Jamenei facilitó el ascenso de Raisi al poder, para asegurarse que su régimen se mantuviera unido, mientras sigue enfrentándose a la creciente disidencia en el país, y al aislamiento en el extranjero. Raisi, notoriamente conocido por su papel clave en la masacre de presos políticos de 1988, simboliza el dominio del terror de los mulás, el cual ha durado cuatro décadas. Pero ni siquiera Raisi fue capaz de materializar las esperanzas de Jamenei por reforzar su dominio del poder.

 

Raisi no sólo ha fracasado a la hora de frenar las protestas, sino que sus huecas promesas de bajar el tipo de cambio, reducir los precios, reabrir las fábricas cerradas a lo largo del país, resolver el desempleo y construir un millón de viviendas para los necesitados, han resultado ser sólo palabras, agravando aún más las protestas.



El pueblo iraní está denunciando las mentiras de Raisi en sus continuas protestas, exigiendo respuestas sobre sus promesas vacías, y denunciando la subida vertiginosa de los precios de diversos productos en el país, al punto que incluso, los medios de comunicación estatales reconocen los fracasos de Raisi.

 

"Tal vez el único logro de Raisi fue su plan de imponer normas y reglamentos sobre el hijab (pañuelo en la cabeza)", decía un artículo del diario estatal Mostaghel el 27 de julio. Y no hace falta decir que la norma del pañuelo obligatorio de los mulás, entre otras muchas medidas represivas supervisadas por Raisi, no ha hecho más que aumentar el odio entre la población iraní hacia el régimen y su proceder.

 

Esto explica por qué Jamenei, a la vista de su fracaso en la consolidación del poder, recurre ahora a nuevas tácticas, instalando a los mulás, su último y decreciente bastión de apoyo, en puestos clave, con la esperanza de mantener el control sobre las palancas del poder en Irán.

 

Pero, ¿hasta qué punto tendrá éxito la instalación de mulás en puestos clave del poder por parte del régimen? Estas medidas llegan en un momento en el que el odio al régimen de los mulás está en su punto más alto. En sus protestas diarias, el pueblo de Irán no deja de corear que "los mulás deben desaparecer", reconociendo dónde está la raíz principal de los problemas del país. La tensión en la sociedad sugiere que la última táctica de Jamenei, sólo se volverá contra su propio régimen.


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