Irán: La presidencia de Ebrahim Raisi, un año después
Un año después de que el Líder Supremo del régimen iraní, instalara a un analfabeto asesino de masas como presidente, y consolidara el poder en los tres poderes, declaró la guerra a la sociedad iraní y a la comunidad internacional. Incapaz de comprometerse con la comunidad mundial, y poco dispuesto a resolver los problemas socioeconómicos, bajo la mirada de Raisi, el pueblo de Irán se empobreció y sus protestas se radicalizaron. Por otro lado, la Resistencia iraní se fortaleció y amplió su red dentro de la agitada sociedad iraní.
Abusos de los derechos humanos:
Bajo el mandato de Raisi, los abusos contra los derechos humanos han empeorado drásticamente.
La semana pasada, varias organizaciones de derechos humanos se unieron en una campaña, para llamar la atención sobre lo que denominaron una "ola espeluznante" y una "racha" de ejecuciones en Irán.
Desde su toma de posesión, se ha ejecutado a 522 personas, lo que supone un aumento de casi el 100% en el número de ejecuciones, con respecto al año anterior.
La ejecución sin precedentes de al menos 21 mujeres y siete menores.
El 23 de julio se dio el ahorcamiento público de un preso político, el primero después de dos años.
La muerte arbitraria de al menos 100 presos.
Al menos 18.144 personas fueron detenidas, 2.000 de ellas por motivos políticos.
Cinco casos de flagelación y dos de amputación de miembros durante los dos últimos meses.
La reciente represión de las mujeres se intensificó en el marco del decreto medieval titulado "castidad y hijab".
Economía:
La tasa de inflación anual en Irán se disparó hasta el 52,5% en junio de 2022, desde el 39,3% del mes anterior, alcanzando el nivel más alto desde julio de 1995, y los precios de alimentos y bebidas no alcohólicas se incrementaron hasta un 82,6%, el máximo desde abril de 2019.
También subieron los precios de otros rubros: vivienda y servicios públicos un 31,4%, transporte, 43,1%, ocio y cultura en 31,5%, muebles y equipamiento del hogar hasta 34,7%, vestido y calzado, 48,7%, bienes y servicios diversos en 36,3% y salud hasta un 36,9%.
El bajo crecimiento, la elevada inflación y la generalización del desempleo o el subempleo, han disminuido el poder adquisitivo de muchos deciles de renta, lo que ha provocado un aumento de la desigualdad de ingresos.
La moneda iraní, el rial, se ha depreciado alrededor de un 15% frente al dólar estadounidense, desde que Raisi asumió el poder.
Un año después de iniciado el mandato de Raisi, el diario estatal Sharq escribió: "Los informes del Ministerio de Trabajo muestran que alrededor del 60% de los iraníes no tienen ingresos suficientes, ni empleos adecuados. Alrededor de 14,2 millones de iraníes tienen empleos con bajos ingresos y no están asegurados". El periódico añade: "Alrededor del 25%, es decir, una cuarta parte de la población, vive en tugurios y no tiene hogar".
Alrededor del 70% de los iraníes viven por debajo del umbral de la pobreza. Al menos 12 millones duermen con hambre cada noche.
Incluso los medios de comunicación estatales admiten el estado crítico de la sociedad. "Los precios disparados, la inflación galopante y la constante devaluación de la moneda nacional, son testimonios de la ineptitud de los funcionarios que llegaron al poder, con la promesa de resolver rápidamente los problemas de la gente. Ahora, se enfrentan a las protestas populares", escribió el 16 de junio el diario estatal Jomhuri Eslami.
Política exterior
En los primeros días de su presidencia, Ebrahim Raisi anunció que aplicaría la "política de mirar hacia Oriente", y reforzaría los lazos con los países de la región. En la práctica, a pesar de los gastos formales y de la palabrería proactiva, su aparato diplomático no logró crear nuevos vínculos, solo consiguiendo aislar aún más a Teherán.
Las múltiples reuniones celebradas en Oriente Medio, no ayudaron al régimen a impedir la formación de una nueva alianza regional contra sí mismo, y actualmente se están creando múltiples coaliciones políticas, económicas y militares, para combatir la influencia maligna de Teherán en la región.
En lugar de invertir en casa, Teherán siguió gastando su escaso capital en grupos militantes regionales, y, aun así, sus aliados en Irak y Líbano, no consiguieron asegurarse el poder en Bagdad y Beirut, así como sus apoderados en Yemen, quienes igualmente sufrieron graves reveses militares sobre el terreno. Por lo tanto, el régimen recurrió a un mayor bloqueo político, así como a ataques terroristas, con lo que se ganó la furia de los líderes regionales.
A pesar de gastar unilateralmente el capital geoestratégico, el régimen iraní no supo aprovechar la creciente animosidad entre Occidente y las potencias asiáticas, Rusia y China.
Teherán se apresuró a expresar su apoyo a la invasión de Ucrania, se ofreció a ayudar a Moscú eludiendo las sanciones internacionales, y vendió drones al ejército ruso. Pero, aun así, no consiguió solucionar el problema de la rivalidad energética con Rusia, que sigue siendo un grave obstáculo.
El régimen clerical también se esforzó, sobre todo mediante el despilfarro de la riqueza nacional, en conseguir el respaldo de China, para aliviar la presión de las sanciones internacionales. Sin embargo, volvió a fracasar en su intento de persuadir a Pekín de que se arriesgara a una pérdida internacional, por culpa de Teherán.
A pesar de la política oficial de acercamiento de Occidente hacia Teherán, debido a la falta de cooperación del régimen, y a su incapacidad para abandonar la guerra regional o incluso para dar una señal de intención de aliviar las tensiones, se impusieron más sanciones al régimen y éste quedó más aislado en los últimos 12 meses, bajo el mandato de Raisi.
Ambiciones nucleares
A pesar de las declaraciones oficiales de Teherán sobre su objetivo de reanudar las conversaciones nucleares con el P4+1, así como de negociar indirectamente sobre el alivio de las sanciones con Washington, el equipo nuclear de Ebrahim Raisi no hizo más que perder el tiempo en ocho largas rondas en Viena y Doha, prácticamente acabando con las esperanzas de una reactivación del JCPOA.
El régimen exageró en las negociaciones, pensando que podía obligar a un Washington fatigado por la guerra, a conceder todo lo que estaba en su lista de deseos. Aunque la verdad sobre el maltrecho estado de Teherán dentro y fuera del país, era demasiado visible para que Occidente se rindiera de forma unilateral, el régimen intensificó sus tácticas de extorsión mediante avances nucleares, y redujo su cooperación con el organismo de vigilancia nuclear de la ONU.
La Junta de Gobernadores del OIEA censuró al régimen iraní el 8 de junio de 2022, y Teherán espera más condenas en la próxima reunión de la Junta en septiembre. Confiando únicamente en el poder de veto de Rusia y China, dentro del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, el régimen está ahora tratando de incentivar a ambos regímenes, para que se blinden contra una posible Resolución 7 del CSNU.
Receloso de una mayor exposición o de ataques militares contra sus instalaciones nucleares, el régimen amenaza ahora abiertamente con construir ojivas nucleares. Múltiples funcionarios estatales expresan constantemente sus advertencias, y quieren transmitir el mensaje de que Teherán ya se ha unido al club nuclear, y que el mundo no tiene otra opción que rendirse al chantaje del régimen.
Respuesta del pueblo y de la resistencia:
A pesar del aumento de las ejecuciones y la represión, el pueblo iraní no se deja intimidar. Se han registrado al menos 9.630 protestas y levantamientos, 809 más que el año anterior.
Se han producido al menos 34 protestas nacionales de profesores, pensionistas y jubilados en todo Irán.
Los profesores celebraron 17 concentraciones a gran escala, en más de 100 ciudades de 31 provincias
Los jubilados salieron a la calle en todo el país en 17 ocasiones diferentes, en 20 provincias. En mayo estallaron grandes protestas en todo Irán, después de que el gobierno de Raisi recortara las subvenciones a los alimentos, lo que disparó los precios y las autoridades se prepararon para más disturbios.
En noviembre de 2021, la población de Isfahan salió a la calle en apoyo de los agricultores de la provincia, quienes habían protestado por la sequía, debida a la medida antipatriótica del régimen, de desviar el cauce del río, en favor de las industrias de la IRGC. Los manifestantes se enfrentaron a las numerosas fuerzas del régimen, que utilizaron pistolas de perdigones, cegando al menos a una docena, e hiriendo a cientos.
Las protestas en Abadan duraron varias semanas, por el derrumbe del complejo de Abadan Metropol, así como la muerte de decenas de personas a causa de la corrupción y el saqueo de los funcionarios. Las protestas se extendieron rápidamente a muchas ciudades de la provincia.
Los comerciantes del Bazar de Teherán se pusieron en huelga en junio de 2022, por el aumento de los precios y los impuestos del gobierno.
Las protestas han aumentado porque Raisi no ha abordado el deterioro de las condiciones de vida a un año de iniciado su mandato.
El pueblo iraní no ha sucumbido a la bárbara represión de las protestas pacíficas de profesores, taxistas, trabajadores, pensionistas y otros sectores sociales durante el mandato de Raisi.
Ante el aumento de las protestas y la incapacidad del régimen para contenerlas, Jamenei amenazó abiertamente a los manifestantes con una dura represión de la disidencia. El cántico más frecuente en las protestas era "muerte a Jamenei y a Raisi".
Expansión de las actividades de la resistencia iraní:
A pesar de la represión del régimen, las Unidades de Resistencia del MEK siguen expandiéndose por todo el país. Sus actividades incluyen la dirección de protestas populares, así como la destrucción de los símbolos de represión del régimen.
Durante el mandato de Raisi, estas Unidades de Resistencia han llevado a cabo al menos 2.350 actos contra los símbolos de represión del régimen en diversas ciudades, el 85% de ellos con éxito.
Durante una reciente reunión del NCRI, se mostraron vídeos de unas 5.000 Unidades de Resistencia expresando su apoyo y compromiso por un Irán libre y democrático, lo que demuestra que el número de Unidades de Resistencia que envían mensajes de apoyo, se ha quintuplicado con respecto al año pasado.
La masacre de 1988:
Después de casi tres años, la justicia sueca emitió su veredicto, condenando a cadena perpetua a uno de los autores de genocidio y crimen contra la humanidad, en la masacre de presos políticos de 1988.
Ha habido llamamientos internacionales para que también se procese a los actuales dirigentes del régimen, incluidos Jamenei y Raisi, por cometer crímenes contra la humanidad, crímenes de guerra y genocidio.
Antecedentes de Raisi:
Ebrahim Raisi asumió el cargo de presidente del régimen iraní el día 3 de agosto de 2021.
A pesar de la notoriedad de Raisi como violador de los derechos humanos, Alí Jamenei, el líder supremo del régimen, ideó su "elección" como presidente, para consolidar el poder. Además de buscar la unificación de su tambaleante régimen, la principal intención de Jamenei al elegir a Raisi era acallar las protestas, e intimidar a la inquieta sociedad para que guardara silencio mientras las crisis y las protestas populares seguían aumentando, llevando a la sociedad iraní al borde de la explosión.
Desde los 19 años, Raisi, quien carece de educación formal, actuó como interrogador y fiscal en varias prisiones iraníes, como Karaj y Hamedan, donde miles de presos políticos fueron torturados y ejecutados bajo su vigilancia.
Como miembro de la "comisión de la muerte" de Teherán, Raisi estuvo directamente implicado en la masacre de al menos 30.000 presos políticos en 1988, el 90% de los cuales eran partidarios y miembros del principal partido de la oposición, Mujahedin-e Khalq (PMOI/MEK). Ha sido apodado por la gente como el "Esbirro de 1988".
El pueblo iraní boicoteó de forma abrumadora las falsas elecciones, que registraron la menor participación de la historia, incluso con los recuentos oficiales enormemente inflados.
Conclusión:
Jamenei y su régimen están en un punto muerto, y no pueden resolver las crecientes crisis en el país y en el extranjero.
Ni Raisi, ni un arma nuclear potencial, pueden salvar al régimen porque la población inquieta no lo acepta.
La estrategia de Jamenei de utilizar a Raisi como “el viejo del saco”, ha fracasado estrepitosamente, ya que las protestas en Irán están cada vez más cerca de lograr su objetivo de un cambio de régimen por libertad y democracia. La política de Raisi ha sido un desastre en el frente económico, ya que la mala gestión, la incompetencia y la corrupción han provocado un hundimiento de la economía y una crisis medioambiental catastrófica, que incluye escasez de agua, inundaciones y otras calamidades.