Las autoridades intensifican la represión contra la perseguida fe Bahá'í en Irán

By Amigos españoles de Irán libre - agosto 13, 2022

 


Articelo funete 

Las autoridades iraníes han intensificado la presión y el acoso a los miembros de la comunidad bahá'í, una minoría religiosa perseguida desde hace tiempo, deteniendo a decenas de personas y destruyendo propiedades de miembros del grupo.

Sólo en el último mes se han registrado cientos de casos de persecución contra los bahá'ís, incluyendo detenciones, citaciones, registros y destrucción de viviendas, confiscación de tierras agrícolas, privación de educación, etc.

Iran Human Rights Monitor condena la opresión y persecución sistemática de la comunidad bahá'í en Irán, y pide a todos los defensores de los derechos humanos, y a la Relatoría Especial de la ONU, sobre la libertad de religión o creencia, que exijan responsabilidades por la supresión de las minorías religiosas por parte del régimen iraní.


Citaciones, arrestos y detenciones


El mes pasado, el régimen inició una nueva oleada de citaciones y detenciones de bahá'ís en Irán.
Simin Fahandezh, portavoz de la comunidad internacional bahá'í, declaró el 10 de agosto que, en sólo 10 días, se han registrado al menos 125 casos de represión contra bahá'ís. Subrayó que los bahá'ís fueron encarcelados, sus propiedades fueron confiscadas y se les negó la educación superior.

Al menos 65 ciudadanos bahá'ís han sido citados y detenidos en varias ciudades, desde principios de julio de 2022.

El 31 de julio de 2022, las fuerzas de seguridad allanaron los domicilios de más de 35 bahá'ís, registraron ilegalmente sus casas sin orden judicial, y detuvieron arbitrariamente al menos a seis bahá'ís, entre ellos los antiguos líderes de la comunidad Mahvash Sabet, Fariba Kamalabadi y Afif Naeimi. Los tres ya habían pasado 10 años en prisión, por sus creencias religiosas.

Los informes sobre otras detenciones incluyen a Shole Shahidi, que fue detenido el 13 de julio en la ciudad de Bojnourd, junto con sus dos hijos, Faran y Shayan Sanai.

El 1º de agosto, el Ministerio de Inteligencia iraní afirmó en un comunicado, que se había detenido a un número indeterminado de personas de la comunidad bahá'í, acusándolas de ser espías con vínculos con Israel, así como por propagar la fe bahá'í, "infiltrándose en diversos sectores educativos de todo el país, incluidos los jardines de niños".


Acoso a los bahá'ís con redadas y demolición de viviendas


El 2 de agosto, las autoridades hicieron una redada en el pueblo de Roshankuh, en la provincia de Mazandaran, en el norte de Irán, destruyendo al menos ocho casas pertenecientes a familias bahá'ís, y confiscando 20 hectáreas de sus tierras.

Alrededor de 200 agentes de seguridad e inteligencia descendieron sobre la pequeña aldea, donde los bahá'ís han vivido durante más de un siglo, según las entrevistas con un residente, familiares de los residentes y grupos de derechos. Cerraron una carretera de acceso, hicieron disparos al aire y rociaron gas pimienta a los habitantes, según los relatos.

Además de demoler las casas, las excavadoras derribaron las vallas que protegían las tierras de labranza, las cuales servían de sustento a la comunidad, según los testigos, los vídeos publicados en las redes sociales, informes emitidos por la televisión estatal y comentarios por parte de funcionarios iraníes.

Al mismo tiempo, decenas de hogares bahá'ís también han sido registrados ilegalmente en las ciudades de Teherán, Shiraz, Mashhad, Karaj, Sari y Gorgan.

En su anuncio, el Ministerio de Inteligencia iraní confirmó las redadas, pero no aportó ninguna prueba de sus afirmaciones, que se asemejan a otras declaraciones infundadas, que el gobierno pregona habitualmente para difamar a disidentes, activistas, minorías religiosas y étnicas.


Persecución de los bahá'ís en Irán


Aunque el artículo 23 de la Constitución iraní establece que "nadie puede ser molestado o perseguido por el mero hecho de tener una determinada creencia", a los seguidores de la fe se les niegan muchos derechos, como la propiedad, la igualdad de derechos de entierro y el acceso a la educación superior.

Fuentes no oficiales afirman que hay más de 300.000 personas que siguen la fe bahá'í en Irán. Sin embargo, la Constitución de la República Islámica de Irán sólo reconoce el islam, el cristianismo, el judaísmo y el zoroastrismo, pero no reconoce al bahaísmo.

Desde la Revolución Islámica de 1979 en Irán, los bahá'ís iraníes han sido perseguidos sistemáticamente como política gubernamental. Durante la primera década de esta persecución, más de 200 bahá'ís iraníes fueron asesinados o ejecutados. Cientos más fueron torturados o encarcelados, y decenas de miles perdieron sus empleos, el acceso a la educación y otros derechos, todo ello únicamente por sus creencias religiosas.

La persecución de los bahaís iraníes aún continúa, con decenas de bahaís languideciendo en las cárceles de todo Irán.

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