El Tribunal Supremo confirma la sentencia contra una mujer y dos hombres, para que estos sean cegados
El veredicto para cegar a una mujer ha pasado a la Unidad de Ejecución de Sentencias. La mujer está esperando en prisión a que se ejecute su sentencia.
El periódico estatal Hamshahri, escribió el 1 de agosto de 2022, que una mujer y dos hombres serían cegados.
Según Hamshahri, los jueces del Tribunal Supremo aprobaron la sentencia de retribución (Qesas) para una joven, proveniente de una de las ciudades de la provincia de Kermanshah. Ante la imposibilidad de ejecutar la sentencia en Kermanshah, lo hará la tercera rama de la Unidad de Ejecución de Sentencias, de la Fiscalía Penal de Teherán.
No es la primera vez que el régimen de los mulás dicta sentencias despiadadas. Los castigos crueles e inhumanos están institucionalizados en las leyes del régimen.
Los artículos 269 a 293 del tercer libro del Código Penal Islámico, describen todas las condiciones de retribución.
En mayo de 2020, la quinta sección del Tribunal Penal de la provincia de Razavi Khorasan, condenó a una mujer a la ceguera en ambos ojos. La víctima era una mujer de 30 años, identificada únicamente como F.M.
Un año de antecedentes de Ebrahim Raisi
Ebrahim Raisi, conocido como el esbirro de 1988, completó su primer año de presidencia, con un oscuro historial de violación sistemática de los derechos humanos. Bajo su mandato, el régimen ha intensificado las ejecuciones y la represión en una forma sin precedentes.
A un año de su presidencia, que comenzó el 3 de agosto, al menos 521 presos han sido ejecutados, entre ellos 22 mujeres y seis menores.
En los últimos diez días de julio, 33 presos fueron ahorcados y se reanudaron las ejecuciones públicas.
Al menos siete presos fueron asesinados bajo tortura en el último año. La mayoría de las víctimas estaban acusadas de tráfico de drogas, mientras que el CGRI y Hezbolá, controlan el comercio masivo de drogas, y el tránsito de éstas fuera de Irán.
En el mismo periodo, un preso murió a causa de una huelga de hambre, y varios presos fallecieron a causa del retraso en su tratamiento.
Otros presos, entre ellos un clérigo suní, murieron en circunstancias sospechosas. Varios presos fueron ejecutados después de soportar encarcelamientos, a veces de hasta 20 años.
Las sentencias de represalia y los castigos crueles, como la amputación de dedos y la ceguera, han aumentado desde que Ebrahim Raisi asumió el cargo.
El régimen viola el pacto internacional que firmó
El régimen clerical es uno de los firmantes del Pacto Internacional de Derechos Políticos y Civiles. Está legalmente obligado a prohibir toda forma de tortura y otros castigos crueles, inhumanos y degradantes.
La normativa para aplicar castigos físicos como la amputación en Irán, exige la presencia de un médico para evaluar y ejecutar la sentencia. Estas normas violan directamente las directrices éticas, y las normas internacionales de derechos humanos, que prohíben expresamente la participación de los profesionales de la salud en la tortura y otros malos tratos.
Castigos crueles como la ceguera son inhumanos y no se consideran justicia. La ceguera, al igual que la lapidación, la amputación y la flagelación, son formas de castigo físico prohibidas por el derecho internacional. Estos castigos no deben aplicarse a nadie, bajo ninguna circunstancia.
La Convención de las Naciones Unidas contra la Tortura y las Penas Crueles e Inhumanas, es una directriz internacional de derechos humanos para la prevención de la tortura, y otras leyes de castigos crueles e inhumanos en todo el mundo. Hasta ahora, 159 países se han adherido a esta convención, pero el régimen de Irán no se encuentra entre ellos.
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