El aumento de los daños sociales en Irán y sus consecuencias

By Amigos españoles de Irán libre - agosto 29, 2022

 


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Un desgarrador vídeo de Irán muestra a una niña vendiendo sus dibujos para ganarse la vida. Este vídeo sólo muestra un atisbo del sombrío rostro de la pobreza en Irán bajo la teocracia gobernante.  


"Casi el 60% de los iraníes están por debajo del umbral de la pobreza este año, y muchos más se encuentran en la pobreza y la miseria absolutas", escribió el 15 de agosto el diario estatal Jahan-e Sanat.  

Las calles de todo Irán están llenas de vendedores ambulantes con alto nivel de educación, niños trabajadores, hombres y mujeres pobres que buscan su comida en la basura. Estas personas son ciudadanos de uno de los países más ricos del mundo en cuanto a recursos naturales, pero la miseria es su parte, ya que el régimen despilfarra la riqueza de Irán en terrorismo y opresión, o sus funcionarios malversan miles de millones de dólares que podrían ayudar a los iraníes a tener una vida digna.  

Cada cierto tiempo, se revela un caso de corrupción. El ejemplo más reciente es el enorme caso de malversación en la empresa siderúrgica Mobarakeh, de Isfahan. Más de 5.600 millones de dólares se desvanecieron en el aire, mostrando el fraude sistemático, el soborno y la corrupción en la teocracia gobernante de Irán. Pero este no es el primer ni el último caso de corrupción.  

Con miles de millones de dólares malversados por funcionarios del régimen, ¿quién podría culpar a las sanciones de la actual crisis económica de Irán?  

"La propagación de la corrupción y la malversación de fondos debido al nepotismo sistemático, debilita los cimientos económicos del país, extiende la pobreza y aumenta el daño social. Un ladrón puede dañar a una familia, pero esos [funcionarios] corruptos dañan a la sociedad y al país", reconocía el 28 de agosto el diario estatal Etemad.  

Los problemas económicos de Irán son innegables e indefendibles. No hace falta asomarse a la penumbra, para ver lo miserable que es la vida de los iraníes. El régimen ha estado fomentando y difundiendo la pobreza, creyendo que es un método para mantener a los iraníes ocupados.  

La lágrima de cocodrilo que derraman los medios de comunicación estatales sobre los problemas de la gente, señala el miedo oculto del régimen. La creciente ira social que crece bajo la piel de la sociedad iraní, es lo que asusta a la teocracia gobernante.  

"La sociedad pronto entiende que los gobernantes no les han servido. La gente no confía en el sistema que les ha estado mintiendo. Me temo que la sociedad está marchando hacia una revolución", declaró el 26 de agosto Emad Afroogh, antiguo diputado, al diario estatal Ensaf News.  

Los funcionarios del régimen iraní sólo han hecho promesas vacías, para combatir la corrupción y resolver la crisis económica del país. Entre todos los funcionarios del régimen, Ebrahim Raisi, el actual presidente, ha estado haciendo ridículas promesas de reforma económica, y emitiendo órdenes como erradicar la pobreza en dos semanas, o construir un millón de casas en un año. Así que, ha sido apodado por los iraníes como el "Señor de las Promesas".  

"Sería bueno echar un vistazo a las promesas del gobierno. Dijeron que en un año crearían un millón de puestos de trabajo, construirían un millón de viviendas y que Internet sería tan barato que estaría al alcance de todos. Ahora bien, ¿aumentó el empleo?", se burló de las promesas de Raisi el diario estatal Arman-e Meli. "El número de permisos de construcción emitidos por los municipios debería haber alcanzado los 100.000 como media anual. Pero el año pasado llegó a 10.000, y en los seis primeros meses de este año ha disminuido en un 6,9%. Además, el Internet actual está en el estado más débil posible", escribió el periódico el 28 de agosto.  

Por otra parte, los funcionarios de la facción rival, siguen culpando de los problemas socioeconómicos a las sanciones o a algunas fuerzas invisibles. Esto se debe a que el régimen, en su totalidad, carece de soluciones.

Estos planteamientos han ido aumentando el odio del creciente clamor de los iraníes, que han ido expresando su frustración con el régimen por la falta de responsabilidad, la corrupción, la represión política y el aumento de la pobreza. Cada día, las crecientes protestas de los iraníes de todas las clases sociales, a lo largo de todo el país, son un testimonio de la inquieta sociedad iraní, y presagian otra revolución.  

Afrough advirtió a sus compañeros de otra revolución. Pero, ¿llegará la teocracia gobernante de Irán para impedir que soplen los vientos de cambio?

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