El régimen de Irán y cuatro décadas de errores

By Amigos españoles de Irán libre - agosto 28, 2022

 


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Desde la revolución de 1979 en Irán, la economía del país ha experimentado un fuerte declive. Dos factores principales desempeñan el papel principal. Uno es la corrupción institucionalizada del régimen iraní y la monopolización de la economía por parte del Cuerpo de Guardias Revolucionarias del régimen (IRGC), y el segundo es el gasto masivo del régimen en sus proyectos nucleares y de misiles.


Según los medios de comunicación del régimen, la renta per cápita de Irán, basada en la tasa de inflación global y regional real, cayó de diez mil dólares en 1979 a unos siete mil dólares en 2021, y este año ha caído aún más. Además, el poder adquisitivo de la población se ha reducido tan drásticamente que una familia en 1978 podía permitirse 74 kg de carne con su salario mínimo, pero ahora la misma familia no puede permitirse ni siquiera 20 kg. Esto demuestra lo mucho que ha disminuido el poder económico del pueblo.

Entre las absurdas afirmaciones de algunos funcionarios del régimen de que el coeficiente de Gini y la brecha de clases han disminuido, la realidad de la situación es que esto se debe a que las personas más ricas y la clase media de la sociedad se han empobrecido. Muchos de los expertos sociales del régimen han llegado a afirmar que la clase media ha sido completamente eliminada.

Al mismo tiempo, el número de personas que viven por debajo del umbral de la pobreza en Irán ha aumentado mucho en el último año y su intensidad se ha cuadruplicado.

En 1979, el veinte por ciento de la población vivía por debajo del umbral de la pobreza, mientras que tras el final de la guerra entre Irán e Irak, esta cifra aumentó hasta cerca del cuarenta por ciento. Según las inexactas estadísticas del régimen, esta cifra ha alcanzado ahora el 52 por ciento, mientras que otras cifras han demostrado que alrededor del 80 por ciento de la sociedad vive por debajo del umbral de la pobreza.

Como ejemplo, en lo que respecta al consumo de carne per cápita, en 1978 cada iraní consumía unos 16 kg de carne al año, esta cifra se redujo a 12 kg en 1988 y ahora es de sólo 6 a 7 kg.

El consumo de productos lácteos también ha disminuido en los últimos años, ya que con el aumento gradual del precio de los productos lácteos, los iraníes han consumido menos productos lácteos.

Hay que tener en cuenta que el consumo medio anual de productos lácteos en el mundo es de más de 150 kg per cápita, y la Organización Mundial de la Alimentación (FAO) sugiere que debería ser de unos 300 kg por persona en un año. En Irán, según las estadísticas del régimen, este consumo fue de sólo 70 kg per cápita el año pasado y ahora ha llegado a 50 kg.

Esto tendrá, sin duda, importantes efectos secundarios en el crecimiento de la próxima generación. El empobrecimiento de la población también ha tenido importantes efectos sociales. Paralelamente a la disminución del nivel de ingresos, ha aumentado la frecuencia de los robos, y cada vez más niños se ven obligados a robar para sobrevivir.

Lo notable de esto es que, entre el aumento de los robos, también ha cambiado el objeto de los mismos. La tendencia de los ladrones a robar bienes valiosos y protegidos, como el oro y las joyas, ha disminuido, y ahora los ladrones se centran en robar bienes de bajo precio y sin protección o menos protegidos, como teléfonos móviles, cubiertas de canales eléctricos y cables.

El rechazo a la recolección, especialmente entre los niños, ha aumentado, ya que la gente está desesperada por ganar el poco dinero que puede, mientras que las calles de las metrópolis están llenas de vendedores ambulantes y durmientes de cartón. Casi todas las familias se han visto obligadas a trabajar en diferentes lugares para poder mantener a sus miembros. En esta situación, formar una familia y tener hijos es muy arriesgado, por lo que muchos jóvenes optan por no casarse.

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