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Mensaje a la manifestación de los iraníes en Nueva York

Queridos compatriotas y simpatizantes de la Resistencia iraní,

Saludos a todos. De manera especial les felicito, porque en circunstancias en las que el pueblo de Irán, desde el Kurdistán hasta Teherán, se ha levantado contra la tiranía sedienta de sangre de Khamenei, ustedes han izado la bandera de su movimiento de protesta frente a las Naciones Unidas. Su grito hace eco de la fuerte voz del pueblo iraní contra la entrada en la ONU, de ese secuaz de la masacre de 1988.

La muerte injustificada de Mahsa Amini, que ahora es hija de todo Irán, encendió el polvorín en nuestras revueltas ciudades.

#RaisiMassMurderer of the Iranian people, does not represent them. He must be prosecuted. #UNGA#ProsecuteRaisiNow #UNGA77 pic.twitter.com/QJWoCT4znh

— Maryam Rajavi (@Maryam_Rajavi) September 21, 2022

La ya sentenciada muerte del régimen

Desde Saqqez, Sanandaj y Divandarreh, hasta Teherán, Karaj, Isfahan, Mashhad, Rasht y otras tantas ciudades de Irán, valientes manifestantes han hecho temblar los pilares del gobierno opresivo de Khamenei, con cánticos como “¡Desde el Kurdistán hasta Teherán, empapado en sangre está todo Irán!”, “¡Jamenei es un asesino, su gobierno es ilegítimo!” y “¡Muerte al opresor, ya sea Sha o mulá!”.

Nuestros valientes compatriotas en el Kurdistán se declararon en huelga general. Los estudiantes de la Universidad de Teherán, la Universidad Tecnológica Sharif, la Universidad Amir Kabir, la Universidad Melli, la Universidad Tarbiyat Modarres, la Universidad Allameh, la Universidad de las Artes y la Universidad de Isfahan, también realizan atrevidas demostraciones. Todos estos signos indican que una fuerza poderosa está incrustada en el corazón de la sociedad iraní, que está decidida a derrocar al régimen.

Los gritos de los manifestantes refuerzan las actividades en expansión y efectivas de las Unidades de Resistencia del MEK, a lo largo de todo el país, que hacen sonar la sentencia de muerte del régimen.

Los que admiten a los asesinos del pueblo iraní ante las Naciones Unidas deberían avergonzarse.

De hecho, el momento en que este asesino ingresa al edificio que se supone debe servir a las naciones del mundo, es un momento de vergüenza y desgracia para quienes apaciguan al fascismo religioso gobernante, un momento que deja cicatrices en la conciencia de la humanidad.

Ebrahim Raisi tiene manchadas las manos con la sangre de 30.000 miembros del MEK y otros presos políticos. Ha estado involucrado en el dictamen de sentencias penales de muerte durante muchos años. Como jefe del Poder Judicial de los mulás, es responsable del asesinato de 1.500 jóvenes durante el levantamiento de noviembre de 2019. El número de ejecuciones se ha duplicado durante su “mandato”.

Raisi es el asesino del pueblo iraní, no su representante. Debe ser procesado, no debe permitirse su entrada a las Naciones Unidas.

Esto es un insulto al pueblo de Irán, especialmente a las familias de las víctimas de la masacre de 1988, la familia de Mahsa Amini, así como miles de otras víctimas inocentes, quienes han sido reprimidas y torturadas.

Hoy, por temor a su inminente derrocamiento, los mulás han recurrido a una implacable ola de ejecuciones. Sin embargo, al hacerlo, cavan sus propias tumbas.

Los mulás han entrado en pánico, porque escuchan los estruendos de un volcán que está a punto de estallar.

El deseo del pueblo iraní es el enjuiciamiento de Khamenei y Raisi

El año pasado, Khamenei aceptó la vergüenza de nombrar a un notorio asesino, el secuaz de la masacre de 1988, como presidente del régimen. Quería bloquear el avance del movimiento de protesta. Trató de contener la expansión de las Unidades de Resistencia, y su escalada de actividades.

Quería frenar el deterioro de la situación política y económica del régimen, mediante un mayor belicismo terrorista, y avanzando en su programa de armas nucleares.

Pero fracasó en todos estos objetivos. Como dijo Massoud Rajavi, el líder de la Resistencia iraní: “El secuaz de la masacre de 1988, es el indicador más obvio de la era del derrocamiento”.

Hoy, Khamenei mismo está a medio camino de la muerte. El enorme odio del público hacia Ebrahim Raisi, así como la decadencia y el declive del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria, señalan el fin del régimen clerical.

Día tras día, Khamenei y Raisi arrastran a su agonizante régimen, a través de las ejecuciones mensuales de decenas de personas, la impresión mensual de billetes sin respaldo, por valor de 500 millones de dólares, multiplicando los precios y el hambre del pueblo.

Por el contrario, la lucha y el sacrificio del MEK y las Unidades de Resistencia, dan esperanza a la gente y la alientan a prepararse para el levantamiento final derrocando a los mulás.

Khomeini y los líderes actuales del régimen, no sabían que la sangre rugiente de los mártires los ahogaría algún día. No sabían que buscar justicia para las víctimas de la masacre de 1988, contribuiría al movimiento para derrocar al régimen. Su manifestación vociferante hace eco de ese deseo del pueblo iraní y la Resistencia. De hecho, quieren ver a Khamenei y Raisi procesados por la masacre de presos políticos en 1988, crímenes de lesa humanidad y genocidio.

El pueblo iraní y la Resistencia hacen un llamado a los estados miembros de la ONU, para que expulsen al régimen clerical de las Naciones Unidas, y de todos los foros internacionales.

Insto a la Asamblea General de las Naciones Unidas, en el actual período de sesiones, a tomar medidas inmediatas con respecto a los crímenes del régimen clerical contra las mujeres, especialmente los crímenes y asesinatos diarios cometidos por la patrulla de moralidad de los mulás.

Todos los gobiernos deberían basar sus relaciones con el régimen de los mulás en el cese de las ejecuciones, la represión, el asesinato de manifestantes, la destrucción de la maquinaria terrorista del régimen y la toma de rehenes. Deberían reconocer oficialmente el derecho del pueblo iraní a un cambio de régimen y el derecho de los jóvenes rebeldes de Irán, a luchar contra el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria terrorista (CGRI) del régimen.

Saludos a todos,

La victoria es suya