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Desde que Ebrahim Raisi se convirtió en presidente del régimen iraní el año pasado, las violaciones de derechos humanos y los actos de represión han aumentado, junto con el incremento de las ejecuciones en Irán.

Según las organizaciones de derechos humanos, más de 5.000 personas han sido condenadas a muerte en todo Irán. Los medios de comunicación estatales han informado que el régimen ha ejecutado recientemente a 22 personas en un periodo de dos días, el 6 y el 7 de septiembre. Doce presos fueron ejecutados el 6 de septiembre, y otros 10 fueron ahorcados el 7 de septiembre, en las cárceles de Minab, Bandar Abbas y Gohardasht.

Los esbirros del régimen también ahorcaron a un preso de 22 años, Ghafoor Nejatpour, en la prisión de Gonbad Kavoos, el 8 de septiembre.

Las familias de los presos condenados a muerte, encarcelados en su mayoría por delitos relacionados con las drogas, llevan varios días protestando frente a la judicatura del régimen, buscando impedir que éste lleve a cabo ejecuciones masivas. Se trata de un acontecimiento poco frecuente en la historia del régimen, que demuestra que el pueblo iraní está harto de la violencia patrocinada por el Estado, que se produce con la correlación de aumentar la resistencia y el descontento político en la nación.

Siempre que las autoridades del régimen temen las protestas, el número de ejecuciones aumenta. Tras las protestas nacionales de 2019, y de nuevo cuando se levantaron las restricciones por el coronavirus, el régimen aumentó el número de ejecuciones para evitar nuevas protestas.

El aumento de los precios, la falta de agua, alimentos y energía, y la decisión del régimen de cortar los subsidios a los cereales, las medicinas y la gasolina, son algunos de los factores que han obligado al régimen a sofocar las demandas del pueblo con brutalidad.

Hay que tener en cuenta que los condenados a muerte por delitos de drogas, se encuentran entre los sectores más pobres y marginados de la sociedad, que en la actualidad representan la mayor parte de la sociedad iraní, dada la terrible crisis a la que se enfrentan. Las estadísticas publicadas por el Banco Mundial muestran que la población en situación de pobreza absoluta en Irán, creció significativamente entre 2012 y 2018.

Este organismo internacional ha definido la pobreza absoluta a partir de un ingreso diario de 1,9 dólares por persona (basado en el índice de paridad de poder adquisitivo a precios constantes de 2011).

En base a esto, en 2013, la proporción de la pobreza absoluta con respecto a la población total en Irán era del 0,2%, pero esta cifra aumentó al 0,6% en 2018, siendo la última estadística publicada por el Banco Mundial. Esto significa que la pobreza absoluta en Irán se ha triplicado ahora, en comparación con el inicio del gobierno de Raisi.

Otra cuestión que ha suscitado escepticismo sobre el aumento del número de ejecuciones, es el estado de salud del líder supremo del régimen, Alí Jamenei, y los conflictos del régimen sobre su sucesor.

En los últimos años, los funcionarios del régimen han declarado a menudo que la Asamblea de Expertos, el órgano legal que selecciona al líder supremo según la Constitución, ha elaborado una lista de sus sucesores. Sin embargo, no se ha anunciado oficialmente ningún nombre.

Algunos nombres han aparecido en los medios de comunicación del régimen y en conversaciones públicas. Uno de ellos es Mojtaba Jamenei, hijo del líder supremo. En los últimos años, ha trabajado entre bastidores y ha sido la mano derecha de su padre, así como el director de las distintas organizaciones de seguridad del régimen. Más tarde se hizo menos público y dio muy pocos discursos en público. Su principal problema para convertirse en el líder supremo, es la objeción de muchos de los clérigos del régimen, que no le reconocen como líder religioso.

El siguiente candidato es el actual presidente, Ebrahim Raisi, pero debido a su notoriedad, especialmente su implicación directa en la masacre de presos políticos en 1988, se enfrentará a muchos obstáculos para convertirse en el próximo líder. Durante el último año, intentó blanquear su mala reputación como cruzado contra la corrupción, pero en cada protesta, el pueblo ha descubierto su verdadero rostro.

Otro nombre que ha aparecido muchas veces es el de Hassan Jomeini, el nieto más famoso del fundador del régimen, Ruhollah Jomeini, que aparentemente cuenta con el apoyo de muchos de los clérigos del régimen, especialmente del lado de la facción "reformista".

En lugar de un líder concreto, el siguiente candidato que podría hacerse con el control del país es la Guardia Revolucionaria del régimen (IRGC). Fundada por Jomeini y cultivada por Jamenei, esta organización es ahora la más poderosa a nivel económico, de seguridad y militar del país.

Sin embargo, tras perder a Qasem Soleimani, quien fuera eliminado por la anterior administración estadounidense en un viaje secreto a Irak, esta organización ha perdido a su principal figura para tomar el control total del país.

La conclusión del asunto nos muestra que el régimen se enfrenta a una creciente situación crítica, paralela a su desafiante caso nuclear, y a las negociaciones del JCPOA. La competencia dentro de todas las facciones del régimen, especialmente en el campo de los partidarios de la línea dura, va en aumento, y en los últimos años, Jamenei ha perdido su control sobre muchas de ellas.

De hecho, los cuchillos están fuera, y desgarrarán el régimen en partes si Jamenei muere. En la 10ª sesión de la reunión oficial del Consejo de Expertos, 30 de sus 88 miembros estuvieron ausentes.

Uno de los famosos ausentes de esta reunión fue Javadi Amoli Larijani, que tuvo un desacuerdo con la facción de Jamenei, sobre la descalificación de su hermano por el Consejo de Guardianes.

Al parecer, el tema de Mojtaba Khamenei debía tratarse en esta reunión, e informarían a Khamenei de los resultados de sus indagaciones.

A pesar de la voluntad de Jamenei, en su declaración final, el Consejo de Expertos consideró que la cuestión de la sucesión de Mojtaba Jamenei era dudosa y sin sentido, e hizo hincapié en una selección meritoria y correcta. Cabe señalar que introducir a Mojtaba como próximo líder supremo, no favorecería al régimen y probablemente inflamaría peligrosas disputas.

En los próximos meses, el régimen se enfrentará a muchas encrucijadas. La principal preocupación del régimen sobre el sucesor de Jamenei, se debe a la existencia de grupos de oposición bien organizados, el Consejo Nacional de Resistencia de Irán (CNI), así como la Organización de Muyahidines del Pueblo de Irán (PMOI/MEK).

Esta Resistencia fue el principal motivo de la elección de Jamenei como líder supremo, tras la muerte de Jomeini en 1989, y esta vez volverá a ser el principal desafío del régimen. La única diferencia principal, en comparación con aquella vez, es que ninguna de las alternativas tiene el poder de Jomeini o Jamenei, y el régimen se ha enfrentado ahora a muchas protestas a nivel nacional, y ha perdido su credibilidad y la confianza del pueblo. Esa es la verdadera razón por la que el régimen ha aumentado sus ejecuciones.