En memoria de las mujeres líderes de Ashraf, asesinadas el 1º de septiembre de 2013

La lucha del movimiento opositor iraní está dirigida por mujeres abnegadas, quienes han sacrificado todo en sus propias vidas para llevar la libertad y la democracia a su pueblo, en Irán. A lo largo de los años, estas mujeres líderes se han convertido en indispensables para la oposición iraní, en su lucha por el cambio de régimen y la democracia. Así, en cada momento crucial, se ve a las mujeres de Irán desempeñando un papel crucial de liderazgo en el movimiento.

Uno de esos momentos decisivos tuvo lugar el 1º de septiembre de 2013 en Ashraf

Ashraf representaba el espíritu y el símbolo de la lucha democrática, por el cambio de régimen en Irán. El 1º de septiembre de 2013, mientras el régimen iraní se preparaba para sentarse en la mesa de negociaciones de Ginebra, sobre su programa nuclear, unos sicarios asaltaron a los civiles desarmados, inocentes y legalmente protegidos del campamento de Ashraf, sede durante 30 años de la oposición iraní, la Organización de Muyahidines del Pueblo de Irán (PMOI/MEK), en Irak.

En este gran crimen contra la humanidad, las fuerzas especiales iraquíes y los comandos iraníes asaltaron el campamento alrededor de las 5 de la mañana, y ametrallaron a los desarmados e indefensos residentes de Ashraf.

Los asesinos tomaron a 52 de los 100 residentes que quedaban en Ashraf, y los mataron a sangre fría. Algunos fueron asesinados con las manos atadas a la espalda. Incluso los heridos que yacían en las camas de la clínica, fueron asesinados a tiros. Todos recibieron un disparo en la cabeza. Un gran crimen contra la humanidad a todas luces.

Trece mujeres encabezaban el grupo de aquellos 100 que permanecieron en Ashraf, según un acuerdo cuatripartito entre los residentes de Ashraf, Estados Unidos, las Naciones Unidas y el gobierno iraquí, para proteger las propiedades de los residentes tras su traslado a Camp Liberty. Todos ellos eran personas protegidas en virtud de la Cuarta Convención de Ginebra, y estaban clasificados como "personas de interés", quienes gozaban de "protección internacional", por el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, y habían permanecido en el campo gracias a las garantías dadas por la ONU, Estados Unidos y el gobierno iraquí.

Seis mujeres líderes fueron asesinadas, otras seis fueron secuestradas y tomadas como rehenes.

El régimen iraní pretendía asestar un golpe demoledor a su principal amenaza existencial, el PMOI/MEK, antes de las negociaciones en Ginebra, en las cuales debía renunciar a su programa de armas nucleares, a cambio del levantamiento de las agobiantes sanciones. Así pues, el cobarde ataque contra personas indefensas en Ashraf, se lanzó para eclipsar las debilidades del régimen en una coyuntura crucial.

En el aniversario de esta trágica masacre, recordemos a las grandes líderes que dieron su vida como precio por la libertad. Comprometámonos a no olvidar nunca su sacrificio. No olvidaremos ni cejaremos, hasta que llevemos a la tiranía religiosa de los mulás, sus agentes y esos mercenarios en Irak, ante los tribunales para que se enfrenten a la justicia.

Zohreh Ghaemi, de 49 años, era la vicesecretaria general de la Organización Mojahedin del Pueblo de Irán. Era la líder del campo de Ashraf el día de la masacre. Era conocida por su fuerza, autocontrol y humildad, por su tolerancia y criterio. Estuvo encarcelada durante cinco años en Irán, por sus actividades políticas en la década de 1980. En un asalto anterior al campo de Ashraf por parte de las fuerzas iraquíes en 2009, recibió un disparo en la pierna. Fue una de las principales mujeres de la Resistencia, que estaba decidida a acabar con la opresión de las mujeres en Irán. Para lograr ese objetivo, se empoderó para convertirse en líder.

Giti Givechinian, 55 años, secretaria general adjunta de la Organización Popular Mojahedin de Irán, y presidenta del Comité de Seguridad y Antiterrorismo, del Consejo Nacional de la Resistencia de Irán. Era licenciada en psicología y llevaba 34 años comprometida con la lucha. También era conocida por su espíritu de riesgo, su paciencia, su tolerancia, su fuerza y su cualificación en diversos campos.

Mitra Bagherzadeh, de 54 años, fue un alto miembro del Consejo de Liderazgo de la PMOI. Había estudiado administración y estuvo involucrada en el movimiento durante 34 años. Era originaria de Abadan, y era conocida por su resolución, determinación y fe invencible en su causa. Era la encargada del equipo que se ocupaba de los asuntos legales de Ashraf en ese momento.

Jila Tolou, de 53 años, miembro del Consejo de Dirección de la PMOI. Era de Tabriz y se había unido al movimiento como estudiante universitaria, 34 años antes. Trabajaba estrechamente con Zohreh Gha'emi, y era la encargada de las comunicaciones en Ashraf en el momento de la masacre.

Fatemeh Kamyab, de 52 años, antigua presa política de Rasht y miembro del Consejo de Dirección de la PMOI. Estuvo involucrada en el movimiento de resistencia durante 30 años. Era conocida por su abnegación y honestidad, estaba a cargo de la logística de Ashraf al momento de la masacre. Dos de sus hermanos habían sido ejecutados anteriormente por el régimen iraní.

Maryam Hosseini, de 49 años, fue presa política durante cuatro años, y miembro del Consejo de Liderazgo. Estuvo involucrada en el movimiento durante 31 años. Estaba a cargo de la protección de Ashraf cuando fue esposada y asesinada a disparos en el momento de la masacre.

El espíritu de estas mujeres líderes del PMOI/MEK, la Resistencia iraní y de sus otros 46 compañeros, quienes dieron la vida el día 1º de septiembre de 2013, sigue inspirando al pueblo de Irán en su lucha por la libertad.