Las recientes protestas en Irán son una llamada de atención para Jamenei
By Amigos españoles de Irán libre - junio 11, 2022
Según el sitio web estatal Mashregh, un funcionario bien informado de la Organización de Subsidios Específicos del régimen iraní anunció que los pagos de subsidios de subsistencia a 72 millones de personas finalizaron el 6 de junio.
Según las estadísticas, Irán tiene una población de 85 millones de habitantes. Un simple cálculo muestra que alrededor del 84,7% de la población iraní necesita ayuda financiera en forma de subsidios. Es sorprendente que estas extrañas cifras se den en un país que es uno de los más ricos del mundo y que se sabe que tiene muchos recursos naturales, incluidas las reservas de energía y sus derivados.
La realidad es que, desde la instauración del régimen de Velayat-e-Faqih, Irán ha recorrido el camino de la muerte, la desesperación, la inflación, el desempleo, el terrorismo, las amenazas nucleares, la tortura, las ejecuciones y la injusticia. Esta situación catastrófica es claramente el resultado de las promesas hechas por el fundador del régimen, Ruhollah Jomeini, en una serie de discursos antes y después del referéndum sobre el establecimiento de la República Islámica en febrero de 1979.
Servicios públicos gratuitos, viviendas para los pobres, plenos derechos para las minorías religiosas y étnicas y reducción del gasto militar fueron algunas de las promesas hechas por Jomeini en sus discursos. Sin embargo, más de cuatro décadas después, no sólo no se ha cumplido ninguna de estas promesas, sino que en muchos casos el régimen de Velayat-e-Faqih ha actuado de forma totalmente contraria a ellas.
Los mulás que gobiernan en Irán interfieren mucho en los asuntos internos de los países de la región. El entrenamiento y el apoyo financiero y militar de numerosos grupos proxy, que no tienen otra cosa que hacer que matar y saquear, ilustran este hecho.
En los últimos años, Jamenei aún disponía de reservas de divisas para pagar a estos grupos militantes, como el Hezbolá libanés y los Houthis yemeníes, pero estas reservas parecen haberse agotado, y la venta de petróleo barato a países como China no proporciona suficiente capital para seguir financiándolos.
Al igual que los gobiernos anteriores, el gabinete del actual presidente del régimen, Ebrahim Raisi, ha aumentado los impuestos y las tasas de abono de muchos servicios públicos, ha introducido permisos de construcción, ha eliminado las importaciones de materiales esenciales con aranceles gubernamentales y ha subido los precios de los productos básicos para cerrar el déficit presupuestario de su gobierno.
Esto provocó una fuerte subida del precio del pan y de otros productos básicos para el pueblo iraní. Los círculos corruptos del gobierno, encabezados por el líder supremo del régimen, Alí Jamenei, así como los ministros y otros funcionarios incompetentes, y el aumento sin precedentes de la opresión y la injusticia social, han colmado la paciencia del pueblo iraní, que está justamente indignado por la situación actual.
La reciente oleada de protestas antigubernamentales en todo el país es exactamente lo que más teme Jamenei. En un discurso pronunciado el 25 de enero de 2016, dijo que si no mantenemos la guerra fuera de nuestras fronteras, debemos combatir al enemigo aquí en Kermanshah y Hamedan, y en otras provincias. El enemigo interno al que se refería en ese momento era claramente el pueblo que se rebelaba contra el régimen y que amenazaba su existencia.
Este régimen retrógrado, basado en leyes religiosas medievales, no puede satisfacer las demandas económicas, culturales y políticas del pueblo iraní, por lo que su única solución es gobernarlo brutalmente.
La razón por la que este régimen nunca ha estado en paz en los últimos 40 años es que la guerra y la crisis se han utilizado como tapadera para una represión interna inhumana. El estado actual del gobierno es tan crítico que Haddad Adel, ex presidente del parlamento y suegro de Mojtaba Khamenei, dijo el 22 de abril de 2012: "Todo está en desorden."
Qassem Saedi, miembro del parlamento iraní, advirtió que "probablemente habrá eventos más peligrosos que los levantamientos de 2017 y de mediados de noviembre de 2019."
Estas protestas y manifestaciones ya no están relacionadas con la mala situación económica. Se han convertido en protestas políticas. Las consignas "Muerte a Jamenei", "Raisi, los mulás deben irse", "Muerte al dictador", "Vergüenza para nuestra radio y televisión", "Jamenei es un asesino y su gobierno es inútil", por nombrar algunas, se han convertido ya en cánticos habituales en las manifestaciones de todo el país. Esto es precisamente lo que ha hecho saltar las alarmas de Jamenei.
Los mulás, como siempre y como era de esperar, ven al pueblo y a su movimiento de resistencia como sus enemigos potenciales, y por ello han utilizado todo su poder militar y represivo para reprimir las recientes oleadas de protestas, y han aumentado drásticamente el número de ejecuciones que tienen lugar en las cárceles de todo Irán.
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