El avión de Teherán inmovilizado en Argentina, desvela su siniestra agenda para América Latina

By Amigos españoles de Irán libre - junio 20, 2022

 



Días después de que Argentina inmovilizara un avión iraní, y confiscara los pasaportes de sus tripulantes, las autoridades paraguayas anunciaron que el piloto era miembro de la Fuerza Quds de la Guardia Revolucionaria (IRGC). Esta información puso de manifiesto una vez más la ominosa presencia de Teherán en América Latina.


Aunque Teherán gusta de proyectarse como un pilar antiestadounidense en el nuevo orden mundial unipolar, ganar influencia y fortalecer su posición en las Américas, es algo más que una flexión de músculos políticos.


Se cree que el individuo, identificado como Gholamreza Ghasemi, es un miembro de la Fuerza extraterritorial Quds, y un pariente del actual ministro del Interior del régimen, Ahmad Vahidi, buscado por la Interpol por su papel en el atentado contra la AMIA en 1994.


Hasta ahora, las autoridades argentinas se han negado a abordar el asunto, lo que ha suscitado la preocupación por la impunidad de la que goza el régimen iraní, en materia de terrorismo y otras actividades malignas en América Latina.






El 8 de junio, las autoridades argentinas obligaron a un vuelo de Mahan Air, a aterrizar en Buenos Aires, incautando este avión de carga 747. Según Reuters, este avión de Emtrasur (empresa fantasma venezolana), fue "vendido a Venezuela por Mahan Air de Irán hace un año, de acuerdo con la aerolínea iraní".


Mientras que el gobierno argentino no confirmó oficialmente la incautación, el régimen iraní reconoció rápidamente el incidente, pero trató de distanciarse de él.


El lunes, el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores del régimen iraní, Saeed Khatibzadeh, afirmó que el avión inmovilizado, operaba para la división de carga de la aerolínea nacional venezolana Conviasa, y no pertenecía a la iraní Mahan Air. Sin embargo, reconoció que algunos miembros de la tripulación eran iraníes.


Mahan Air pertenece a la IRGC. Estados Unidos sancionó a la aerolínea en 2011, por su papel en la difusión del terrorismo y el caos en todo el mundo, y por "proporcionar apoyo financiero, material y tecnológico a la IRGC."


Según un estudio profundo, realizado por la Resistencia Iraní en 2011, "las figuras clave de esta compañía se encuentran entre los altos cargos de la Guardia Revolucionaria, y concretamente, entre los comandantes de la Fuerza Quds".


"Además de proporcionar transporte a pasajeros, las compañías aéreas iraníes desempeñan un importante papel para la injerencia de Irán en los países de la región. El uso del término 'privado' para estas compañías, es esencialmente una tapadera para dar al régimen iraní el derecho a utilizarlas para sus propios fines, incluyendo la transferencia de equipos, apoyo logístico, personal, etc.", añade el informe.


Que un miembro de la Fuerza Quds sea el piloto de un vuelo de Mahan Air no es algo nuevo. En junio de 2020, Amir Assadolahi, otro supuesto "piloto", reconoció que había trasladado en junio de 2013, a Qassem Soleimani, el comandante eliminado de la Fuerza Quds del IRGC, con "siete toneladas" de "carga prohibida" (armas), junto con 200 pasajeros a Siria.  Se declaró con orgullo miembro del IRGC y seguidor de Soleimani.


"Mientras volábamos sobre Bagdad, las fuerzas estadounidenses nos obligaron a aterrizar en el aeropuerto de Bagdad. Durante las inspecciones iraquíes y estadounidenses, le pedí a Haji Qassem que llevara el uniforme de nuestro ingeniero de vuelo [para que nadie lo reconociera]. Le perseguían", dijo, citado por la agencia de noticias semioficial Club de Jóvenes Periodistas. "Cuando los estadounidenses no pudieron encontrarlo y se marcharon, los iraquíes pidieron revisar nuestra carga. Fue un momento muy duro. Fuimos a ver la carga; abrí mi cartera y mostré los dólares al inspector iraquí; me guiñó un ojo, cogió los dólares y se fue".


La amenaza de Irán en Sudamérica debe tomarse en serio. Como el régimen de Teherán se enfrenta a más crisis internas, tiende a exportarlas al exterior, y América Latina es un destino perfecto. En los últimos años, América Latina se ha convertido en la "zona de operaciones" del régimen.


La mortal explosión de un coche en 1994, frente a la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), no se produjo de la noche a la mañana. El régimen preparó el camino, enviando a su operativo, Mohsen Rabbani, a Buenos Aires el 27 de agosto de 1983, casi once años antes del ataque a la AMIA.


Según un informe exclusivo de la Resistencia Iraní de febrero de 2022, "como líder de la mezquita at-Tauhid, Rabbani comenzó a buscar objetivos potenciales para los ataques terroristas respaldados por Irán". Durante un testimonio posterior, tres de los estudiantes de Rabbani en la mezquita at-Tauhid, comentaron que él les había dicho en 1990 que 'exportaran la revolución' y que 'todos somos Hezbolá'".


Este plan acabó con el mortífero atentado de 1994, que dejó 85 muertos.


Lamentablemente, las autoridades argentinas decidieron barrer las pruebas de este atentado terrorista bajo la alfombra, principalmente para evitar cualquier conflicto con Teherán por el asesinato del Dr. Alberto Nisman, el fiscal de los atentados contra la AMIA, que, según el Wall Street Journal, "había estado investigando un supuesto encubrimiento argentino del papel de Irán en el atentado de la AMIA".


La puesta en tierra del avión del régimen que transportaba a sus terroristas y la exigencia de responsabilidades, ofrece una oportunidad para que Argentina envíe un claro mensaje de resiliencia a Teherán. Cualquier "consideración política" y la rendición a la política de chantaje del régimen, envalentonará al mayor estado patrocinador del terrorismo, y finalmente, personas inocentes tendrán que pagar con sus vidas y tesoros.


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