Una de las peores catástrofes causadas por la corrupción del régimen iraní, fue el derrumbe de la Torre Metropol en Abadan, el 22 de mayo de 2022. Decenas de personas murieron y muchas más resultaron heridas. El régimen se ha negado a anunciar los nombres de las víctimas o el número real de heridos, mientras que muchas cifras no oficiales hablan de la muerte de más de 300 personas, principalmente trabajadores.

Este siniestro puso de manifiesto el estado crítico de inestabilidad y deterioro de los edificios en Irán. Ayer, el diario estatal Asr-e Irán, escribió que el director de ciencias médicas del régimen había ordenado la evacuación del hospital Hazrat-e Rasul, para finales de julio. Dijo que este hospital, como muchos otros del país, no es seguro, y que un evento como el colapso del Metropol es posible en muchos de ellos.

Hoy, Ahmad Vahidi, ministro del Interior del régimen, ha anunciado que el caso del derrumbe de Metropol se ha cerrado, lo que es habitual en todos aquellos que involucran situaciones de corrupción ligados al régimen.

El periódico estatal Sharq citó a Ahmad Vahidi, diciendo el martes 21 de junio que, las obras de Metropol se habían completado y que no era una cuestión crítica. Por lo tanto, el caso se cerró.

Añadió que el Metropol ya ha sido entregado a una institución, para completar la demolición del edificio y que la historia será seguida como una trama normal.

Por último, señaló que el informe de las violaciones se presentaría a la comisión que investiga estos casos, que se aclararía sus dimensiones y se informaría de ellas. Pero la experiencia demuestra que esto nunca ocurrirá, ya que los casos de corrupción más importantes del régimen, solo acumulan polvo en sus estanterías.

La tragedia se produjo por la violación de las instituciones, bajo la supervisión del ministro del interior del régimen. Decenas de personas murieron. La población sufrió grandes pérdidas, y el régimen se limitó a pronunciar discursos.

La opinión pública sigue sin estar convencida de por qué el régimen y las autoridades locales, no evacuaron el edificio aun sabiendo que era peligroso.

La gente todavía no está convencida de cómo las facciones criminales en el poder, apoyaron al propietario de este edificio, y a los intereses corruptos que llevaron a este desastre.

Nadie cree que el propietario del Metropol, Abdol Baqi, hubiera muerto como afirmó el régimen. Las familias de las víctimas no dudan de que, al igual que en las anteriores catástrofes, los autores de las mismas no sufrirán ninguna consecuencia.

El hecho es que el Metropol no es un caso, es una historia de corrupción encadenada:

- El 23 de mayo de 2022, el edificio hermano del Metropol en Abadan se derrumbó, y al menos 43 personas murieron bajo los escombros del edificio.

- El 8 de enero de 2020, un avión de línea ucraniano, que despegaba del aeropuerto Jomeini de Teherán, fue blanco de dos cohetes disparados por la Guardia Revolucionaria, lo que provocó la muerte de 176 personas a bordo. Nadie ha sido castigado por esta tragedia.

- El 6 de enero de 2018, el petrolero Sanchi con 32 tripulantes, colisionó con un barco chino y se incendió. Los 32 tripulantes del barco iraní murieron, mientras que 21 tripulantes chinos fueron rescatados. Pero nadie explicó a las familias de las víctimas por qué.

- El 19 de enero de 2017, el edificio Plasco de Teherán se incendió, matando a 16 bomberos y seis civiles. No se responsabilizó, ni se castigó a nadie.

- En noviembre de 2012, se incendió una escuela primaria de niñas en un pueblo llamado Shinabad, en Piranshahr, Azerbaiyán Occidental, dos estudiantes murieron, 12 sufrieron quemaduras graves y 29, quemaduras leves. Nunca se responsabilizó a nadie.

- El 14 de febrero de 2005, la mezquita Arg de Teherán, se incendió; 78 personas murieron en el incendio y decenas resultaron heridas. Nadie fue condenado.

- El 18 de febrero de 2004, más de 300 personas, entre ellas 20 bomberos, murieron en una explosión en el tren de Neishabour. Nadie ha sido interrogado sobre el caso.

- El 17 de marzo de 1998, un autobús que transportaba a estudiantes de la Olimpiada se estrelló, matando a siete de estos y a dos miembros del profesorado. Maryam Mirzakhani estaba entre los pasajeros del autobús.

Hay muchos otros casos que han sido archivados por los funcionarios del régimen, sin que se haya responsabilizado a nadie, y las familias de las víctimas siguen buscando justicia.