Una mirada a las condiciones de las trabajadoras en Irán

By Amigos españoles de Irán libre - mayo 01, 2022

 

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El 1 de mayo de cada año se celebra el Día Internacional de los Trabajadores. Sin embargo, este día preocupa mucho a los activistas sindicales y a las trabajadoras de Irán.

En Irán, el mercado laboral es generalmente masculino. En 2019, el número total oficial de mujeres empleadas fue de 3 millones, de las cuales 1 millón estaban desempleadas a finales de 2020, debido a enfermedades relacionadas con el Coronavirus. El sitio web estatal Jameh24.com estimó el día 13 de abril de 2021, que el desempleo femenino es 14 veces mayor que el masculino.

Sin embargo, el régimen clerical sigue haciendo cálculos erróneos. Según Omid Ali Parsa, jefe del centro de estadísticas del régimen, cualquier persona que trabaje, aunque sea una hora a la semana se contabiliza en la población activa (agencia de noticias estatal Tasnim, 17 de octubre 2016).

A pesar de sus muchos talentos, sus esfuerzos por mantenerse independientes y su capacidad para ayudar a sus familias, las mujeres iraníes son consideradas mano de obra barata. Reciben sueldos más bajos y menos prestaciones que sus homólogos masculinos. Además, las mujeres son las primeras en ser despedidas o cesadas.

A principios de 2022, los medios de comunicación informaron de noticias inquietantes sobre la expulsión generalizada de las mujeres del lugar de trabajo y del mercado laboral. Desde entonces, los despidos denunciados se han extendido a empresas, fábricas y municipios.

Mohammad Reza Mahboubfar, experto en traumas sociales, cree que la recesión inflacionaria del país y la falta de apoyo gubernamental a las mujeres, han proporcionado a los empresarios la excusa perfecta para excluir a las mujeres del mercado laboral.

Mientras tanto, el número de hogares encabezados por mujeres, que ya es alto, está aumentando. El desempleo de las mujeres se ha convertido en una crisis (Jameh24.com, 13 April 2021).



Trabajadoras ilegales en Irán


En el Día Internacional de los Trabajadores, es esencial centrarse en las condiciones de las trabajadoras de Irán, más que en las que las desempleadas. A pesar de las incoherencias y el secretismo del régimen a la hora de proporcionar información, se ha informado de que al menos 3 millones de mujeres trabajan en talleres clandestinos (agencia de noticias estatal ROKNA, 1 de agosto 2021).


El sector de servicios emplea a más mujeres que hombres. Como este tipo de trabajo requiere una labor manual intensa, las trabajadoras sufren dolores en las manos, los pies y los hombros. Además del dolor físico, estas mujeres experimentan una ansiedad constante: si se lesionan, perderán su única fuente de ingresos.


En las regiones kurdas de Irán, las mujeres tienen que llevar cargas pesadas o trabajar en la construcción para mantenerse a sí mismas y a sus familias. En las provincias fronterizas del Kurdistán, Azerbaiyán Occidental y Kermanshah es habitual que las mujeres lleven cargas pesadas.


El trabajo en los hornos es otra tarea agotadora que las mujeres tienen que hacer para ganarse la vida. Los hornos no cumplen con norma de seguridad alguna, y las trabajadoras no tienen ningún contrato, sólo acuerdos de naturaleza bastante vaga. El salario de los trabajadores oscila entre 1.000.000 y 1.500.000 IRR por día (el cual no cobran en días festivos), y el cual equivale a un rango entre los 3,9 y 5,8 USD por jornada laboral. Internacionalmente la moneda reconocida es el IRR (rial iraní), aunque internamente se maneja el toman, el cual equivale a 10 IRR.

Los turnos van desde las 7 de la mañana hasta la puesta de sol. A pesar de las largas jornadas de trabajo, las mujeres siguen sin poder mantenerse a sí mismas y a sus familias. Tienen que pagar los gastos de transporte, que son muy elevados dadas las distancias entre la ciudad y las fábricas.

"En nuestra zona no hay trabajo", dijo un trabajador de una fábrica de ladrillos. "Me obligaron a trabajar aquí. Ahora tengo una hernia de disco lumbar. Nos alojamos en los dormitorios del taller durante seis meses al año. Estamos privados de agua potable, baños e instalaciones sanitarias. Esto ha hecho que nuestros hijos enfermen", añadió.

El sitio web del Centro Nacional de Estadística y otros grandes medios de comunicación estatales, han fallado en publicar estadísticas específicas sobre las trabajadoras en los últimos años.  Sin embargo, de acuerdo con las últimas estadísticas, de las mujeres consideradas trabajadoras oficiales, 1.246 trabajan en canteras y lugares de extracción de arena y mineral de hierro (agencia estatal de noticias ISNA, 9 de febrero, 2022).



Las trabajadoras de Irán no tienen derechos


La situación de las trabajadoras en Irán no puede compararse con la de otros grupos, trabajando en condiciones difíciles y deficientes por salarios bajos, sin prestaciones ni seguro. Cerca del 80% de los trabajadores no asegurados son mujeres.


Nadie supervisa el trabajo de los trabajadores ilegales en Irán, la mayoría de ellos ganan entre 700.000 y 800.000 tomans al mes (27,3 y 31,2 USD por mes), menos del salario mínimo establecido por la legislación laboral del régimen.


La legislación laboral no se aplica en favor de las trabajadoras puesto que, mientras hay leyes “establecidas” que prohíben a las mujeres realizar trabajos difíciles y peligrosos, trabajar de noche y transportar cargas pesadas, estas son ignoradas sistemáticamente.


En un espeluznante accidente ocurrido en noviembre de 2021, una trabajadora textil, Marzieh Taherian, perdió la vida cuando una máquina de hilar le succionó la cabeza. El día anterior al trágico incidente, Marzieh se quejó de la dureza del trabajo nocturno. "Tenemos que hacer un turno de noche una vez a la semana, pero no nos atrevemos a decir nada", dijo un trabajador.


Más de la mitad de los 5 millones de mujeres que son cabeza de familia en Irán son analfabetas. El número de hogares encabezados por mujeres aumenta en unos 120.000 al año.



Esperanzas frustradas para las trabajadoras de Irán bajo el régimen de los mulás


En 2021, los trabajadores formaron varios movimientos de protesta, exigiendo mayores salarios. Sin embargo, el año no terminó cuando una enorme ola de inflación aplastó todas las esperanzas de mejorar las condiciones de los trabajadores.


Según las estadísticas oficiales, la inflación aumentó un 15% en el primer mes del nuevo año. Los trabajadores y sus familias apenas pueden llegar a fin de mes, por no hablar de las trabajadoras de Irán, que ni siquiera reciben el mínimo aprobado por el régimen.


Según datos independientes del Comité de Salarios del Centro Supremo de Asesoramiento del régimen, el coste de la subsistencia de las familias trabajadoras ha superado la barrera de los 10 millones de tomans. Para ponerlo en contexto, si las familias trabajadoras quieren tener una sola comida caliente al día, sus gastos mensuales de manutención superarán los 10 millones de tomans (agencia estatal de noticias ILNA, 26 de abril, 2022).


Cabe destacar que el límite salarial fijado por el régimen clerical para los trabajadores en 2022 es de 2,555 millones de tomans. (agencia estatal de noticias IMNA, 2 de marzo, 2022) Según esta definición, los trabajadores varones que reciben el salario mínimo deben vivir con una cuarta parte del umbral de pobreza.


En la actualidad, los medios de comunicación estatales informan de que el umbral de pobreza es de 12 millones de tomans, una cantidad que las trabajadoras iraníes nunca reciben.


Dado el estancamiento político y el colapso económico del régimen clerical, las condiciones de las trabajadoras seguirán deteriorándose. Además, con la elección de Ebrahim Raisi como presidente, un analfabeto económico al que se suele llamar el verdugo de los mulás, la situación de las trabajadoras en Irán se deteriorará cada día, y su futuro, así como cualquier perspectiva para sus familias, seguirá siendo sombrío.


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