Las protestas en curso en Irán y la cirugía económica de Raisi
Las protestas en varias ciudades iraníes entraron el martes en su séptimo día. Con lemas contra el régimen, estas manifestaciones son la expresión más amplia de una sociedad inestable. Pero… ¿Cuál es el origen de estas protestas?
Irán ha vivido varias protestas, y al menos ocho levantamientos a gran escala desde 2017. Cuando estalló el levantamiento de noviembre de 2019, en el que murieron más de 1.500 personas, el régimen y el pueblo sabían que la situación no volvería a ser la misma.
Ahora bien, si ver las actuales protestas como el resultado de la crisis económica de Irán sería superficial, ignorar estos elementos no permite apreciar de forma integral que el país está atravesando una transición socioeconómica crítica.
La nueva ronda de protestas en Irán comenzó como resultado del rápido aumento de los precios a los bienes de consumo, especialmente del pan y la pasta. Aunque los precios han seguido una tendencia al alza en los últimos años, se dispararon poco después de la eliminación del tipo de cambio preferencial por parte del gobierno de Ebrahim Raisi.
Desde 2018, el tipo de cambio preferencial era oficial en el país, correspondiente a 42.000 riales por dólar, para supuestamente importar materiales esenciales como trigo y medicamentos. No en tanto, miembros del régimen que recibían estas divisas, importaban productos a un costo más bajo, pero los vendían triplicando su precio de mercado. Los precios no bajaron significativamente, y como el régimen no tenía suficiente moneda, comenzó a imprimir billetes.
Esta impresión de billetes sin respaldo, creó mucha más liquidez que la baja tasa de producción iraní (alrededor del 3%). El gobierno de Raisi eliminó el tipo de cambio oficial después de hacer muchas fanfarrias sobre "combatir a la corrupción".
Como la tasa de liquidez de Irán era superior a su tasa de producción y empleo, la inflación se extendió, provocando un aumento constante de los precios.
Como los funcionarios del régimen sabían sin duda alguna que la supresión del tipo de cambio oficial haría subir los precios, hicieron un montón de piruetas para llevar a cabo su llamada "operación económica".
Mientras muchos economistas iraníes advirtieron que la eliminación de la tasa preferencial, conduciría a un "choque cambiario de la moneda" y haría saltar los precios, Raisi afirmó el 8 de abril que su gobierno "no creará un choque cambiario al eliminar la tasa preferencial".
Pero el aumento de los precios habla por sí mismo. Desde la eliminación de la tasa de cambio preferencial, el trigo ha incrementado su precio en un 100% respecto a hace tres años. La harina subió de 25.000 riales, a casi 170.000 por kilo, y el coste de los medicamentos se ha multiplicado por diez.
"Los subsidios encubiertos y abiertos a la economía iraní deben eliminarse en función del crecimiento de la producción, la inversión y los ingresos. La producción depende tanto del mundo exterior, que el precio del atún se duplica cuando sube el tipo de cambio del dólar", escribía el 10 de mayo el diario estatal Mostaghel.
Entonces… ¿Por qué hizo esto Raisi?
Según el diario estatal Eghtesad-e Ayandeh del 14 de mayo, el gobierno de Raisi ganaría unos 8.000 millones de dólares si eliminara el tipo de interés preferencial, fijando un tipo de cambio mucho más alto. La teocracia iraní en el poder necesita cada centavo para alimentar su maquinaria bélico-terrorista, y utilizarla como palanca en sus negociaciones con las potencias mundiales.
Además, el gobierno de Raisi está ganando miles de millones de dólares mientras los precios de los bienes de consumo siguen subiendo. "Raisi está eliminando la tasa preferencial simplemente porque su gobierno quiere beneficiarse de la diferencia de precio de cinco cuatrillones de riales [casi 17.000 millones de dólares] en los bienes de consumo. La pretensión de gastar dinero en la gente es una broma amarga", reconocía el diario Mostaghel el 10 de mayo.
Según el diario estatal Jahan-e Sanat del 14 de mayo, en cuatro días el gobierno de Raisi "sacó tres cuatrillones de riales de los bolsillos de la gente", provocando una subida de precios sin precedentes.
A la repentina subida de precios le siguieron las recientes protestas. El gobierno de Raisi prometió pagar subsidios por valor de cuatro millones de riales a los iraníes durante dos meses para calmar a la sociedad. Pero como los precios de los bienes de consumo siguen subiendo, este dinero no ayudará a los iraníes a ganarse la vida.
Además, incluso si el régimen diera a los iraníes cuatro millones de riales en subsidios, la inflación seguiría aumentando, dejando a los iraníes sin nada para satisfacer sus necesidades básicas.
Raisi se niega a decir que, si el gobierno no tiene suficientes divisas… ¿Cómo podría pagar los subsidios si no es imprimiendo billetes, lo que aumentaría la inflación?
"Según las últimas estadísticas monetarias del Banco Central, el volumen de liquidez, con un crecimiento del 39% a finales del año pasado, alcanzó los 4,8 cuatrillones de riales. En otras palabras, durante el año pasado se crearon 1,3 cuatrillones de riales de liquidez. La base monetaria también ha aumentado un 31,4% en el último año", reconocía el 10 de mayo el diario estatal Jahan-e Sanat.
El día 12 de mayo, dicho diario igualmente señalaba: "Este aumento de los precios es tan elevado que las subvenciones no podrán cubrirlo. La gente no ha utilizado este dinero, pero ve los nuevos costos, lo que les obliga a comprar pollo, huevos, aceite y productos lácteos más caros".
Hossain Raghfar, uno de los economistas del régimen, calificó el plan como "otro episodio de saqueo de la economía iraní, que el gobierno lleva a cabo para compensar el déficit presupuestario".
Sin embargo, el gobierno de Raisi no ha logrado hasta ahora engañar a los ciudadanos. El 15 de mayo, la agencia de noticias estatal IMNA, citó al ministro de Trabajo del gobierno, Hojjat Abdolmaleki, diciendo que "ha habido más de un millón de casos de protestas" en sólo cuatro días desde que se aplicó el llamado "plan de modificación de subsidios".
La "cirugía económica" de Raisi "mataría a la enferma economía iraní", según el diputado Moinoldin Saadi, citado por la agencia estatal ILNA el 14 de mayo.
De hecho, Raisi no cuenta con ninguna solución para la crisis financiera de Irán. La única tarea del "juez de la horca", es controlar a la sociedad iraní mediante la opresión, continuar despilfarrando la riqueza nacional en proyectos terroristas, misilísticos y nucleares para preservar al moribundo régimen. Su reciente "cirugía económica" y su creciente opresión son prueba de ello.
Pero las continuas y crecientes protestas dejan una pregunta sin respuesta… ¿Podrán estas maniobras salvar a Raisi y a la teocracia gobernante?
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