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Según un informe publicado en agosto de 2020 por el periódico estatal Tejarat News, aproximadamente 26,5 millones de personas, es decir, un tercio de la población iraní, vivían en la pobreza absoluta en 2020. Esto supone un aumento del 38% respecto a 2019.
El umbral de pobreza actual en Irán es de 10 millones de tomanes (370 dólares) al mes.
En marzo, el Ministro de Trabajo iraní dijo que un trabajador recibe 2,55 millones de tomans al mes (si se le paga), lo que sólo alcanza para seis días de manutención.
En septiembre, la esposa de un trabajador se suicidó porque su marido no había recibido el salario de cinco meses. Este año se han producido varios casos de suicidio entre los trabajadores iraníes a causa de los salarios impagados.
Los profesores de la escuela pública ganan unos 3 millones de tomans al mes.
Los pensionistas iraníes reciben menos de 3 millones de tomans al mes.
Una investigación realizada este mes por el Instituto de Nutrición e Industria Alimentaria ha demostrado que un tercio de los ancianos de Teherán están desnutridos.
También este mes, un experto en nutrición de la Universidad Beheshti de Teherán afirmó que el 15,4% de los niños iraníes estaban desnutridos y el 10,9% tenían un peso inferior al normal.
Y ello a pesar de que Irán tiene una de las mayores reservas de petróleo del mundo.

La riqueza del país se desperdicia en el programa nuclear de Irán, el terrorismo y el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica.
¿A dónde va el dinero?
Régimen sirio: 15.000 millones de dólares al año
Milicias proiraníes en Irak: 150 millones de dólares al año
Hezbolá: de 700 a 800 millones de dólares al año
Hamás y PIJ: 100 millones de dólares al año
(Estadísticas FDD 2018)
En 2019, la embajada de Estados Unidos en Bagdad estimó la riqueza del líder supremo de Irán, Jamenei, en unos 200.000 millones de dólares.