El iraní Amir Abdollahian visita el Líbano y "continúa el camino" de Qassem Soleimani
 
El
 nuevo ministro de Asuntos Exteriores de Irán, Hossain Amir Abdollahian,
 visitó Líbano la semana pasada. Sus declaraciones durante el viaje 
subrayaron una vez más cómo se desarrollarán las actividades terroristas
 de Irán bajo la administración de Ebrahim Raisi, alias el "Juez de la 
Horca".
Amir Abdollahian se reunió por primera vez con Hassan 
Nasrallah, el líder de Hezbolá, el grupo terrorista apoderado de 
Teherán. Muchos medios de comunicación libaneses señalaron que esta 
visita demuestra una vez más que el belicismo y la propagación del 
terrorismo son la principal prioridad del régimen.
Esto se 
confirmó cuando Amir Abdollahian visitó la tumba de Imad-Al-Mughniyeh, 
el comandante en jefe de Hezbolá eliminado, y decenas de familias de 
milicianos asesinados. Amir Abdollahian se presentaba con orgullo como 
un "agente de campo" que mantenía estrechas relaciones con el principal 
terrorista del régimen, Qassem Soleimani. En una reunión entre los 
miembros del Majlis y los candidatos a los ministerios de Asuntos 
Exteriores, Interior y Sanidad, Amir Abdollahian subrayó que 
"continuaría el camino de Soleimani".
 
Esto significa un mayor 
apoyo a las actividades terroristas, ya que Soleimani, que era el jefe 
de la Fuerza Quds extraterritorial, era responsable de la difusión del 
terrorismo a través de los grupos proxy del régimen. Amir Abdollahian 
subrayó que Teherán seguirá enviando productos petrolíferos a Líbano. 
Líbano se enfrenta a varias crisis económicas y políticas, entre ellas 
la escasez de combustible. El régimen iraní está utilizando esta 
situación para seguir financiando a Hezbolá.
En los últimos 
meses, ha enviado importantes productos petrolíferos a Líbano. Desde 
agosto, Hezbolá ha estado coordinando estas entregas de combustible 
mientras la escasez se extiende en medio de una crisis económica, a 
pesar de las sanciones de Estados Unidos a las ventas de petróleo de 
Teherán. Esta situación podría tener graves repercusiones tanto para 
Beirut como para el Líbano. Amir Abdollahian también subrayó que Teherán
 está dispuesto a construir centrales eléctricas en Líbano y a 
proporcionar otras ayudas al país.
Las declaraciones se producen 
en un momento en que los iraníes venden sus órganos vitales a mafias de este tráfico humano de órganos para ganarse la vida
 y luchan por llegar a fin de mes. Más de 450.000 personas han muerto 
como consecuencia de la epidemia de Covid-19 y la negligencia del 
régimen. En verano, miles de iraníes que se encontraban en unidades de 
cuidados intensivos murieron a causa de los recurrentes cortes de 
electricidad.
Al referirse a la intención del régimen de 
construir centrales eléctricas en Líbano, el periódico estatal Barkat 
News escribió en septiembre: "Estos gastos salen del bolsillo del pueblo
 iraní, mientras que los apagones generalizados han causado graves 
problemas para su vida y bienestar."
Teherán sigue financiando a
 los grupos terroristas mientras la crisis económica y social de Irán 
aumenta la resignación social. Pero el régimen sigue financiando grupos 
terroristas como parte de su estrategia para exportar las crisis 
internas al extranjero. Como ha subrayado el líder supremo del régimen, 
Alí Khamenei, si "no luchan en Siria", deberán enfrentarse "al enemigo en
 las calles de Teherán". Los altos cargos del régimen siempre han 
descrito el Líbano, Irak y Siria como su "profundidad estratégica".
El
 envío continuo de combustible a Líbano por parte de Hezbolá forma parte
 de la estrategia del régimen para exportar el terrorismo. Desde el 
comienzo del colapso económico en Líbano, la población local ha 
organizado decenas de manifestaciones. En estas protestas, los 
residentes acusan a Hezbolá de ser "responsable de las múltiples y 
devastadoras crisis que han azotado al país, incluido el dramático 
colapso de la moneda y la grave escasez de medicinas y combustible", 
según informó Associated Press el 1 de septiembre. En los últimos meses,
 la población ha incendiado muchos cargamentos de combustible, mostrando
 su odio al régimen y a su grupo terrorista impuesto, Hezbolá.
Incluso
 el primer ministro libanés, Najib Mikati, dijo que los envíos de 
Teherán eran una violación de la soberanía de su país. El diario 
Al-Akhbarieh informó de que Líbano no podría resistir las posibles 
sanciones de Estados Unidos. El régimen necesita apoyar al muy impopular
 Hezbolá en Líbano, ya que el grupo terrorista ha sido el brazo armado 
de Teherán en la guerra de Siria y otros conflictos regionales.
Independientemente
 de sus disputas entre facciones, los funcionarios del régimen siempre 
han apoyado la exportación del terrorismo. Amir Abdollahian había 
reconocido que adquirió gran parte de su experiencia cuando "cooperó con
 Soleimani en el ámbito de la política exterior". Su predecesor, el 
llamado "moderado" Mohammad Javad Zarif, reconoció que el Ministerio de 
Asuntos Exteriores del régimen tenía una "estructura de seguridad". El 
diplomático de Zarif, Assadollah Assadi, fue detenido en 2018 cuando 
intentaba poner una bomba en el mitin de la oposición en Francia.
El
 ex presidente del régimen, Hassan Rouhani, también reconoció el 8 de 
abril que "el frente y la diplomacia son dos brazos" del régimen. "Si 
alguien cree que la primera línea o las negociaciones deben ganar, debo 
decir que sus palabras son incorrectas", añadió. Mientras el régimen de 
los mulás siga en el poder, la comunidad internacional debe esperar que 
Teherán intensifique sus actividades malvadas y delictivas, sean en forma de violaciones de 
DDHH a los ciudadanos iraníes, o a través del terrorismo, etc..
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