Informe mensual de junio de 2022, Iran Human Rights Monitor
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En junio de 2022 se produjo un asombroso número de ejecuciones y violaciones de derechos humanos en Irán, en consonancia con el creciente descontento y la extensión de las protestas populares.
El régimen iraní también ha intensificado la represión para reprimir a la sociedad, ya enfadada por las dificultades económicas.
El mes pasado, el régimen iraní emprendió una violenta represión contra la sociedad civil de Irán, que incluyó a miembros de sindicatos de trabajadores y profesores detenidos, por protestar contra sus bajos salarios y malas condiciones de trabajo.
Antes de las protestas generalizadas de los profesores, que tuvieron lugar a finales de junio, fueron detenidos más de 230, decenas fueron citados por las fuerzas de seguridad o el sistema judicial, y se registraron los domicilios de varios sindicalistas y profesores.
Las fuerzas de seguridad detuvieron a decenas de profesores los días 15 y 16 de junio, para impedir la cuarta concentración nacional de docentes, en protesta por la continua detención de miembros de asociaciones de maestros en varias ciudades.
A pesar de la detención generalizada de educadores y de la fuerte presencia de las fuerzas de seguridad, los profesores salieron a la calle en diferentes ciudades. Pidieron la liberación de sus compañeros encarcelados.
El 17 de junio, el Consejo de Coordinación del Sindicato de Profesores de Irán declaró en su canal de Telegram que, 60 profesores de Shiraz, unos 30 de la provincia del Kurdistán, 10 más de Qazvin, seis de Rasht y tres de Jomeini-Shahr, fueron detenidos durante una manifestación nacional celebrada el 16 de mayo.
En un comunicado, el Consejo de Coordinación del Sindicato de Profesores de Irán, subrayó que las políticas del régimen no han hecho más que agravar la pobreza, empujando a los profesores de clase media hacia las clases bajas. Las políticas del régimen han provocado tasas de inflación sin precedentes, y un aumento vertiginoso de los precios de los productos básicos. Mientras tanto, los profesores y otros sectores de la sociedad, no han visto ningún cambio en sus salarios.
"Los empleados públicos, los trabajadores, los profesores y los pensionistas, no pueden contrarrestar los efectos de la inflación desbocada, y cada día su poder adquisitivo disminuye, sus mesas de comida se reducen, y no tienen más remedio que exigir sus derechos alzando la voz en las calles", dice el comunicado. "Es decepcionante que las autoridades respondan con violencia, en lugar de escuchar la voz del pueblo harto. No creen que el pueblo esté harto de la pobreza y la discriminación".
Este informe, del Observatorio de los Derechos Humanos de Irán, aborda algunos aspectos de la realidad, de la violación generalizada de los derechos humanos en Irán, durante junio de 2022.
Ejecuciones:
En junio de 2022, al menos 86 presos fueron ejecutados en distintas cárceles del país.
Entre ellos, 51 presos fueron ejecutados por cargos de asesinato, 23 por cargos relacionados con estupefacientes, 9 por cargos de violación y dos por el cargo de moharebeh. Una mujer fue ejecutada en la prisión central de Zahedan por asesinato.
Un hombre que tenía menos de 18 años en el momento de su detención se encuentra entre los ejecutados.
Iran Human Rights Monitor publicó un informe separado sobre las ejecuciones en Irán durante junio de 2022, esto junto con una lista de todos los ejecutados este mes.
Presos
En junio de 2022, continuó el acoso y la persecución a los presos.
Presos en huelga de hambre
A pesar de todos los problemas físicos que la huelga de hambre supone para los presos, éstos no tienen más remedio que hacerla como último recurso, para conseguir sus legítimas reivindicaciones.
Eskandar Lotfi, miembro de la junta directiva de la Asociación de Profesores de Marivan, detenido por la Agencia de Inteligencia en Sanandaj, al oeste de Irán, se puso en huelga de hambre el 30 de mayo. Esto como respuesta a la renovación de su orden de detención por parte de las autoridades, y a las presiones para que hiciera confesiones falsas.
Diez docentes detenidos en la Prisión Central de Saqez desde el 15 de junio, se pusieron en huelga de hambre el domingo, para protestar contra la continuación de su detención ilegal, así como la falta de tratamiento de sus casos por parte de las autoridades. Según la Asociación Profesional de Profesores de Irán, los profesores en huelga son: Khaled Abdollahi, Soleiman Abdi, Ahmad Ghaderi, Amanj Amini, Zahed Moradi, Esmail Reihani, Hessam Khakpour, Taher Hamedi, Mohsen Shokuhi y Hassan Rahimian.
El preso político de Ahwazi, Nazem Barihi, se puso en huelga de hambre el 30 de mayo, para protestar por su encarcelamiento sin juicio.
Arkan Palani Jaf, preso suní encarcelado en la prisión de Rajai Shahr, en Karaj, se puso en huelga de hambre el viernes 10 de junio, para protestar por la falta de atención médica y la oposición de los funcionarios de prisiones a enviarle de permiso y libertad condicional.
Reza Shahabi, miembro de la junta directiva del Sindicato de Trabajadores de Autobuses de Teherán, lleva en huelga de hambre desde el 13 de junio, protestando por la continuidad de su detención. Reza Shahabi fue detenido en su domicilio el 10 de mayo, por agentes del Ministerio de Inteligencia, poco después de que pidiera públicamente a las autoridades, que investigaran las amenazas de muerte contra él y su familia.
Keyvan Rashuzadeh, preso político de la cárcel de Urmia, inició una huelga de hambre el 13 de junio después de que los funcionarios de la prisión no accedieran a enviarle de permiso.
Mohammad Ali Zahmatkesh, activista del sindicato de profesores, inició una huelga de hambre el 22 de junio, en protesta por su detención ilegal.
Privaciones de los presos
La presa política Fariba Asadi, encarcelada en la prisión de Qarchak, en Varamin, se ve privada de atención médica adecuada en un hospital, a pesar de su mal estado físico. Sufre problemas cardíacos, enfermedades renales y reumatismo.
El preso político Mehdi Maskin Nawaz, recluido en la prisión de Rajai Shahr, en Karaj, se ve privado de atención médica adecuada a pesar de su mal estado físico. Tiene fuertes dolores en el cuello, zona lumbar de la columna, así como en el menisco y la rótula de la rodilla.
A Reza Mehregan, activista civil encarcelado en la prisión de Evin, se le impide ser enviado a un hospital fuera de la prisión, debido a su enfermedad cardíaca y sanguínea por la oposición a su traslado.
Malos tratos a los presos
La presa política Soada Khadirzadeh dio a luz a su bebé tras dos semanas de retraso. La esposaron a la cama después de someterla a una cesárea para dar a luz.
Mientras su familia no tenía información sobre su estado de salud, Soada permaneció en prisión hasta tres horas antes de dar a luz. El parto se había retrasado dos semanas. Las piernas y los brazos de Soada se habían hinchado, y la salud del bebé corría peligro.
Finalmente, el lunes 20 de junio de 2022, a las 5:00 de la mañana, Soada Khadirzadeh fue trasladada a un centro médico de Urmia, para dar a luz a su bebé mediante una operación de cesárea. Estaba sola en el momento del parto.
Soada fue devuelta al pabellón de mujeres de la Prisión Central de Urmia esa misma tarde, después de la cesárea, sin haber completado su tratamiento. Está recluida en condiciones inferiores en la prisión.
Los funcionarios judiciales habían acordado permitir a la Sra. Khadirzadeh completar su tratamiento y una recuperación parcial, así como permitir que las condiciones de su bebé se estabilizaran en el hospital. Sin embargo, los servicios de seguridad trasladaron a la Sra. Khadirzadeh a la Prisión Central de Urmia sin informar a su familia y a su abogado.
A Soada Khadirzadeh se le negó el acceso a su familia durante las 10 horas que estuvo hospitalizada. Sólo una vez habló con sus familiares por teléfono.
Una fuente bien informada de la prisión de Urmia, dijo sobre esta presa política que "los guardias de la prisión habían atado a Soada de manos y pies a su cama durante las 10 horas que estuvo en el hospital. Sólo le desataron las manos y los pies tras las repetidas protestas del personal del hospital".
Persecución de minorías religiosas Bahais
Bahais
El veredicto, emitido por el Tribunal Revolucionario de la ciudad sureña de Shiraz, está relacionado con una serie de detenciones de bahaíes, entre julio y diciembre de 2016. Varios problemas no especificados en el caso, habían prolongado el proceso durante seis años.
Un ciudadano bahá'í, llamado Fardin Nadafian Ghamsari, ingresó a la prisión de Evin el 19 de junio, para cumplir su condena. Fue condenado a un año de prisión por el Tribunal Revolucionario de Teherán. Su sentencia fue confirmada por la Sección 36 del Tribunal de Apelación de Teherán. La ciudadana bahá'í, Hayedeh Ram, fue detenida por las fuerzas de seguridad el 17 de junio y trasladada a la prisión de Adelabad, en Shiraz, para cumplir su condena.
Otros cinco bahá'ís, Borhan Esmaili, Maryam Bashir, Faranak Sheikhi, Mino Bashir y Dorna Esmaili, quienes fueron condenados a más de 64 años de prisión, en un caso conjunto con Hayedeh Ram, recibieron una notificación para cumplir sus condenas.
Fueron citados en la Unidad de Ejecución de Sentencias de Borazán.
También el 26 de junio, dos ciudadanos bahá'ís, Haya Shaghayegh Zarrin Khaneh, de 20 años, y Negar Ighani, de 22, residentes de Shiraz, fueron detenidos por las fuerzas de seguridad. El mismo día, Jila Sharafi Nasrabadi, residente bahá'í de la misma localidad, también fue detenida por las fuerzas de seguridad.
Cristianos
Este mes, el Tribunal de Apelación de Teherán confirmó las condenas de Anoushavan Avadian, ciudadano cristiano, y de los cristianos conversos Abbas Souri y Maryam Mohammadi. Anoushavan Avadian fue condenado a 10 años de prisión, a una multa por 50 millones de tomes y la privación de sus derechos sociales.
Los ciudadanos cristianos Joseph Shahbazian, Salar Ashrafi Moghadam, Farhad Khazaei, Somayeh Sadegh, Masoumeh Ghasemi, Mina Khajavi Qomi y Maliheh Nazari, fueron condenados a un total de 28 años de prisión, multas, privación de sus derechos sociales y la prohibición a viajar, por la Sección 26 del Tribunal Revolucionario de Teherán.
La sección 18 del Tribunal de Apelación de Gilan, en el norte de Irán, confirmó el veredicto para tres conversos cristianos identificados como Ahmad Sarparast, Ayub Pourrazazadeh y Morteza Hajeb. Anteriormente, estos conversos cristianos habían sido condenados por el Tribunal Revolucionario de Rasht, a 5 años y un día de prisión cada uno, junto con una multa de 18 millones de tomans.
Asesinatos arbitrarios
En junio, Iran Human Rights Monitor registró al menos seis asesinatos arbitrarios. Cinco de estos asesinatos se produjeron por disparos directos de las fuerzas gubernamentales, y uno correspondió a un ciudadano muerto, a manos de las fuerzas de seguridad en un accidente de tráfico deliberado.
La mayoría de los asesinados fueron comerciantes de combustible, quienes perdieron la vida mientras intentaban ganarse la vida a duras penas.
Al menos 15 ciudadanos resultaron también heridos por fuego directo, o como consecuencia de golpes propinados por las fuerzas gubernamentales. Entre ellos había dos niños, quienes resultaron gravemente heridos por dichas fuerzas. El 20 de junio, un niño recibió un disparo en la pierna y resultó herido después de que los guardias fronterizos efectuaran disparos directos desde una comisaría de policía en Mirjaveh, al sureste de Irán; se dice que el niño llevaba una caja de mangos.
En otro caso, el 21 de junio, un kolbar o porteador fronterizo de 17 años, identificado como Sohaib Qitouli, de Javanroud (oeste de Irán), resultó gravemente herido tras ser golpeado por las fuerzas del orden en la frontera de Nosud.
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