El régimen iraní y su - Dulce pastel - para el pueblo
En una llamada "ceremonia de honor", presentando al comandante del Cuerpo de Sarallah, de la provincia de Kerman, el segundo comandante más alto de la Guardia Revolucionaria (IRGC) del régimen iraní, Ali Fadavi, habló sobre la contradicción de los dos frentes actuales, presentando al régimen como si estuviera en el lado correcto de esta guerra.
Dijo: "La lucha entre el frente correcto de la revolución islámica, y el frente malvado del mundo no tiene fin, y estos dos frentes nunca se unirán".
Reveló las actividades malignas del régimen durante un año en Oriente Medio, así como su apoyo al terrorismo mundial, y añadió: "En los años 80 peleamos en nuestra casa, pero en los años 2000 estamos luchando a 1.000 km de casa."
Fadavi también se refirió a la situación actual de los jóvenes del país, que contrasta enormemente con la situación real, afirmando: "La nueva generación de la revolución, aunque no vieron la guerra y al Imán (el fundador del régimen, Jomeini), la victoria de la revolución islámica, la historia del Kurdistán y Occidente, cuando han sido puestos a prueba, han sido como aquellos que vieron la revolución, al Imán, la guerra y a los mártires".
Lo que presenciamos a diario es el creciente odio de los jóvenes iraníes contra el régimen. Esto se reflejó principalmente en las pasadas protestas a nivel nacional en diciembre de 2017, y noviembre de 2019.
Durante su discurso, Fadavi proclamó absurdamente que el mundo debería ver y probar la dulzura de la República Islámica. Por lo tanto, no es mala idea echar un vistazo a la composición del "dulce pastel" de este régimen, que no ha dejado nada para el pueblo de Irán, ha destruido muchos países de Oriente Medio y se ha llevado millones de vidas en las últimas cuatro décadas.
El fundador del régimen, Ruhollah Jomeini, consideraba que la guerra entre Irán e Irak en la década de 1980 era una bendición, y pretendía continuarla durante el mayor tiempo posible, ya que consideraba que la paz era la sepultura del Islam. Durante esta guerra, que duró 8 años, se perdió la vida de un millón de personas en ambos bandos, y costó cerca de un billón de dólares, según afirmó el régimen. Las estadísticas oficiales afirmaban que había dos millones de personas muertas o discapacitadas en el lado iraní, y la guerra causó la destrucción de cinco provincias y un billón de dólares en daños, antes de terminar finalmente sin resultado alguno.
Desde la década de 1980, se ha producido una masacre existencial de presos políticos, sin que las estadísticas oficiales indiquen la verdadera magnitud de cuántos han perdido la vida, a manos del régimen. En el verano de 1988, según los documentos de la oposición iraní, unos 30.000 presos fueron masacrados en menos de 3 meses.
Según una agencia de noticias estatal, desde 2001 hasta 2020, la media anual del umbral de pobreza absoluta en todo el país ha aumentado en más de 27 veces. Las estadísticas indican que, durante este periodo, cerca del 33 por ciento de la población ha caído por debajo del umbral de pobreza multidimensional. En la actualidad, casi el 60 por ciento de la población del país es gravemente pobre.
Las estadísticas de personas que duermen sobre cartones en Teherán, indican que sólo en la capital del país hay más de 24.000 personas sin hogar. El número de personas en dicha condición crece extensivamente en todo el país, y con las redes sociales informando a diario de noticias impactantes sobre estas personas, la escala está fuera de control. La situación es tan grave que, muchas personas se ven obligadas incluso a vivir en tumbas y fosas vacías.
Durante el levantamiento de noviembre de 2019, los jóvenes desempleados salieron a la calle para protestar por la crisis de hambre y desempleo. En respuesta, el régimen los atacó con disparos, matando a más de 1.500 personas, y poniendo a miles entre rejas. Las protestas de las madres de las víctimas siguen siendo audibles hasta hoy, y no pueden ser silenciadas.
El mejor "caramelo" para el régimen en los últimos dos años, fue la expansión de la pandemia de coronavirus por todo Irán, que fue exacerbada deliberadamente por el régimen para impedir cualquier nueva protesta. Debido a sus tácticas, el régimen mató a más de 500.000 personas. Irán fue el único país del mundo que impidió la importación de vacunas aprobadas a nivel mundial. El régimen incluso impidió que los medios de comunicación estatales, dieran estadísticas precisas sobre las víctimas, para ocultar su crimen.
El terrorismo y la intromisión en los asuntos internos de los países de la región, es otra política destructiva del régimen islámico, que no ha traído más que muerte y destrucción a los pueblos de la región. Desde la destructiva guerra en Siria hasta el apoyo a los Houthis yemeníes, Kataib y Hashd al-Shaabi en Irak, y Hezbolá en el Líbano, el régimen ha estado en el centro del caos, y no muestra signos de detenerse pronto.
Concluyendo, esto fue sólo una muestra de la "dulzura" del régimen iraní, entregada al pueblo de Irán y a toda la región.
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