En contra de las previsiones optimistas sobre la finalización de las negociaciones nucleares en Viena entre Teherán, sus homólogos europeos y Estados Unidos, las negociaciones se han topado aparentemente con un obstáculo, ya que el régimen iraní insiste en que Estados Unidos retire al Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (IRGC por sus siglas en inglés) de la lista de Organizaciones Terroristas Extranjeras (OET).

No hace falta decir que el IRGC es considerada como una organización terrorista extranjera, tanto legalmente como en los hechos. Su eliminación de la lista sería totalmente contraproducente y perjudicial para la campaña contra el terrorismo, que ha demostrado ser el reto más grave para la estabilidad regional y mundial. Además, enviaría un claro mensaje de debilidad cediendo a las exigencias del Estado que más activamente patrocina al terrorismo.

La actual administración estadounidense y los líderes europeos se han esforzado por retomar las negociaciones con Irán, para revivir el muy defectuoso acuerdo nuclear, conocido formalmente como Plan de Acción Integral Conjunto (JCPOA por sus siglas en inglés). Mientras Teherán era la parte que violaba sistemáticamente sus compromisos en el marco del acuerdo, nuestros líderes ofrecían tales concesiones al régimen que, como informó de forma textual el Spectator en enero, "los iraníes tenían que frotarse los ojos para creerlo".

El régimen iraní vio estas concesiones como la posición de apertura de Estados Unidos. Exigió más, lo que desgraciadamente llevó a Estados Unidos a considerar la posibilidad de acceder a la petición iraní de retirar al IRGC de la lista de Organizaciones Terroristas Extranjeras (FTO) del Departamento de Estado norteamericano, a cambio de un "compromiso público... de desescalada en la región". Pedir a los mulás de Teherán que rebajen las tensiones regionales es como pedir a un pirómano que apague el fuego. El régimen iraní y sus Guardias Revolucionarios son la causa de todos los disturbios en Oriente Medio y más allá.

El CGRI entrena y financia a grupos terroristas como Hezbolá y los Houthis. Las Fuerzas Quds del IRGC causan estragos en la región atacando a otros países. Los misiles balísticos y el programa masivo de aviones no tripulados del CGRI no tienen fines pacíficos. El ruido de sables de esta entidad terrorista sobre sus armas de destrucción masiva y su ominosa presencia en la región, exigen a los líderes occidentales que se deshagan de la idea errónea de que se puede acabar con el terrorismo mediante negociaciones.

El terrorismo del IRGC no se limita a Oriente Medio. Un alto diplomático de Teherán con sede en Viena, Assadollah Assadi y sus cómplices fueron detenidos en 2018 cuando intentaban hacer estallar el mitin de la oposición iraní en Francia. Fueron procesados, declarados culpables y condenados a entre 15 y 20 años de prisión por planear el asesinato de miles de participantes inocentes en esa conferencia.

Muchos de mis colegas estadounidenses y europeos participaron en esta manifestación. Es indignante que la entidad que envió a nuestros potenciales asesinos sea eliminada de la lista FTO. ¿Qué mensaje enviaría esto a otros grupos terroristas? Sería realmente una debacle humillante en nuestra lucha contra el terrorismo. Hay que señalar que la eliminación del IRGC de la lista de organizaciones terroristas no significa que la organización desaparezca de otras listas negras por sus nefastas actividades. Pero tal medida sólo envalentonaría a Teherán para exigir más y creer que puede continuar su terrorismo con impunidad.

Los ayatolás de Irán son vulnerables. Ante una sociedad inestable, el líder supremo de Irán, Alí Jamenei, ha nombrado presidente a Ebrahim Raisi, asesino de masas y uno de los principales responsables del genocidio de decenas de miles de presos políticos iraníes en 1988. Raisi el hombre del saco de Jamenei, quien intimida y aterroriza al pueblo iraní, disuandiéndolo de expresar su rabia y frustración contenidas por cuatro décadas de represión, corrupción, mala gestión e incompetencia, que han devastado sus medios de vida.

Además del aumento de la represión dentro del país, como demuestra el espectacular incremento del número de ejecuciones desde que Raisi llegó a la presidencia, su presidencia supone una mayor hostilidad hacia la comunidad internacional. Si el régimen no fuera vulnerable, no habría acudido a la mesa de negociaciones. Así las cosas, los mulás están contra las cuerdas en casa y sufren un creciente aislamiento internacional. Ofrecerles un salvavidas a estas alturas sería un mensaje equivocado.

Winston Churchill dijo una vez: "Un apaciguador es aquel que alimenta a un cocodrilo con la esperanza de que se lo coma al final". ¿No ha llegado el momento de que nuestros dirigentes aprendan de la guerra de ocupación en Ucrania y de otros acontecimientos históricos, como la Segunda Guerra Mundial, que los regímenes autoritarios sólo entienden el lenguaje de la firmeza, y no los planteamientos dóciles?"

La única recompensa que los mulás necesitan de Occidente es un endurecimiento de las sanciones y un mayor aislamiento. Hay que ponerlos de rodillas. Esta es la única manera de detener sus actividades malignas. Nuestros verdaderos socios para llevar una paz y estabilidad duraderas a Oriente Medio son el pueblo iraní, no sus opresores.

Dr. Alejo Vidal-Quadras

Alejo Vidal-Quadras, catedrático de física atómica y nuclear, fue vicepresidente del Parlamento Europeo de 1999 a 2014. Es presidente del Comité Internacional En Busca de la Justicia (ISJ).