Las Naciones Unidas deben contener a Raisi, secuaz de la masacre de 1988, e investigar la masacre de manifestantes durante el levantamiento de noviembre de 2019, así como el derribo del avión de pasajeros ucraniano.

La profesora de la Universidad Estatal de Bielorrusia, relatora especial de la ONU sobre el impacto negativo de las medidas coercitivas unilaterales, ha declarado que viajará a Irán con un "espíritu de cooperación y diálogo", del 7 al 18 de mayo, para investigar los efectos negativos de las sanciones sobre los derechos humanos en Irán, y para mantener "reuniones privadas” con las "instituciones financieras internacionales, y el Instituto Nacional de Derechos Humanos" en Teherán.

Si bien se incrementan los llamados internacionales para una investigación por parte de la ONU sobre la masacre de 30.000 presos políticos en 1988, la invitación por parte del régimen al Relator Especial sobre el impacto negativo de las medidas coercitivas unilaterales, es un escenario escandaloso que busca eludir las sanciones, y un recordatorio de la vergonzosa traición a los derechos humanos por parte del régimen, cuando el mismo régimen invitó al Relator Especial de la ONU sobre la situación de los derechos humanos en Irán, con una visita guiada y controlada, tras dicha masacre de presos políticos.

Al invitar esta vez al Relator Especial de la ONU, el fascismo religioso de Irán, que Naciones Unidas ha condenado 68 veces, por abusos brutales y sistemáticos de los derechos humanos, pretende socavar las sanciones internacionales. Durante 26 años, este régimen se ha negado a recibir al Relator Especial de la ONU sobre la situación de los derechos humanos en Irán, y durante 17 años no se ha permitido la entrada en Irán de ningún otro Relator Especial de la ONU sobre cuestiones de derechos humanos.

El régimen clerical también está tratando de encubrir el astronómico saqueo y la corrupción generalizada de sus funcionarios, el despilfarro de la riqueza y recursos del pueblo iraní, en el desarrollo de los anti-patrióticos proyectos nuclear y de misiles, así como el impulso del belicismo en la región, que son la principal causa de la pobreza, el desempleo y la inflación en el país.

La Resistencia iraní condena enérgicamente la manipulación que el régimen clerical hace de las Naciones Unidas, de sus órganos y sus relatores, que socava la situación de los derechos humanos en Irán y tiene como objetivo encubrir los crímenes que ha perpetrado. Las Naciones Unidas deben exigir responsabilidades a Ebrahim Raisi, el secuaz de la masacre de 1988; e investigar la masacre de manifestantes durante el levantamiento de noviembre de 2019, así como el derribo del avión de pasajeros ucraniano en enero de 2020.

Secretaría del Consejo Nacional de la Resistencia de Irán (NCRI)