Rusia invadió Ucrania hace exactamente un mes, el 24 de febrero. Los titulares de los medios de comunicación impresos y digitales, las publicaciones en las redes sociales y las noticias generales de esta guerra injusta nos llevan a dos conclusiones completamente diferentes.

La primera conclusión es la historia de la agresión militar de la segunda potencia militar del mundo contra el ejército mucho más pequeño de Ucrania. Es difícil leer o ver los vídeos del brutal bombardeo de hospitales, zonas residenciales, lugares de culto, fábricas, calles, plazas y ciudades de todos los tamaños.

La segunda conclusión es la interminable historia del pueblo ucraniano, unido y luchando por su patria. Los políticos ucranianos, los ciudadanos de a pie, los ancianos, las personalidades del deporte y las celebridades han puesto el amor a su país por encima de todo y se han ganado los elogios de la comunidad internacional.

Con la invasión rusa de Ucrania, muchos analistas y comentaristas parecen haberse sorprendido por el flagrante desprecio de Vladimir Putin por todas las normas de la diplomacia internacional. Ninguna persona en su sano juicio y con sentido común habría imaginado que Rusia invadiría Ucrania y continuaría su invasión durante un mes. Sin embargo, se podría argumentar que, conociendo el interés de Rusia por expandir su influencia en la región, la ocurrencia de esta guerra no era tan descabellada. El escenario estaba preparado para esta tragedia a la luz de décadas de actividades de Putin, especialmente en Siria. En 2015, Irán y Rusia estaban profundamente involucrados en los asuntos del gobierno sirio en apoyo del régimen asesino del brutal dictador Bashar al-Assad.

Cómo se involucró Rusia en Siria

Tras el estallido de la guerra civil siria en 2011, que comenzó con un levantamiento popular y generalizado contra la dictadura corrupta de Assad, la supervivencia del régimen de Assad se vio seriamente amenazada y las cosas no pintaban bien para él y su gobierno. Sabiendo que Irán siempre ha contado con Siria como parte clave de su "eje de resistencia", envió sus propias fuerzas para ayudar a apoyar al régimen de Assad, además de Hezbolá y otros apoderados iraníes. Ahora se sabe que los esfuerzos de Irán en Siria fueron coordinados por el notorio general de división Qasem Soleimani, comandante de la Fuerza Qods del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (IRGC). En 2015, mientras la guerra civil siria continuaba y las fuerzas de la resistencia siria ganaban terreno, Soleimani viajó a Moscú para reunirse con Vladimir Putin y solicitar la intervención rusa para ayudar a salvar el régimen sirio. Putin ya había ayudado a Assad, pero no a los niveles que Rusia alcanzaría después. Se cree que la reunión de Soleimani con Putin fue un punto de inflexión en la guerra. Según un informe de Reuters, la visita de Soleimani a Moscú en 2015 fue "...el primer paso en la planificación de una intervención militar rusa que reconfiguró la guerra en Siria y forjó una nueva alianza irano-rusa en apoyo de Assad."

Para desmoralizar a la población civil en 2015, la fuerza aérea rusa ya estaba cometiendo crímenes de guerra en Siria. En 2016, empezaron a aparecer en los medios de comunicación internacionales y a aparecer en las plataformas de las redes sociales informes sobre el bombardeo de hospitales y otros objetivos civiles en Alepo por parte de la aviación rusa y siria.

Según un informe en profundidad de 2019 de The New York Times, "Médicos por los Derechos Humanos, un grupo de defensa que rastrea los ataques a los trabajadores médicos en Siria, ha documentado al menos 583 ataques de este tipo desde 2011, incluyendo 266 desde la intervención de Rusia en septiembre de 2015."

La respuesta de la comunidad internacional a los crímenes de guerra de Irán y Rusia en Siria.

En 2015, la comunidad internacional, liderada por la administración Obama y el P5+1, negoció el acuerdo nuclear con Irán, conocido oficialmente como Plan de Acción Integral Conjunto (JCPOA). Muchos creen que uno de los principales defectos del JCPOA es que no aborda el apoyo de Irán a las actividades terroristas en todo el mundo y a los apoderados del terrorismo, como Hezbolá. Tampoco abordó la complicidad de Irán en el apoyo al régimen de Assad en el brutal asesinato de su propio pueblo, que ha provocado la muerte de cientos de miles de civiles. De hecho, con el alivio de las sanciones económicas proporcionado por el JCPOA de 2015, Irán se encontró con más dinero para verter en Siria. Irán ha gastado alrededor de 30.000 millones de dólares en Siria desde que comenzó la guerra civil del país en 2011, dijo un alto legislador iraní en unas inusuales declaraciones sobre el gasto de Teherán en apoyo del régimen del presidente Bashar al-Assad.

El mensaje que recibieron Irán y Rusia del silencio de la comunidad internacional por su papel en Siria fue claro: podían hacer literalmente lo que quisieran en Siria sin mucha oposición. No cabe duda de que los cimientos de la tragedia ucraniana se pusieron en Siria por la indiferencia de la comunidad internacional ante los crímenes de guerra de Irán y Rusia. Por lo tanto, no debería haber sido sorprendente que la fuerza aérea rusa lanzara ataques generalizados contra objetivos civiles en Ucrania.

La historia es el mejor maestro  

Mientras la comunidad internacional trata de renovar el acuerdo nuclear con Irán, han surgido informes creíbles de que, como parte del acuerdo, podrían levantarse las sanciones económicas al Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica. Varios negociadores del presidente Biden han dimitido por considerar que el acuerdo será perjudicial para los intereses de Estados Unidos y la seguridad mundial. Apaciguar a gobiernos agresivos como el iraní ha demostrado ser un error grave e insensato, que no traerá ni paz ni alivio a los pueblos de ambas partes. Cualquier acuerdo, independientemente de su redacción, forma o contenido, envalentonaría al régimen rojo, irresponsable y terrorista de Irán. Tras la firma del Acuerdo de Múnich, Sir Winston Churchill advirtió en un discurso ante la Cámara de los Comunes el 5 de octubre de 1938: "Todas estas calamidades han caído sobre nosotros por culpa de un mal consejo... Cuando habían hecho el mayor daño, entonces hicimos la paz con ellos".

Los que no aprenden de la historia están condenados a repetirla. Si no se analizan y aprenden estas lecciones de la historia, la comunidad internacional seguirá agravando estos graves errores, incluido un nuevo acuerdo nuclear con Irán.