Misiles y vehículos aéreos no tripulados del régimen de Irán amenazan la paz y la estabilidad mundiales
By Amigos españoles de Irán libre - marzo 22, 2022
Artículo fuenteEl programa de misiles del régimen iraní se está convirtiendo en un gran problema y una amenaza en la región de Oriente Medio. El 13 de marzo, el régimen atacó una base en la región del Kurdistán iraquí con decenas de misiles y luego justificó el acto alegando que la base era un "centro estratégico de conspiración y malicia" que pertenecía a Israel.
Aunque el régimen calificó este acto de defensivo, el ataque es una clara violación de los principios de las relaciones internacionales y de la soberanía del país vecino. Cabe señalar que estos actos cometidos por el régimen se han repetido muchas veces en los últimos años y, sin duda, se repetirán mientras se beneficien del apaciguamiento de los países occidentales y de su actitud pasiva ante los actos de agresión del régimen.
La débil posición de Occidente en las conversaciones de Viena sobre el programa nuclear del régimen explica la creciente agresión de éste hacia sus países vecinos.
Muchos observadores consideraron el ataque con misiles como un intento del régimen de dividir aún más a las facciones políticas de Irak, lo que, según Teherán, daría poder a sus grupos de representación que fueron derrotados en las elecciones parlamentarias de 2021. La rápida condena del atentado por parte del primer ministro iraquí y de todos los demás grupos políticos iraquíes, salvo los apoderados del régimen, socavó el plan de los mulás.
Un somero examen de los medios de comunicación estatales iraníes y de las declaraciones de sus funcionarios deja claro que el ataque ilegal y no provocado con misiles tenía como objetivo levantar la moral de las desmoralizadas fuerzas del régimen, especialmente a la luz de los reveses sufridos en la región, incluida la muerte de dos altos comandantes de la Fuerza Quds en Siria.
Independientemente de los motivos del régimen que lanzó este ataque, el programa de misiles y aviones no tripulados de Teherán supone una amenaza creciente para la paz y la estabilidad regionales y mundiales.
Irónicamente, esta postura agresiva es necesaria para que el régimen compense las crisis irreparables a las que se enfrenta internamente, como el colapso de su economía, la profundización de las luchas entre facciones y una población cada vez más inquieta.
En estas circunstancias, hacer concesiones al régimen con el pretexto de intentar controlar el programa nuclear de los mulás es erróneo y contraproducente, ya que equivaldría a ofrecer un salvavidas al régimen precisamente en el momento en que se encuentra en su estado más precario y vulnerable en 43 años.
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