Manifestaciones en Irán en 2021: El aumento de lastensiones es un indicio de lo que está por venir.
A medida que el año 2021 llega a su fin, un rápido vistazo alas protestas del año pasado en Irán muestra una sociedad inquieta al borde dela explosión:
Febrero de 2021: El asesinato de los transportistas decombustible en la provincia de Sistán y Baluchistán desencadenó intensasprotestas que continuaron durante semanas, a pesar de las severas medidasrepresivas del régimen y del apagón de Internet en toda la provincia.
Julio de 2021: El régimen responde enviando a las fuerzas de seguridad a las protestas contra los cortes de electricidad en la provincia de Juzestán. Lasfuerzas de seguridad abren fuego y matan a decenas de civiles que han salido ala calle para satisfacer sus necesidades básicas en el calor del verano. Apesar de la fuerte represión, las protestas continúan durante quince días y seextienden a otras provincias.
En Noviembre de 2021: Las protestas contra la escasez de agua ylas malas políticas del gobierno toman forma en Isfahan y se prolongan durantevarias semanas, extendiéndose gradualmente a la provincia vecina de Charmahal y Bakhtiari. Aunque las protestas comenzaron con los agricultores, miles depersonas de todas las clases sociales se unieron a las manifestaciones. Elrégimen acaba respondiendo enviando a las fuerzas de seguridad, quemando lastiendas de campaña de los manifestantes y abriendo fuego contra ellos paradetener su creciente movimiento. El pueblo de Isfahan resiste a las fuerzasrepresivas del régimen y continúa sus protestas durante varios días más.
Diciembre de 2021: Los profesores iraníes organizan su mayorprotesta nacional, con manifestaciones y huelgas en más de 100 ciudades deIrán. Tras meses exigiendo al régimen la aprobación de leyes para atender susnecesidades más básicas, los profesores salieron a la calle en respuesta a unproyecto de ley que ignoraba sus necesidades y aprobaba sólo una parte delpresupuesto necesario para ellas. La huelga, que duró tres días, suscitó eltemor de los funcionarios del régimen, que intentaron amenazarlos. En algunasciudades, miles de profesores se unieron a la manifestación. La policíaantidisturbios del régimen no consiguió dispersar a los manifestantes.
Esto es sólo una muestra de lo que está ocurriendo en Irán.Todos los días se producen pequeñas protestas de trabajadores, funcionariosjubilados, acreedores desposeídos y otros segmentos de la sociedad en decenasde ciudades.
A lo largo del último año, el régimen ha intentado todo tipode tácticas para controlar a la inquieta sociedad. Ya sea ofreciendo solucionestemporales y poco sólidas, asociando a los manifestantes con enemigosextranjeros, tratando de enfrentar a los manifestantes entre sí, utilizando lasfuerzas de seguridad, la violencia, las detenciones y los encarcelamientos, elrégimen ha hecho todo lo posible para evitar que las protestas seintensifiquen. Pero en todos los casos se ha encontrado con la resistencia delos manifestantes y, en muchos casos, las protestas desencadenadas por lasdificultades económicas se han convertido en manifestaciones contra el régimenque piden su derrocamiento.
La verdadera solución para evitar más protestas es atenderlas verdaderas necesidades de la población, es decir, reactivar la economía,crear puestos de trabajo, mejorar la producción nacional, resolver losproblemas de infraestructura y mejorar la calidad de vida. Pero, como hademostrado el régimen en las últimas décadas, no tiene ni la voluntad ni laintención de cumplir estas exigencias.
Para dar un giro a la economía y crear empleo y producción,el régimen tendrá que frenar sus costosos proyectos terroristas en la región,detener sus proyectos de armas balísticas y nucleares, reducir su enorme gastoen la Guardia Revolucionaria y poner fin a las políticas económicas corruptasque sólo llenan los bolsillos de los funcionarios y las élites del régimen.
Para un régimen que ha construido su poder sobre el crimen yla corrupción, seguir este camino sólo puede conducir a su propio colapso. Poreso los mulás gobernantes no hacen más que aumentar sus crímenes y su violenciaen lugar de atender las demandas básicas del pueblo iraní.
Paralelamente a las crecientes protestas, el régimen haintensificado sus medidas represivas, incluida la ejecución del preso político Heidar Ghorbani y otras decenas de ejecuciones en el último mes. Al mismotiempo, el régimen está recurriendo a las detenciones generalizadas deactivistas y manifestantes y aumentando la presión sobre los presos políticos.
Pero el aparato represivo del régimen está perdiendorápidamente su poder a medida que el pueblo iraní, cansado de décadas detiranía y corrupción, sabe que la única manera de recuperar sus derechos estomar el asunto en sus propias manos y continuar con sus protestas.
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