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Las siete ejecuciones de mujeres en Irán en tan sólo un mes suponen la mitad de la media anual.

El régimen clerical ha intensificado las ejecuciones en el último mes, con un aumento escandaloso del número de mujeres ejecutadas en Irán.

Desde el 22 de noviembre de 2021, al menos 39 personas, entre ellas siete mujeres, han sido ahorcadas en diversas prisiones del país.

Entre ellas, la ejecución, el 19 de diciembre de 2021, de un preso político kurdo, Haidar Ghorbani, de 40 años y padre de dos hijos, tras cinco años de cautiverio.

La justicia iraní dictó su sentencia de muerte basándose en una confesión forzada que le fue extraída bajo tortura. Ejecutaron la sentencia de muerte sin informar a su familia y/o a su abogado. Los servicios de inteligencia no entregaron el cuerpo de Haidar a su familia y lo enterraron en secreto.

Todo el proceso "legal", de principio a fin, violó todas las normas internacionales y el derecho humanitario.

El mismo día, dos ciudadanos baloch fueron ahorcados en la prisión de Shiraz. Uno de ellos era Na'eim Shahbakhsh, de 38 años, padre de cuatro hijos, dos de ellos menores de diez años.

Una vez más, las autoridades no informaron a su familia antes de la ejecución. Por lo tanto, murió sin poder hacer una última visita a su familia.

Siete mujeres fueron ahorcadas en un mes

Cuatro de las siete mujeres ahorcadas en el último mes no han sido identificadas.

Las autoridades de la prisión central de Yasuj ejecutaron la sentencia de muerte de una pareja el 23 de noviembre de 2021, acusada de asesinato.

Por cargos relacionado con narcóticos o estupefacientes, Maryam Khakpour, de 41 años, fue ahorcada el 25 de noviembre en la prisión de Dastgerd, en Isfahan. Ella había mantenido repetidamente su inocencia, alegando que la droga pertenecía a su marido, que fue condenado a 18 años.

Una enmienda de 2017 a la ley del régimen iraní limita estrictamente el uso de la pena de muerte para los delitos relacionados con las drogas. Sin embargo, las ejecuciones por cargos relacionados con las drogas han continuado.

El 9 de diciembre de 2021, seis reclusos, entre ellos tres mujeres no identificadas, fueron ahorcados en la prisión central de Kerman.

Massoumeh Zare'i, de 40 años, fue ahorcado en la prisión de Amol en la madrugada del 14 de diciembre de 2021. Tenía una hija de 21 años y llevaba siete años en la cárcel por el asesinato de su marido, un toxicomano que la golpeaba a menudo y no consentía el divorcio.

Fatemeh Aslani fue ahorcada el 19 de diciembre de 2021 en la prisión de Dastgerd, en Isfahan, por el asesinato de su marido. Llevaba nueve años en el corredor de la muerte, aunque se declaró inocente.    

Ebrahim Ra'isi está supervisando el aumento de las ejecuciones.

Las siete ejecuciones por ahorcamiento de mujeres en Irán en un solo mes son dignas de mención, entre otras cosas porque desde 2013 la media de mujeres ejecutadas en Irán ha sido de 15 al año.

El régimen iraní ha ejecutado a unas 350 personas desde enero de 2021, frente a las 255 ejecutadas en 2020. Por supuesto, el número real de personas ejecutadas por el régimen debería considerarse mayor, ya que el régimen ejecuta a muchas personas en secreto y lejos de la mirada pública.

El importante aumento del número de condenas a muerte ejecutadas en Irán en 2021 es el resultado de la presidencia de Ebrahim Ra'isi, tristemente célebre por su papel directo en la masacre de 30.000 presos políticos en pocos meses en 1988.

Ante el creciente descontento social, el inhumano régimen clerical encontró que la única forma de preservar su poder era intensificar las ejecuciones, la tortura y la represión.

La Resistencia iraní ha pedido en repetidas ocasiones al Consejo de Seguridad de la ONU, al Secretario General de la ONU, al Consejo de Derechos Humanos de la ONU y al Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, así como a la Unión Europea y a sus Estados miembros, que condenen enérgicamente el creciente número de ejecuciones en Irán y que tomen medidas inmediatas para salvar a los presos condenados a muerte.

Con el aumento de las ejecuciones este mes, este imperativo se hace aún más urgente.

No hay conversaciones ni vínculos con el principal verdugo de mujeres del mundo

Irán es el principal verdugo de mujeres del mundo.

El Comité de Mujeres del Consejo Nacional de Resistencia de Irán (NCRI) cree sinceramente que las mujeres son la fuerza del cambio. Insta a todos los defensores de los derechos de la mujer y a los activistas de todo el mundo a que adopten un papel activo en la difícil situación de sus hermanas en Irán y ayuden a detener la ejecución de mujeres en ese país.

Las mujeres deben instar a sus gobiernos a que condicionen todas las relaciones económicas y políticas con Teherán al fin de las ejecuciones, en particular la ejecución de mujeres en Irán y la tortura de presos políticos.


Deben instar a sus gobiernos a presentar el caso de las violaciones de derechos humanos cometidas por el régimen clerical ante el Consejo de Seguridad de la ONU.

La ONU y sus Estados miembros deben crear un tribunal internacional para que los dirigentes del régimen iraní, especialmente su líder supremo Alí Jamenei, el presidente Ebrahim Ra'isi, el jefe del poder judicial Gholam-Hossein Mohseni Ejei y el presidente del Parlamento Mohammad Baqer Ghalibaf, rindan cuentas por cuatro décadas de crímenes contra la humanidad y genocidio.

Las mujeres amantes de la libertad de todo el mundo no deben soportar que sus gobiernos negocien y den la mano a un régimen asesino, y mucho menos que lo apacigüen.

Las mujeres de Irán buscan el apoyo de sus hermanas de todo el mundo en su tortuosa lucha por la libertad y la igualdad.

¡Ayúdanos a detener la ejecución de mujeres en Irán!