¿Por qué es imperativo acabar con la impunidad del régimen iraní?
Desde finales de 2017, Irán ha sufrido varios levantamientos contra el régimen. El primero de ellos provocó un discurso del líder supremo del régimen, Alí Jamenei, en el cual reconoció que la Organización de Muyahidines del Pueblo de Irán (PMOI/MEK), había dirigido ese levantamiento lanzando un mensaje de cambio de régimen. Desde entonces, de cada gran protesta, surgen llamamientos similares en pro de una mudanza de gobierno, incluso aquellos que se centran inicialmente en cuestiones específicas, como los recientes recortes en las subvenciones alimentarias y el colapso de un edificio en la ciudad de Abadán, que se consideró en general, una consecuencia de la corrupción del régimen.
#Iran News in Brief
— NCRI-FAC (@iran_policy) May 23, 2022
Following the collapse of the #Abadan Metropolitan Complex in the southern #Khuzestan province, the state-run Mostaqhel online published the video of a local journalist who was warning about the miserable state of the building. https://t.co/Ggw5tSsYOy pic.twitter.com/Xqcso6BkwC
La persistencia de ese malestar implica el desafío a un recrudecimiento de la represión. Solo durante un levantamiento en noviembre de 2019, más de 1.500 activistas iraníes fueron asesinados en tiroteos masivos, pero las manifestaciones a gran escala se reanudaron menos de dos meses después, impulsadas por el intento del régimen de encubrir un ataque con misiles, el cual derribó un avión comercial cerca de Teherán. Esas protestas pusieron de manifiesto la exigencia de la opinión pública iraní, de que las autoridades del régimen rindieran cuentas en la escena internacional por sus fechorías. Sin embargo, la respuesta de la comunidad internacional ha sido débil, y ha seguido siéndolo ante los nuevos ejemplos de esas irregularidades.
Estas estrategias constituyen un apaciguamiento, y han envalentonado a Irán para que acelere la consecución de diversos objetivos malignos, dirigidos a los disidentes en el país, así como a los enemigos percibidos en el extranjero.
Los efectos emergentes del apaciguamiento pueden verse en diversos rubros, como el impulso del régimen para conseguir la capacidad de fabricar armas nucleares, su uso de la toma de rehenes y el terrorismo como herramientas de la política estatal, así como su tendencia a violar los derechos básicos de los ciudadanos iraníes. El compromiso del régimen con este último fenómeno, quedó patente el año pasado cuando Jamenei nombró a Ebrahim Raisi presidente del régimen. Esa misma decisión aclara hasta qué punto Teherán ha llegado a esperar impunidad en estos asuntos, tras décadas de conciliación occidental.
En el verano de 1988, Raisi fue uno de los cuatro miembros de la "comisión de la muerte" de Teherán, quien supervisó las ejecuciones masivas de detenidos políticos en las prisiones de Evin y Gohardasht. Estos asesinatos constituyeron una parte importante de la masacre nacional de presos políticos, que se cobró más de 30.000 vidas en el transcurso de tres meses.
Poco más de tres décadas después, como jefe del poder judicial de Irán, Raisi desempeñó un papel importante en la represión de noviembre de 2019. Su ascenso a la presidencia en junio de 2021, se consideró un respaldo a las mismas tácticas de represión política que habían definido la década de 1980, y esta percepción se vio rápidamente reforzada por el fuerte aumento de la tasa de ejecuciones en Irán, algunas de las cuales han tenido sin duda una motivación política.
Teherán ha podido seguir ofreciendo recompensas políticas a los participantes en la masacre de 1988, porque ha llegado a no esperar que la comunidad internacional exija responsabilidades en estos asuntos. Este fracaso de la política fue reconocido en 2020 por varios expertos en derechos humanos de la ONU, quienes escribieron en una carta abierta a las autoridades iraníes, que la "inacción" de los organismos internacionales ante los informes de la masacre había "tenido un impacto devastador en los supervivientes y las familias, así como en la situación general de los derechos humanos en Irán."
Si los tiroteos masivos de 2019 y la continua escalada en la tasa de ejecuciones de Irán, de la que ya es líder mundial, son el efecto de esa inacción, solo puede haber una consecuencia de la misma inactividad, en situaciones con una mayor relevancia para la comunidad internacional. De hecho, no hace falta ni imaginarlo. En los últimos años, Teherán ha aumentado la toma de rehenes, ciudadanos extranjeros y con doble nacionalidad, al concluir que esta es una práctica que resulta muy lucrativa, tras los intercambios de prisioneros anteriores, así como las concesiones que los acompañan.
En la actualidad, al menos 20 de estas personas están cautivas en Irán, y algunas de ellas se enfrentan a décadas en prisión, o incluso a la ejecución sobre la base de cargos claramente fabricados. Sin embargo, lejos de provocar una reevaluación crítica de las respuestas occidentales a esa práctica, algunas de las últimas tomas de rehenes parecen estar preparadas para provocar la liberación de criminales iraníes particularmente notorios, como Assadollah Assadi.
En 2018, Assadi ideó un complot terrorista para hacer estallar explosivos en el mitin del NCRI de ese año, en el que decenas de miles de expatriados y partidarios políticos convergieron en un espacio para eventos cerca de París. Este complot fue finalmente frustrado por las fuerzas de seguridad europeas, pero tenía el potencial de ser el peor ataque terrorista en el continente hasta la fecha, y el año pasado un tribunal belga condenó a Assadi, un ex diplomático, a 20 años de prisión.
Teherán ha protestado enérgicamente por el enjuiciamiento y la condena, reiterando así su expectativa de impunidad de largo alcance. En marzo, los gobiernos de Irán y Bélgica firmaron un tratado para preparar la liberación de Assadi, que no se hizo público hasta finales de junio, cuando se presentó al Parlamento belga para su ratificación. El tratado fue ratificado por el Parlamento belga, lo que significa que Assadi será probablemente canjeado por un ciudadano belga, cuya dudosa detención fue reconocida recientemente.
El NCRI ha expresado con razón, su preocupación por las implicaciones directas de la posible liberación de Assadi, y su potencial para inspirar intercambios similares que involucren a otras naciones europeas. En particular, a los críticos del régimen iraní les preocupa que la persistencia de estrategias conciliadoras, pueda socavar el único paso importante que se ha dado para que ese régimen rinda cuentas por la masacre de 1988, así como otros crímenes contra la humanidad, que no han sido resueltos.
A principios de este mes, un tribunal de Estocolmo condenó a cadena perpetua a uno de los participantes en esa masacre. El ex funcionario de prisiones iraní, Hamid Noury, quien fue detenido en 2019 en virtud del principio de jurisdicción universal, sobre violaciones graves del derecho internacional, y el NCRI tuvo inmediatamente la esperanza de que su enjuiciamiento sirviera de guía para futuros casos similares, poniendo fin a la era de la impunidad de Teherán.
Esto todavía no ha sucedido, y el tratado belga se une ahora a la persistencia generalizada del apaciguamiento occidental, poniendo en duda si alguna vez lo hará. La respuesta a esta pregunta puede muy bien depender de que la comunidad internacional escuche las voces del pueblo iraní, y su resistencia organizada. Pero si lo hicieran como debe, entonces escucharía esas voces que piden políticas asertivas, que hagan responsable al régimen de la masacre de 1988 y demás actos criminales, que han quedado prácticamente sin respuesta durante más de 40 años.
Jannati, un clérigo de 95 años, vuelve a ser el jefe del poderoso Consejo de Guardianes
El Líder Supremo de Irán, Alí Jamenei, ha vuelto a nombrar a Ahmad Jannati, de 95 años, para otro mandato de seis años al frente del Consejo de Guardianes. Si sigue vivo para entonces, terminará su mandato cuando cumpla 101 años. Según el decreto de Jamenei, emitido el sábado, otros dos clérigos, Mohammad-Reza Modarresi Yazdi y Mehdi Shabzendedar Jahromi, también fueron restituidos en sus puestos en el Consejo. El Consejo de los Guardianes, a veces denominado Consejo Constitucional, está compuesto por expertos en la sharia islámica encargados de cotejar las leyes aprobadas por el parlamento iraní con la Constitución y la sharia, y de aprobar los candidatos a diversas elecciones en Irán.
El Consejo de Guardianes está formado por doce miembros, seis clérigos que son elegidos por el líder supremo del régimen, es decir, Jamenei, junto con seis juristas que son propuestos por el poder judicial y elegidos por el parlamento. Por lo tanto, seis miembros son nombrados por Jamenei, y los otros seis son elegidos por el poder judicial, cuyo jefe también es nombrado por Jamenei. Haciendo cuentas, en realidad, se puede decir que los doce miembros del consejo son nombrados por Jamenei.
Según Abbas Ali Kadkhodai, uno de los juristas del Consejo, "Jannati es el jurista más antiguo del Consejo de Guardianes. Llevo más de dos décadas trabajando estrechamente con él. Hay otros juristas y abogados que tienen un historial de cooperación con el ayatolá Jannati mayor que el mío. Todos los juristas y expertos que están en contacto con él reconocen su gran inteligencia política y su dedicación a los asuntos políticos".
Sin embargo, los iraníes de a pie ridiculizan al antiguo clérigo, que tropieza al citar versos del Corán, y lo llaman "el clérigo que no muere" y un "dinosaurio". En Internet se pueden encontrar decenas de imágenes photoshopeadas de Jannati durante la edad de hielo, sosteniendo un dinosaurio o sentado detrás de Napoleón en su caballo.
Más información sobre Jannati
Ahmad Jannati nació en 1926. Fue nombrado por Jomeini para este consejo en 1980 y ha sido miembro de la poderosa organización durante más de cuatro décadas. Una lista parcial de sus cargos en el régimen incluye
Secretario del Consejo de Coordinación de la Propaganda Islámica
Jefe de la Organización de Propaganda Islámica
Imamato temporal de Qom, Kermanshah y Teherán
Representación en la Asamblea de Expertos
Participación en el Consejo de Oportunidad
Participación en el Consejo de Revisión Constitucional
Participación en el Consejo Supremo de la Revolución Cultural
Miembro de la Comisión de Radiodifusión
Miembro del Consejo Supremo de la Asamblea Mundial de Ahl al-Bayt
Representación en los asuntos de Bosnia y Herzegovina
En cuanto a su papel en los tribunales revolucionarios de Irán y la emisión de sentencias, ha declarado: "Se suponía que íbamos a ser jueces, y éramos cero kilómetros (no sabíamos nada de leyes). No habíamos leído sobre la ley. Al final, nos dijeron que no había más remedio, que fuéramos aquí, y se celebró un tribunal aquí, y se trajo a estos criminales, y los juzgamos... Mucha gente tampoco sabía qué hacer. La gente como yo nunca había recibido formación... Cuando estábamos en activo en el Tribunal Revolucionario, dudábamos si debíamos ejecutar a algunas personas o no; el Imán (fundador del régimen, Jomeini) había dicho que no debíamos retrasar la ejecución de una persona cuyo delito fuera cierto... Lo único que hacía falta era identificar que la persona no había sido llevada a la ejecución por error."
El Consejo de Guardianes, un instrumento de corrupción y represión
El presupuesto del Consejo de Guardianes ha alcanzado los 277.000 millones de tomanes para 2022, desde los cerca de 24.000 millones del proyecto de presupuesto de 2018. Es decir, más de diez veces en 4 años. Cabe destacar que hasta 2011, el presupuesto del Consejo de Guardianes tenía un crecimiento medio del tres al cuatro por ciento. Aun así, a partir de 2011, este crecimiento pasó a ser de dos dígitos, e incluso en 2015, el presupuesto de esta institución tuvo un incremento del 99%. El punto interesante es que en 2015 cuando no hubo elecciones, y el presupuesto del Consejo de Guardianes debería haberse reducido en comparación con 2014, se enfrentó a un crecimiento del 21%, y esta cuestión se repitió en 2016 y 2017.
Un día antes de las elecciones parlamentarias de Irán en febrero de 2020, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos sancionó a Ahmad Jannati, presidente del Consejo de Guardianes, y a otros cuatro miembros del Consejo, entre ellos Abbas-Ali Kadkhodaei, Siamak Rahpeik, Mohammad Hassan Sadeghi Moghaddam y Mohammad Yazdi, por impedir la celebración de elecciones libres y justas en Irán. El Tesoro había anunciado que la decisión se tomó en respuesta a la descalificación de miles de candidatos parlamentarios en Irán. El comunicado subraya que el Consejo de Guardianes, cuyos miembros son nombrados por el Líder Supremo, descalifica a los candidatos que no comparten los puntos de vista del régimen y, por tanto, hacen imposible unas elecciones justas y libres.
Por qué Jannati, de 95 años, fue nombrado de nuevo por Jamenei
El nuevo nombramiento de Jannati, de 95 años de edad, como jefe del Consejo de Guardianes es un indicio de que el Consejo no es más que un espectáculo y otro instrumento de represión del pueblo de Irán. Muchos analistas creen que, aunque Jamenei es consciente de la edad de Jannati y de su disfuncionalidad, la sociedad iraní es tan volátil y el estado de la economía y las cuestiones sociales tan frágil que Jamenei no se atreve a realizar el más mínimo cambio en el statu quo.
Las crecientes amenazas de Teherán exigen una política firme hacia el régimen iraní
La comunidad internacional se enfrenta a una lista cada vez más larga de crisis relacionadas con el régimen iraní. Mientras tanto, un movimiento organizado de la oposición iraní, está ofreciendo recomendaciones claras sobre cómo resolver esas crisis, con el apoyo de un conjunto de partidarios, política y geográficamente diversos de todo el mundo. Los líderes occidentales y las instituciones multinacionales, pueden optar por escuchar atentamente esas recomendaciones o por ignorarlas, como han hecho generalmente en el pasado. Pero si optan por esto último, la situación con Irán seguirá empeorando sin duda.
Un alto asesor del líder supremo del régimen, Alí Jamenei, declaró el lunes que el régimen ya había desarrollado la capacidad de producir fácilmente uranio, apto para la fabricación de armas, en el sitio nuclear fortificado y recientemente actualizado, en Fordo.
Por supuesto, estas amenazas ya estaban bien establecidas en las semanas y meses anteriores. Sin embargo, esto no parece haber impedido a algunas entidades occidentales el hacer gestos conciliadores hacia el régimen iraní, aparentemente con la esperanza de fomentar una tendencia a la moderación, que no ha surgido durante más de cuatro décadas.
El 30 de junio, se reveló que el gobierno de Bélgica había firmado discretamente un tratado con el embajador iraní ante la Unión Europea, que prometía permitir a los ciudadanos iraníes cumplir penas de prisión en su país de origen, si estos eran condenados por un delito en Bélgica. El tratado fue aprobado por el Parlamento belga el jueves, y es probable que le siga de cerca un intercambio de prisioneros que involucre a un ex diplomático iraní, quien en 2018 fue detenido por liderar un complot para bombardear un mitin en apoyo de la Coalición de resistencia iraní, en París.
En la medianoche del miércoles 29 de julio de 2022, posterior a que el parlamento belga ratificara el vergonzoso proyecto de ley, el cual fomenta el terrorismo y la toma de rehenes, varios demandantes presentaron inmediatamente su denuncia urgente ante el tribunal.
Entre los demandantes se encontraban la Sra. Maryam Rajavi, presidenta electa de la Resistencia Iraní; Seyed Ahmed Ghazali, ex primer ministro de Argelia; Giulio Terzi, ex ministro de Asuntos Exteriores de Italia; Ingrid Betancourt, ex senadora colombiana; Linda Chávez, presidenta del Centro para la Igualdad de Oportunidades; Robert Torricelli, ex senador de Nueva Jersey; Tahar Boumedra, director de la JVMI, y ex jefe de la Oficina de Derechos Humanos, de la Misión de Asistencia de la ONU para Iraq (UNAMI); el Dr. Sanabargh Zahedi, presidente de la Comisión Judicial del NCRI; Mohammad Mohaddessin, presidente de la Comisión de Asuntos Exteriores del NCRI; Farzin Hashemi, y Javad Dabiran, de la Comisión de Asuntos Exteriores del NCRI.
Posteriormente, el viernes, el Tribunal de Apelación de Bruselas prohibió al gobierno belga el traslado del diplomático-terrorista del régimen iraní, Assadollah Assadi, a Irán.
Un día antes de esa decisión, el jueves, la Sra. Rajavi habló a los medios de comunicación sobre la medida adoptada por el Parlamento belga, y expresó su convicción de que "fomenta más el terrorismo y la toma de rehenes". La introducción y posterior aprobación del tratado fue una sorpresa para algunos, por su clara conexión con el caso de Assadollah Assadi, a quien, el año pasado, un tribunal belga, condenó a 20 años de prisión, por conspirar para cometer terrorismo y asesinato. Aunque su complot fue desbaratado por las fuerzas del orden, los expertos declararon que los explosivos que había introducido a Europa, eran lo suficientemente potentes como para que un atentado con éxito, fuera uno de los peores de la historia en el continente.
El juicio de Assadi no sólo confirmó su propia culpabilidad, así como la de tres cómplices, sino que también estableció que las órdenes para el ataque a la cumbre del CNI de 2018, una reunión presencial, de aproximadamente 100.000 personas, incluyendo docenas de legisladores occidentales, habían salido de algunos de los más altos funcionarios dentro del régimen clerical. Algunos de esos mismos funcionarios se apresuraron a protestar por la detención de Assadi, sugiriendo que, dado que en ese momento se desempeñaba como tercer consejero en la embajada iraní en Viena, debería haber sido considerado inmune a la persecución en cualquier lugar, por cualquier delito.
Este argumento, junto con la trama terrorista subyacente, es indicativo de la sensación de impunidad que guía tantas acciones de Teherán, alimentando las crisis mencionadas. Las declaraciones de la Sra. Rajavi del jueves, subrayan el papel que la liberación de Assadi podría tener en el refuerzo de esa impunidad. Además, sus diversos partidarios siguen acercándose a los líderes occidentales, con explicaciones sobre cómo esa impunidad, se basa en estrategias de conciliación y apaciguamiento de larga data.
A pesar de ejercer una presión limitada sobre el régimen iraní en cuestiones concretas, como sus ambiciones nucleares, Estados Unidos y Europa se han mostrado reconocidamente cautelosos ante cualquier medida que pudiera considerarse una invitación a la guerra, o una promoción del cambio de régimen. La respuesta del NCRI a esa cautela es que el mundo occidental no necesita invitar a la guerra para llevar a Irán en la dirección del cambio de régimen; sólo tiene que expresar su apoyo al movimiento prodemocrático, el cual ya está luchando por ese resultado dentro de Irán.
Esos movimientos nunca han sido más claros que en los últimos años. Irán ha sufrido al menos nueve levantamientos antigubernamentales desde finales de 2017, mientras que la comunidad de activistas ha centrado gran parte de su atención en los devastadores efectos internos de las mismas políticas, y prácticas que Teherán utiliza para amenazar a sus adversarios extranjeros. El despilfarro del régimen en la proliferación nuclear y la financiación de los grupos terroristas regionales, es claramente una fuente de indignación para el pueblo iraní, y es evidente que comparten un entendimiento con el NCRI, el cual los líderes occidentales han pasado por alto de alguna manera: que este y otros proyectos de interés propio persistirán inevitablemente, mientras los mulás mantengan su dominio del poder.
La comunidad internacional debería haber reconocido hace tiempo, que el cambio de régimen, es el único medio fiable para resolver cualquiera de las numerosas crisis que emanan del régimen iraní en la actualidad. Y en medio de un apoyo internacional cada vez mayor al movimiento organizado de resistencia iraní, la comunidad internacional también debería haberse dado cuenta ya, que el cambio de régimen es eminentemente alcanzable, requiriendo únicamente presión económica y política sobre Teherán, junto con el apoyo a la alternativa que existe en la forma del NCRI.
Irán: El Tribunal de Apelación de Bruselas deja en suspenso la petición de libertad de Assadollah Assadi
El viernes, el Tribunal de Apelación de Bruselas prohibió al gobierno belga el traslado del diplomático terrorista del régimen iraní, Assadollah Assadi, a Irán.
En 2018, Assadi orquestó un complot terrorista para hacer estallar explosivos en el mitin del NCRI de ese año, en el que decenas de miles de expatriados y destacados políticos convergieron en un espacio para eventos cerca de París. El complot fue finalmente frustrado por las fuerzas del orden europeas, pero podría haber sido el peor atentado terrorista en el continente hasta la fecha. El año pasado, un tribunal belga condenó a Assadi, diplomático-terrorista, a 20 años de prisión.
En marzo, el régimen iraní y Bélgica firmaron un tratado para allanar el camino hacia la liberación de Assadi, que no se hizo público hasta finales de junio, cuando se presentó al Parlamento belga para su ratificación.
El tratado se aprobó el 20 de julio, con 79 votos a favor, 41 en contra y 11 abstenciones. El proceso de votación duró hasta la medianoche del miércoles, con los diputados belgas de la oposición oponiéndose firmemente al tratado.
La orden judicial, según la agencia de noticias Belga, establecía que "se prohíbe provisionalmente al Estado belga, bajo pena de 500.000 euros, intentar por cualquier medio el traslado del Sr. Assadollah.
En la medianoche del miércoles 29 de julio de 2022, después de que el Parlamento belga ratificara este vergonzoso proyecto de ley que fomenta el terrorismo y la toma de rehenes, varios demandantes presentaron inmediatamente su denuncia urgente ante el tribunal.
Entre los demandantes se encuentran la Sra. Maryam Rajavi, presidenta electa de la Resistencia iraní, Seyed Ahmed Ghazali, ex primer ministro argelino, Giulio Terzi, ex ministro de Asuntos Exteriores italiano, e Ingrid Betancourt, ex senadora colombiana, Linda Chávez, presidenta del Centro para la Igualdad de Oportunidades, Robert Torricelli, ex senador de Nueva Jersey, Tahar Boumedra, director de la JVMI y ex jefe de la Oficina de Derechos Humanos de la Misión de Asistencia de las Naciones Unidas para Iraq (UNAMI), Dr. Sanabargh Zahedi, ex presidente de los Estados Unidos de América, Dr. Javier Solana, ex presidente de los Estados Unidos de América Sanabargh Zahedi, Presidente del Comité Judicial del NCRI; Mohammad Mohaddessin, Presidente del Comité de Asuntos Exteriores del NCRI; Farzin Hashemi, y Javad Dabiran, del Comité de Asuntos Exteriores del NCRI.
Los medios de comunicación belgas informaron de que "un abogado que actúa en nombre de un grupo de oposición iraní en el exilio dijo que el Tribunal de Apelación de Bruselas había ordenado al gobierno belga que no entregara a Assadollah Assadi a Irán sin permitir que la decisión fuera impugnada legalmente y confirmada por un juez.
Georges-Henri Beauthier, abogado del Consejo Nacional de la Resistencia de Irán (NCRI), un grupo de oposición en el exilio, dijo que el tribunal había ordenado que los argumentos del gobierno para cualquier propuesta de liberación de Assadi se sometieran a un "interrogatorio ante un juez".
"Antes de esta audiencia, el Estado belga no puede proceder al traslado de prisioneros", dijo.
MENSAJE DE MARYAM RAJAVI A LA MANIFESTACIÓN POR UN IRÁN LIBRE EN BERLÍN
Amigos rebeldes de la Resistencia iraní,
Partidarios de los levantamientos,
Queridos amigos y personalidades de Alemania,
Insurgentes iraníes que han organizado una manifestación por un Irán libre en Alemania, con su gran y magnífica manifestación en Berlín.
En primer lugar, me gustaría preguntarles: ¿qué han hecho para que los gritos de los mulás contra la resistencia se eleven al cielo?
Lo sucedido puede resumirse en estas palabras: en el mar de sufrimiento y sangre del pueblo iraní, el derrocamiento está a la vista y el régimen se tambalea.
Un trato con el diablo
Seguramente están al tanto de los últimos acontecimientos: a raíz de las denuncias del Consejo Nacional de la Resistencia de Irán, y de algunas personalidades políticas internacionales, el Tribunal de Apelación de Bruselas prohibió ayer al gobierno belga el traslado del diplomático-terrorista a Irán, y condicionó el traslado a un examen del contenido del expediente.
Buscábamos la posibilidad de que el traslado del diplomático terrorista no se hiciera por sorpresa.
El tribunal debe examinar el contenido de la solicitud de los demandantes, para impedir la liberación de Assadi el próximo miércoles.
Este es el resultado de nuestra denuncia, presentada inmediatamente después de la adopción del vergonzoso tratado, que los parlamentarios belgas calificaron de día negro. Dijeron que era una locura y que no había palabra para ello.
Y también dijeron: "estamos orgullosos de los muchos iraníes que se han unido a esta lucha".
También dije y repito, que apostar por la liberación de un rehén belga inocente en Irán, es un paso adelante, pero cien pasos atrás, porque en el futuro, nadie estará seguro. Todos los ciudadanos europeos y estadounidenses en Irán son ahora un potencial rehén.
¿No es esto un pacto con el diablo contra la seguridad de los ciudadanos europeos, estadounidenses, el pueblo iraní y su resistencia?
Pero, ¿cuál es la política correcta y eficaz contra el fascismo religioso que gobierna Irán, y su GESTAPO?
La respuesta correcta y eficaz al fascismo religioso es una palabra: firmeza, no sumisión.
Toma de rehenes y chantaje de los mulás
Cuando el régimen se dedica a la extorsión y el chantaje, los gobiernos europeos deben perseguir y juzgar a Ebrahim Raisi por crímenes contra la humanidad, crímenes de guerra y genocidio. Hay que cerrar las embajadas del régimen. Debería ser sancionado y boicoteado por completo, para obligarle a liberar a los rehenes.
En 2009, los ashrafis, con su resistencia y firmeza, obligaron a Maliki, el primer ministro de Irak, quien es patrocinado por Jamenei, a liberar a nuestros rehenes y devolverlos a Ashraf. Hicieron una huelga de hambre de 72 días, siete de ellos sin agua. En ese momento, los ashrafis y ustedes, partidarios de Ashraf, también estaban en huelga de hambre en muchos países.
Por otra parte, en la continuación de la política de chantaje, se puede ver que el Ministerio de Asuntos Exteriores de los mulás, en un plagio ridículo, sancionó a 61 personalidades estadounidenses prominentes por su apoyo al PMOI, lo que en realidad es un signo de honor y orgullo. Muchos de ellos estuvieron en la manifestación de París de 2018, y fueron uno de los objetivos del atentado.
Esta inclusión en la lista de los mulás, es otra razón obvia por la que el gobierno belga no debería entregar a su diplomático terrorista como regalo al régimen, en violación de la Resolución 1373 del Consejo de Seguridad de la ONU.
Ocho destacados juristas internacionales han declarado que esta medida es "un fracaso de los esfuerzos europeos en la lucha contra el terrorismo", y que no se debe permitir que los mulás se burlen de la aplicación de la justicia en Europa.
Se nos habla de la necesidad de la "seguridad nacional". Pero con este tratado, están decapitando con sus propias manos la seguridad de los pueblos de Europa, a los pies del patrocinador del terrorismo de Estado.
Nueve personalidades estadounidenses han escrito: "Este tratado permite al régimen iraní establecer su centro de mando terrorista europeo en Bélgica".
¡Caballeros, no permitan que esto ocurra! Que Bruselas siga siendo el centro de la Unión Europea, y no se convierta en la sede del terrorismo de los mulás en Europa.
Los mulás han detenido hasta ahora al menos a 150 diplomáticos, periodistas, empresarios e iraníes con doble nacionalidad, dentro de Irán. Han tomado a 104 ciudadanos occidentales, como rehenes en Líbano.
Pero, a través de su esfuerzo, los partidarios de la resistencia alertaron al mundo y organizaron protestas y manifestaciones en 18 países, y realizaron sentadas en cinco países, incluyendo Berlín.
Has demostrado que existe una resistencia implacable, que es la voz, la representante y la guardiana de los derechos de Irán y los iraníes. Por ello, decimos una vez más a los gobiernos de Europa: ¡No alimenten al cocodrilo!
El exjefe de la inteligencia alemana reveló que el régimen iraní había estado detrás de múltiples operaciones terroristas, posterior a la firma del JCPOA. Pero funcionarios europeos guardaron silencio, porque no querían poner en riesgo este acuerdo nuclear con Irán.
Pues bien, señores, se ha perdido el JCPOA, y en su lugar, tienen que lidiar con el terrorismo del régimen iraní, mientras éste se encuentra más cerca de la bomba atómica. ¿Cuánto tiempo más quieren que este monstruo del terrorismo y el fundamentalismo juegue con ustedes?
¿Qué tipo de política es ésta? Sus víctimas son ciudadanos de occidente en Irán. Y por supuesto, las principales víctimas siempre han sido el pueblo iraní y su resistencia.
Mi juramento al pueblo iraní
Aquí, queridos compatriotas, permitidme exponer por primera vez mis sentimientos, sobre las conspiraciones que el régimen ha realizado, y seguirá realizando contra mí. Deseo decir algunas palabras desde mi corazón, sobre la rabiosa retórica del régimen.
Desde el día en que me uní a las filas de la resistencia, en la época del Shah, he estado dispuesta a sacrificar mi vida por la libertad.
Algunos años después, cuando Jomeini fusiló a jovencitas y jóvenes adolescentes, algunos de los cuales trabajaban conmigo, mi corazón se compadeció por ellos, y lamenté no haber estado en su lugar.
Este sentimiento se ha repetido en mí cientos de veces, incluso cuando escuchaba que mis hermanas estaban siendo ejecutadas o masacradas en las prisiones de Gohardasht, Evin, o en otras cárceles por todo Irán.
Las envidiaba, y todavía lo hago, por su sacrificio. Este es el sentimiento común de todos los muyahidines del pueblo, cuando perdemos a los mejores y más brillantes.
Los mulás llevan años haciendo planes para eliminarme. En todo momento, en diversos lugares, París, Alemania, Villepinte, Albania, y otros tantos casos que han sido hechos públicos o no.
Por tanto, a los patrocinadores de estos planes, Jamenei y sus cómplices les digo que, desde las ejecuciones masivas de los años ochenta, hasta la masacre de 1988, pasando por las de Ashraf y Liberty, han visto y experimentado que, matar y destruir a los Muyahidines del Pueblo, es inútil.
Esta generación ha venido para sacrificar todo, por la libertad de su gente. Igualmente, yo soy una de todos ellos.
Yo desearía que, sacrificando mi vida, la muerte de mis compatriotas pudiere ser detenida.
Pero la tiránica sed de sangre, es insaciable.
Mi juramento al pueblo iraní, así como mi compromiso con Massoud Rajavi, es derrocar al inhumano régimen de los mulás, hasta mi último aliento, y mi última gota de sangre.
Por eso le digo a Jamenei, el líder supremo de los mulás que, si cree que con estos complots puede detenernos, está muy equivocado.
Avivaremos la llama de la batalla cada vez más alto.
Y debo decir unas últimas palabras para el heroico pueblo de Irán:
¿Qué debería poner a tus pies para que me merezcan?
Porque no podría decir que mi cabeza y mi vida son lo suficientemente dignas.
Ayer escuché y vi los mensajes de audio y vídeo de más de 5.000 unidades de la resistencia, anunciando estar listos, y declarando que, podemos y debemos derrocar a este régimen.
Espero que este vídeo pueda ser publicado lo antes posible.
La situación ha llegado a un punto en el que, ni el verdugo Raisi, ni la bomba atómica surten efecto.
Los trucos de los mulás de invocar a los espíritus de los sha caídos, ya no sirven como remedio.
El régimen de los mulás está al borde de la misma tumba en la que cayó la monarquía.
Sí, Irán será liberado y como dijo Massoud Rajavi, el líder de la resistencia iraní: “Ninguna potencia del mundo puede impedir el levantamiento y la victoria del pueblo iraní”.
¡La victoria es suya!
Free Iran 2022: En un momento de crisis, la resistencia iraní volverá a esbozar cambios en su política
Este sábado y domingo, el Consejo Nacional de la Resistencia de Irán celebrará, como lo hace cada año, su "Cumbre por un Irán libre", para debatir las perspectivas de cambio de régimen y promover políticas más asertivas, buscando hacer frente al régimen iraní en la escena mundial. El evento se transmitirá en directo a una audiencia mundial de decenas de miles de personas, contará con discursos de activistas iraníes y de una amplia gama de partidarios políticos de la coalición. Llega en un momento en el que se están agudizando diversos conflictos entre Teherán y sus adversarios extranjeros, por lo que está bien posicionado para poner de manifiesto los fracasos de las políticas preexistentes en Estados Unidos y Europa.
El régimen iraní vive un malestar casi constante desde finales de 2017. Ese diciembre marcó el estallido sistemático de las protestas por el estado de la economía, que fueron adquiriendo un tono más político que incluía demandas explícitas de cambio de régimen, y de "muerte al dictador". A mediados de enero de 2018, el levantamiento resultante abarcaba más de 100 ciudades y pueblos, por lo que el líder supremo del régimen, Alí Jamenei, se vio obligado a reconocer el protagonismo de la Organización de Muyahidines del Pueblo de Irán (PMOI/MEK).
Desde entonces, las "Unidades de Resistencia" del MEK han ampliado repetidamente sus estrategias contra el régimen y su propaganda, al tiempo que han animado al pueblo iraní a seguir levantándose. En febrero, uno de estos colectivos de acción directa prendió fuego a una estatua recién inaugurada de Qassem Soleimani, el jefe de la Fuerza Quds del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica, quien fuera eliminado dos años antes. El desafío inmediato a los esfuerzos de Teherán por promover su legado, supuso una nueva escalada en los esfuerzos que desde hace tiempo se realizan, para destruir las imágenes que apoyan las pretensiones de poder y apoyo interno del régimen.
En los meses que siguieron a la inmolación de la estatua, activistas vinculados al MEK, se hicieron con el control de las señales de emisión de los medios de comunicación estatales, de las páginas web de los ministerios y de otros sistemas, lo que les permitió difundir su mensaje de condena contra la dictadura teocrática, y de petición por un futuro democrático para el país.
El lunes, un funcionario iraní declaró públicamente que el régimen iraní ya tiene la capacidad de construir un arma nuclear, aunque también repitió que no pretende hacerlo. La próxima cumbre pondrá sin duda de relieve lo insensato que es creer en la palabra del régimen iraní en estas cuestiones, o en cualquier otra. El acontecimiento se produce también en un momento en el cual, el gobierno belga está meditando la decisión de promulgar un tratado con Irán que permitiría a los ciudadanos de cualquiera de los dos países, regresar a su país si han sido condenados a prisión en el otro. El tratado pretende sin duda, facilitar un canje de prisioneros que implique el regreso a Irán de Assadollah Assadi, un terrorista iraní, quien fuera detenido en 2018 mientras operaba bajo la apariencia de un diplomático.
Es de suponer que el tratado se está ofreciendo a los posibles partidarios, como un medio para asegurar la libertad de uno o más ciudadanos europeos, mientras se sigue exigiendo la rendición de cuentas por los crímenes probados. Pero sería el colmo de la ingenuidad, esperar a que el régimen iraní siga aplicando la bien merecida condena de 20 años de Assadi, después de que éste regrese a casa. De hecho, el tratado en cuestión incluye un texto que permite a cualquiera de los firmantes, conmutar la condena de un preso trasladado de acuerdo con "sus leyes y su constitución". Teherán ha señalado en repetidas ocasiones que liberará a Assadi a la primera oportunidad, ya que considera que su estatus diplomático le da derecho a una inmunidad total.
Se trata de una afirmación audaz en cualquier circunstancia, pero especialmente a la luz de la gravedad de los cargos imputados a Assadi. Su detención, el 1° de julio de 2018, se produjo un día después de que dos agentes a su servicio fueran sorprendidos intentando transportar 500 gramos del alto explosivo TATP, a través de la frontera entre Bélgica y Francia. Assadi les había proporcionado personalmente esos explosivos con un detonador, y les había ordenado que hicieran estallar la bomba cerca del escenario en el que la señora Rajavi iba a hablar durante la Cumbre del Irán Libre de ese año, celebrada a las afueras de París.
Afortunadamente, este complot terrorista fue frustrado, pero tenía el potencial de ser el peor atentado jamás cometido en suelo europeo, y reveló que Assadi había desarrollado contactos con docenas de otros agentes que abarcaban gran parte de la Europa continental. Tras el atentado, muchos políticos criticaron comprensiblemente a los responsables políticos occidentales, por no haber exigido una mayor responsabilidad, especialmente tras la confirmación del tribunal belga de que Assadi había actuado siguiendo órdenes de algunos de los más altos cargos del régimen clerical.
Esta miopía no es más que otra consecuencia de la tendencia occidental preexistente hacia el apaciguamiento del régimen iraní. La Cumbre por un Irán Libre proporcionará una ventana a esta y otras consecuencias, así como una vía para comenzar a revertirlas. También dará al pueblo iraní un crédito muy merecido, por comenzar ese proceso por sí mismo, y por continuar su lucha en pro del cambio de régimen y la transición democrática, incluso frente a una represión abrumadora, como los tiroteos masivos que mataron a 1.500 manifestantes pacíficos durante un levantamiento, en noviembre de 2019.
Esa represión ha fracasado y sigue fracasando. Pero para que Irán supere la línea de meta, debe ser posible ejercer presión sobre el régimen de los mulás, tanto desde dentro como desde fuera del país. Los incentivos para que el pueblo iraní actúe siempre han sido obvios, y los incentivos para la comunidad internacional también deberían haber sido obvios desde hace tiempo. Pero ahora esos incentivos deberían ser positivamente imposibles de ignorar, ante la persistente obstrucción de Irán a las negociaciones nucleares, su afirmación de una inminente "fuga" nuclear, su compromiso con la toma de rehenes y el terrorismo extranjero, así como sus exigencias de impunidad en estos y otros asuntos.
El apaciguamiento ha fracasado, por lo que ya es hora de que la política de Irán cambie. El enfoque adecuado para ese cambio, se esbozará en detalle este fin de semana, y cualquiera que tenga interés en la democracia o en el bienestar del pueblo iraní, debería pagar para escuchar lo que los oradores de la cumbre de este fin de semana tienen que decir.