La revolución iraní de 1979: Antes y ahora

By Amigos españoles de Irán libre - febrero 09, 2024

 

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El 11 de febrero de 2024, se cumple el 45.º aniversario de la Revolución iraní, un momento crucial en la historia de la nación, el cual alteró fundamentalmente su panorama político. El derrocamiento de la monarquía del Sha en 1979 por un levantamiento popular, representó la culminación de décadas de descontento y resistencia contra el régimen opresivo.

La dictadura del Shah, caracterizada por la represión, la censura y las tácticas brutales contra la disidencia, había sido durante mucho tiempo una fuente de ira entre el pueblo iraní. El golpe de 1953 contra el Primer Ministro Mohammad Mossadegh, orquestado por potencias extranjeras y ejecutado a través de matones del Sha, avivó aún más las llamas de la oposición. El reinado de la policía secreta del Sha, SAVAK, marcado por el encarcelamiento, la tortura y la represión de la disidencia política, sólo sirvió para profundizar el resentimiento albergado por la población iraní.

La revolución de 1979 no fue un acontecimiento espontáneo, sino el resultado de años de lucha liderada por varios grupos políticos, incluida la Organización Fadayan y la Organización Muyahidín del Pueblo de Irán (PMOI/MEK). Sin embargo, a pesar de sus esfuerzos, el MEK enfrentó arrestos, torturas y encarcelamiento. Este vacío de liderazgo permitió al ayatolá Jomeini, secuestrar la revolución y establecer el gobierno absoluto del Faqih, iniciando una nueva era de autoritarismo religioso.

El posterior establecimiento del régimen teocrático, bajo el liderazgo de Jomeini marcó un cambio en el panorama político del país. Aun así, no logró las reformas democráticas que muchos esperaban. En cambio, el nuevo régimen perpetuó la represión, la censura y los abusos contra los derechos humanos, tanto en el país como en el extranjero. La exportación de terrorismo y belicismo, se convirtieron en pilares estratégicos de la política exterior del régimen, sirviendo como una distracción de sus fracasos internos.

A pesar de enfrentar una represión brutal, el MEK surgió como la principal fuerza de oposición contra el régimen, obteniendo el apoyo de diversos segmentos de la sociedad iraní. A través de la organización y el activismo de base, el MEK expuso la verdadera naturaleza del régimen de los mulás, y movilizó una resistencia generalizada contra su régimen opresivo.

El establecimiento del Consejo Nacional de Resistencia de Irán (CNRI), una coalición de grupos de oposición, incluido el MEK, proporcionó una plataforma unificada, para que el pueblo iraní desafiara al régimen y abogara por un cambio democrático. El rechazo del NCRI tanto a la monarquía del Sha, como a la teocracia de los mulás, simbolizó un compromiso con la libertad, la democracia y los derechos humanos.

A lo largo de los años, el régimen ha empleado diversas tácticas para mantener su control del poder, incluidas la propaganda, la represión y la manipulación de conflictos internos y externos. Sin embargo, el pueblo iraní ha seguido resistiendo, rechazando falsas promesas de reforma y exigiendo un cambio democrático genuino.

En el levantamiento de 2017, el pueblo rechazó la noción engañosa de los reformistas dentro del régimen con su lema “El fin del juego reformista y fundamentalista”, y en 2022, el pueblo de Irán rechazó los restos del Sha con el lema “Muerte al opresor; ya sea el Sha o el líder (Jamenei)”.

Los levantamientos recientes, incluidos los de 2017 a 2022, han puesto de relieve la profundidad del descontento popular y la resistencia del movimiento de oposición. Las Unidades de Resistencia del MEK, han desempeñado un papel fundamental en la organización y el mantenimiento de estas protestas. Frente a la represión y la tiranía, el pueblo iraní ha demostrado un coraje y una resiliencia inquebrantables, enfrentándose a un régimen, el cual, les niega sus derechos más fundamentales.

Los levantamientos precipitaron una profunda crisis dentro del régimen, lo que llevó a su desestabilización. Ante una crisis de derrocamiento, el régimen recurrió a su estrategia típica: generar una crisis significativa en la región, para desviar la atención de la agitación interna. Persiguiendo este objetivo, el régimen fomentó el conflicto en el Medio Oriente y engendró la desestabilización regional, a través de sus grupos apoderados.

Esta situación subrayó inequívocamente que la perspectiva de derrocar al régimen clerical e iniciar otra revolución por parte del pueblo iraní, no sólo liberaría a Irán y establecería la democracia, sino que también mitigaría la propensión del régimen a la exportación de terrorismo y belicismo, fomentando así la paz y la estabilidad en la región. En esencia, la paz y la estabilidad regionales dependen del derrocamiento del régimen clerical.

"Nuestros mejores aliados y socios para una estrategia eficaz que contrarreste el papel destructivo del régimen en Oriente Medio, son el pueblo iraní y su movimiento de resistencia organizado, liderado por la señora Rajavi", dijo Lord Alton durante una conferencia en la Cámara de los Comunes en enero. El 31 de octubre de 2024. Añadió: “Su Plan de Diez Puntos, su especie de decálogo para la región, son cosas cruciales sobre el futuro de Irán. Proporcionan una hoja de ruta hacia un régimen democrático. Ofrece una solución iraní, clara y duradera a las amenazas del régimen, no una solución diseñada por Estados Unidos, el Reino Unido o la Unión Europea, está diseñada por el pueblo iraní, para el futuro de Irán”.

Lord Alton también enfatizó el consenso internacional sobre la amenaza del régimen, así como la importancia de apoyar la alternativa democrática del pueblo iraní. Subrayó el derecho del pueblo iraní a rebelarse contra la represión y la tiranía, un derecho consagrado en la Declaración Universal de Derechos Humanos.

En un debate reciente en la Cámara de los Comunes, el miembro del Parlamento británico, Bob Blackman, enfatizó en los principios humanitarios de oponerse al régimen iraní, afirmando que apoyar al pueblo iraní, y reconocer la legitimidad de su oposición, es esencial para lograr un Irán libre y democrático.

De manera similar, el miembro del Parlamento, Martyn Day, destacó el uso extensivo de la represión por parte del régimen, para silenciar la disidencia y perseguir a los activistas políticos, en particular aquellos que abogan por el cambio democrático. A pesar de enfrentar una represión brutal, la resistencia organizada, en particular la Organización Muyahidín del Pueblo de Irán (MEK), sigue decidida a establecer una república libre, democrática y secular.

Las mujeres líderes dentro del movimiento de resistencia han desempeñado un papel crucial en el avance de la causa de la libertad en Irán. La baronesa Eaton enfatizó la necesidad de apoyar a las mujeres y jóvenes iraníes en su lucha contra el opresivo Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (CGRI), y sus demandas de una república democrática.

La diputada Anna Firth, elogió a las Unidades de Resistencia del MEK, por sus incansables esfuerzos para desafiar la autoridad del régimen, e inspirar esperanza en un futuro mejor. Destacó la importancia de la solidaridad internacional para apoyar las luchas legítimas del pueblo iraní.

Los sentimientos expresados por los legisladores británicos, tienen eco en sus homólogos franceses. Cécile Rilhac, miembro del Parlamento francés, condenó el papel destructivo del régimen en la región, y enfatizó el derecho del pueblo iraní a resistir la opresión. Subrayó la importancia de apoyar a las Unidades de Resistencia del MEK en su lucha contra el IRGC.

El ex primer ministro belga Guy Verhofstadt, pidió el reconocimiento occidental del derecho legítimo del pueblo iraní a resistir al régimen. Destacó la necesidad de apoyar la alternativa democrática al régimen de los mulás, y citó el Plan de Diez Puntos de Maryam Rajavi, como una posible hoja de ruta para el futuro de Irán.

El miembro del Parlamento francés, André Chassaigne, enfatizó la importancia histórica de la resistencia del pueblo iraní, comparándola con luchas pasadas contra la tiranía. Destacó la obligación moral de solidarizarse con la Resistencia iraní, haciéndose eco de los sentimientos de sus colegas legisladores.

Mientras Irán conmemora el 45º aniversario de la revolución, se encuentra en una encrucijada. Las políticas opresivas del régimen han alimentado el descontento y la resistencia, mientras que sus intentos de exportar las crisis al extranjero, sólo lo han aislado aún más en el escenario mundial. El pueblo iraní, liderado por la resistencia organizada del MEK, sigue decidido a derrocar al régimen y establecer una república democrática basada en la libertad, la justicia y la igualdad.

La lucha del pueblo iraní por la libertad, no es solo una lucha por sus propios derechos, sino también un rayo de esperanza para los pueblos de la región. Mientras la comunidad internacional respalda su causa, el derecho del pueblo iraní a resistir la tiranía debe ser reconocido, y apoyado en todo momento.El 11 de febrero de 2024, se cumple el 45.º aniversario de la Revolución iraní, un momento crucial en la historia de la nación, el cual alteró fundamentalmente su panorama político. El derrocamiento de la monarquía del Sha en 1979 por un levantamiento popular, representó la culminación de décadas de descontento y resistencia contra el régimen opresivo.

La dictadura del Shah, caracterizada por la represión, la censura y las tácticas brutales contra la disidencia, había sido durante mucho tiempo una fuente de ira entre el pueblo iraní. El golpe de 1953 contra el Primer Ministro Mohammad Mossadegh, orquestado por potencias extranjeras y ejecutado a través de matones del Sha, avivó aún más las llamas de la oposición. El reinado de la policía secreta del Sha, SAVAK, marcado por el encarcelamiento, la tortura y la represión de la disidencia política, sólo sirvió para profundizar el resentimiento albergado por la población iraní.

La revolución de 1979 no fue un acontecimiento espontáneo, sino el resultado de años de lucha liderada por varios grupos políticos, incluida la Organización Fadayan y la Organización Muyahidín del Pueblo de Irán (PMOI/MEK). Sin embargo, a pesar de sus esfuerzos, el MEK enfrentó arrestos, torturas y encarcelamiento. Este vacío de liderazgo permitió al ayatolá Jomeini, secuestrar la revolución y establecer el gobierno absoluto del Faqih, iniciando una nueva era de autoritarismo religioso.

El posterior establecimiento del régimen teocrático, bajo el liderazgo de Jomeini marcó un cambio en el panorama político del país. Aun así, no logró las reformas democráticas que muchos esperaban. En cambio, el nuevo régimen perpetuó la represión, la censura y los abusos contra los derechos humanos, tanto en el país como en el extranjero. La exportación de terrorismo y belicismo, se convirtieron en pilares estratégicos de la política exterior del régimen, sirviendo como una distracción de sus fracasos internos.

A pesar de enfrentar una represión brutal, el MEK surgió como la principal fuerza de oposición contra el régimen, obteniendo el apoyo de diversos segmentos de la sociedad iraní. A través de la organización y el activismo de base, el MEK expuso la verdadera naturaleza del régimen de los mulás, y movilizó una resistencia generalizada contra su régimen opresivo.

El establecimiento del Consejo Nacional de Resistencia de Irán (CNRI), una coalición de grupos de oposición, incluido el MEK, proporcionó una plataforma unificada, para que el pueblo iraní desafiara al régimen y abogara por un cambio democrático. El rechazo del NCRI tanto a la monarquía del Sha, como a la teocracia de los mulás, simbolizó un compromiso con la libertad, la democracia y los derechos humanos.

A lo largo de los años, el régimen ha empleado diversas tácticas para mantener su control del poder, incluidas la propaganda, la represión y la manipulación de conflictos internos y externos. Sin embargo, el pueblo iraní ha seguido resistiendo, rechazando falsas promesas de reforma y exigiendo un cambio democrático genuino.

En el levantamiento de 2017, el pueblo rechazó la noción engañosa de los reformistas dentro del régimen con su lema “El fin del juego reformista y fundamentalista”, y en 2022, el pueblo de Irán rechazó los restos del Sha con el lema “Muerte al opresor; ya sea el Sha o el líder (Jamenei)”.

Los levantamientos recientes, incluidos los de 2017 a 2022, han puesto de relieve la profundidad del descontento popular y la resistencia del movimiento de oposición. Las Unidades de Resistencia del MEK, han desempeñado un papel fundamental en la organización y el mantenimiento de estas protestas. Frente a la represión y la tiranía, el pueblo iraní ha demostrado un coraje y una resiliencia inquebrantables, enfrentándose a un régimen, el cual, les niega sus derechos más fundamentales.

Los levantamientos precipitaron una profunda crisis dentro del régimen, lo que llevó a su desestabilización. Ante una crisis de derrocamiento, el régimen recurrió a su estrategia típica: generar una crisis significativa en la región, para desviar la atención de la agitación interna. Persiguiendo este objetivo, el régimen fomentó el conflicto en el Medio Oriente y engendró la desestabilización regional, a través de sus grupos apoderados.

Esta situación subrayó inequívocamente que la perspectiva de derrocar al régimen clerical e iniciar otra revolución por parte del pueblo iraní, no sólo liberaría a Irán y establecería la democracia, sino que también mitigaría la propensión del régimen a la exportación de terrorismo y belicismo, fomentando así la paz y la estabilidad en la región. En esencia, la paz y la estabilidad regionales dependen del derrocamiento del régimen clerical.

"Nuestros mejores aliados y socios para una estrategia eficaz que contrarreste el papel destructivo del régimen en Oriente Medio, son el pueblo iraní y su movimiento de resistencia organizado, liderado por la señora Rajavi", dijo Lord Alton durante una conferencia en la Cámara de los Comunes en enero. El 31 de octubre de 2024. Añadió: “Su Plan de Diez Puntos, su especie de decálogo para la región, son cosas cruciales sobre el futuro de Irán. Proporcionan una hoja de ruta hacia un régimen democrático. Ofrece una solución iraní, clara y duradera a las amenazas del régimen, no una solución diseñada por Estados Unidos, el Reino Unido o la Unión Europea, está diseñada por el pueblo iraní, para el futuro de Irán”.

Lord Alton también enfatizó el consenso internacional sobre la amenaza del régimen, así como la importancia de apoyar la alternativa democrática del pueblo iraní. Subrayó el derecho del pueblo iraní a rebelarse contra la represión y la tiranía, un derecho consagrado en la Declaración Universal de Derechos Humanos.

En un debate reciente en la Cámara de los Comunes, el miembro del Parlamento británico, Bob Blackman, enfatizó en los principios humanitarios de oponerse al régimen iraní, afirmando que apoyar al pueblo iraní, y reconocer la legitimidad de su oposición, es esencial para lograr un Irán libre y democrático.

De manera similar, el miembro del Parlamento, Martyn Day, destacó el uso extensivo de la represión por parte del régimen, para silenciar la disidencia y perseguir a los activistas políticos, en particular aquellos que abogan por el cambio democrático. A pesar de enfrentar una represión brutal, la resistencia organizada, en particular la Organización Muyahidín del Pueblo de Irán (MEK), sigue decidida a establecer una república libre, democrática y secular.

Las mujeres líderes dentro del movimiento de resistencia han desempeñado un papel crucial en el avance de la causa de la libertad en Irán. La baronesa Eaton enfatizó la necesidad de apoyar a las mujeres y jóvenes iraníes en su lucha contra el opresivo Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (CGRI), y sus demandas de una república democrática.




La diputada Anna Firth, elogió a las Unidades de Resistencia del MEK, por sus incansables esfuerzos para desafiar la autoridad del régimen, e inspirar esperanza en un futuro mejor. Destacó la importancia de la solidaridad internacional para apoyar las luchas legítimas del pueblo iraní.

Los sentimientos expresados por los legisladores británicos, tienen eco en sus homólogos franceses. Cécile Rilhac, miembro del Parlamento francés, condenó el papel destructivo del régimen en la región, y enfatizó el derecho del pueblo iraní a resistir la opresión. Subrayó la importancia de apoyar a las Unidades de Resistencia del MEK en su lucha contra el IRGC.

El ex primer ministro belga Guy Verhofstadt, pidió el reconocimiento occidental del derecho legítimo del pueblo iraní a resistir al régimen. Destacó la necesidad de apoyar la alternativa democrática al régimen de los mulás, y citó el Plan de Diez Puntos de Maryam Rajavi, como una posible hoja de ruta para el futuro de Irán.

El miembro del Parlamento francés, André Chassaigne, enfatizó la importancia histórica de la resistencia del pueblo iraní, comparándola con luchas pasadas contra la tiranía. Destacó la obligación moral de solidarizarse con la Resistencia iraní, haciéndose eco de los sentimientos de sus colegas legisladores.

Mientras Irán conmemora el 45º aniversario de la revolución, se encuentra en una encrucijada. Las políticas opresivas del régimen han alimentado el descontento y la resistencia, mientras que sus intentos de exportar las crisis al extranjero, sólo lo han aislado aún más en el escenario mundial. El pueblo iraní, liderado por la resistencia organizada del MEK, sigue decidido a derrocar al régimen y establecer una república democrática basada en la libertad, la justicia y la igualdad.

La lucha del pueblo iraní por la libertad, no es solo una lucha por sus propios derechos, sino también un rayo de esperanza para los pueblos de la región. Mientras la comunidad internacional respalda su causa, el derecho del pueblo iraní a resistir la tiranía debe ser reconocido, y apoyado en todo momento.

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