Maryam Rajavi: La participación activa e igualitaria de la mujer en el liderazgo político es condición sine qua non de la democracia

En vísperas del Día Internacional de la Mujer, hacemos llegar nuestro más cálido saludo a las mujeres que han defendido la causa de la igualdad, que han allanado desinteresadamente el camino a otras y han anunciado una nueva era.

A la luz de esta lucha, de este sufrimiento y de la experiencia de cuatro décadas de lucha contra la tiranía religiosa, me enorgullece estar hoy aquí para subrayar que:

- Las mujeres son la fuerza del cambio.

- La participación activa e igualitaria de las mujeres en el liderazgo político es la condición sine qua non de la democracia.

- La emancipación de las mujeres es la condición para la emancipación de los hombres, y son las mujeres en la vanguardia las que pondrán fin a la dictadura religiosa.

En el mundo actual, en las mayores guerras y crisis humanitarias, desde el conflicto de Oriente Próximo hasta el de Ucrania, son como siempre las mujeres y los niños inocentes las primeras víctimas.

Ahora está más claro que nunca que el régimen iraní es la cabeza de la serpiente y el origen de todo el malestar, la incitación a la guerra y el derramamiento de sangre en Irán y Oriente Próximo.

La solución final es derrocar la tiranía religiosa y fundamentalista de Irán. Las mujeres de la PMOI y otras luchadoras iraníes desempeñan un papel decisivo en la consecución de este objetivo.

La igualdad, el gran reto de nuestro tiempo

Queridos amigos,

Aunque la cuestión de la igualdad entre mujeres y hombres está aparentemente aceptada por muchos y consagrada en las leyes de la mayoría de los países, sigue siendo el reto fundamental de nuestro tiempo. ¿Cómo conseguirlo?

La experiencia de nuestra resistencia es que la lucha contra la dictadura y el extremismo islamista en el poder en Irán y la lucha por la igualdad no son dos batallas separadas.

Porque es imposible luchar contra la tiranía religiosa sin desatar la extraordinaria energía de las mujeres y los hombres de vanguardia.

Un movimiento progresista que quiera luchar contra la tiranía religiosa debe enfrentarse a la ideología oscurantista basada en el sexismo y el egocentrismo destructivo. No puede conservar rastros y elementos de ella en sus pensamientos y relaciones.

La necesidad de igualdad pasa por dejar de lado la visión retrógrada y mercantilista de la mujer. En su lugar, hay que establecer una cultura y unas relaciones en las que la mujer no dependa de los demás y no sea propiedad de nadie. Es un ser independiente con opciones libres que puede tomar las riendas de su propio destino y conducir el mundo actual hacia uno mejor.

A obligación y la coacción se oponen al espíritu del Islam

Queridos amigos,

En 1979, con el secuestro de la revolución popular iraní, surgió una fuerza milenaria en cuanto a cultura e ideología y se hizo con el poder. Una fuerza que considera a las mujeres seres de segunda clase.

Y el actual líder de este movimiento, Alí Jamenei, ha declarado en varias ocasiones que no ve otro papel para la mujer que el de cuidar del hogar y tener hijos.

La cuestión ahora es por qué, en las últimas décadas del siglo XX, el régimen que llegó al poder mediante el secuestro de la revolución puso la represión de las fuerzas amantes de la libertad, y de las mujeres en particular, en lo más alto de su agenda.

¿Se debió simplemente a la naturaleza retrógrada de los nuevos gobernantes, o hubo otro factor en juego?

De hecho, con el derrocamiento de la tiranía del sha, las mujeres emergieron como una fuerza enérgica y motivada, portadoras de las reivindicaciones emancipadoras más progresistas. En consecuencia, la represión ordinaria no tuvo fuerza para contenerlas.

En consecuencia, al abusar del Islam y distorsionarlo, Jomeini proporcionó un pretexto religioso para la represión e instauró una tiranía al amparo de la religión.

Sabía muy bien que, para asfixiar a la sociedad, primero había que encadenar a las mujeres.

Así que él y su régimen eliminaron todos los derechos de las mujeres, incluido uno de los más básicos, el derecho a elegir su ropa. Y alegaron que esto estaba en consonancia con los preceptos del Islam.

Sin embargo, la obligación de llevar velo y todas las demás obligaciones y limitaciones son contrarias al espíritu liberador del Islam, y el plan de separar religión y Estado forma parte de los planes del Consejo Nacional de Resistencia de Irán para el Irán del mañana.

Las mujeres, principales víctimas del régimen de los mulás

En los últimos meses, los mulás han aprobado en su parlamento una nueva ley titulada "castidad e hiyab".

Se trata de un programa de organización social y de seguridad para imponer la represión, dirigido especialmente a las mujeres.

Al mismo tiempo, se han extendido las amenazas de imponer el velo obligatorio en las vías públicas, en las unidades productivas y administrativas y en los centros educativos.

La presión y el acoso contra las presas políticas se han duplicado, pero estas mujeres aumentan cada día su resistencia. Sí, el enemigo encarcela a las insurgentes, pero está convirtiendo la prisión en un campo de batalla.

De hecho, los mulás están tomando las medidas más descabelladas para impedir que las mujeres entren en el campo de lucha y reanuden los levantamientos.

¡Mirad esta sociedad rota! Más de 27 millones de mujeres iraníes en edad de trabajar están inactivas.

La participación económica de las mujeres y su cuota en el mercado laboral están entre las más bajas de cualquier país del mundo.

Las primeras víctimas del saqueo despiadado llevado a cabo por los mulás, las primeras víctimas de esta economía hecha jirones y las primeras víctimas del desempleo y de la falta de vivienda son las mujeres oprimidas de todo Irán.

Desde aquí, digo a mis hermanas de la insurgencia iraní, en particular a la joven generación de vanguardia: la salvación de los millones de mujeres iraníes encadenadas por la opresión, la pobreza y la explotación está en vuestras manos. ¡Levantaos! Levantaos y llenad todo Irán y el mundo con este grito:

¡No al velo obligatorio, no a la religión obligatoria, no al gobierno obligatorio! ¡La dictadura religiosa puede y debe ser derrocada!

Digo a Jamenei y a los mulás que las cadenas de la desigualdad y la opresión contra las mujeres iraníes, así como las cadenas de la superstición y las restricciones religiosas, ya no se mantendrán.

El tiempo de la opresión, la represión y el desprecio hacia las mujeres está llegando a su fin. Y será derrocado por estas mismas mujeres libres y emancipadas.

Llegará el día en que nadie será cuestionado por su vestimenta o su vida personal o sus convicciones religiosas y políticas, y ninguna mujer será ejecutada, ninguna mujer será azotada y ninguna mujer será encadenada.

Se oye el sonido de cadenas que se rompen. Es la voz de la revolución.

Es el fin del viejo orden y el comienzo de un nuevo orden basado en la libertad, la democracia y la igualdad.

El plan de 12 puntos para los derechos y libertades de la mujer, presentado por la Resistencia iraní, garantiza los derechos de la mujer en el Irán libre del mañana.

Más de cuatro décadas de lucha

Queridos amigos,

Tras la revolución antimonárquica, las mujeres insurgentes, organizadas principalmente en las filas de las fuerzas progresistas y de los Muyahidines del Pueblo, la PMOI, se lanzaron al campo de batalla contra la fuerza reaccionaria más formidable de la historia de Irán.

Decenas de miles de ellos fueron torturados o ejecutados por los mulás gobernantes. Las fotos que ves aquí son de algunas de estas mujeres que estuvieron en la vanguardia de la lucha contra los regímenes del Sha y los mulás.

Saludemos a estas heroínas, Azam Rouhi-Ahangaran, Marzieh Oskouï, Fatemeh Amini y Ashraf Rajavi, Homeyra Eshraq, Soraya Abolfathi, Zahra Rajabi, Zohreh Qaemi, Sabah, Assieh, Neda, Mahsa (Gina) y Yalda, Hananeh y Aïda.

Dije que decenas de miles de mujeres habían sido torturadas o ejecutadas por el régimen de los mulás.

¡Recuerden esa cifra! Esta cifra anuncia el comienzo de una nueva era en el mundo contemporáneo, particularmente en Irán.

Veamos las características de esta era.

Se caracteriza por la aparición de una fuerza en la escena política iraní, una fuerza con capacidad para derrotar a la tiranía religiosa.

Y ha adquirido esta capacidad y habilidad poniéndose a prueba en la cárcel y bajo tortura, y sobre todo en los campos de batalla político, militar e ideológico.

En los primeros años del régimen de Jomeini, las chicas de la PMOI y otras mujeres activistas formaron una sólida barrera contra él. Al día siguiente del 20 de junio de 1981, Jomeini ejecutó a 12 jóvenes del PMOI simplemente por el delito de haber participado en la gran manifestación del día anterior. La mayoría de ellas eran menores de 18 años, pero ni siquiera revelaron sus nombres al enemigo antes de ser ejecutadas.

Jomeini cometió innumerables crímenes contra las mujeres y utilizó terribles torturas contra ellas, desde jaulas y ataúdes hasta "unidades residenciales".

Durante la masacre de presos políticos de 1988, la mayoría de las mujeres miembros y simpatizantes de la PMOI y muchas otras activistas fueron ahorcadas.

Para las mujeres del movimiento de resistencia, este colosal balance fue una fuente de motivación para seguir adelante y asumir nuevas responsabilidades.

Durante las tres últimas décadas, las mujeres han ocupado los más altos puestos de mando en la Organización Muyahidín del Pueblo de Irán (PMOI) y en el Ejército de Liberación Nacional Iraní. Durante este periodo, ocho de ellas asumieron las responsabilidades de Secretaria General de la PMOI, y la difunta Ozra Alavi-Taleghani, miembro de la PMOI, fue Subcomandante del Ejército de Liberación Nacional Iraní.

Durante la Batalla de la Luz Eterna, en julio de 1988, su moral y espíritu de lucha atemorizaron tanto al enemigo que 35 años después aún se les recuerda con temor.

Durante los 14 años de perseverancia en la ciudad de Ashraf y el campo Liberty en Irak, fueron la fuerza decisiva que dirigió la batalla.

Y el 56% de los miembros del Consejo Nacional de Resistencia de Irán son mujeres.

Y durante muchos años, en el consejo central de la PMOI, en las unidades de resistencia y en la primera línea de los levantamientos en Irán, se les ha confiado la misión de derrocar la dictadura religiosa.

Durante los levantamientos de 2018 y 2019 y el levantamiento nacional de 2022, que comenzó con la injusta muerte de Gina Amini y continuó con el derramamiento de la sangre de 750 mártires en solo unos meses, mujeres valientes estuvieron al frente del levantamiento y mostraron al mundo su lugar en esta lucha.

El liderazgo de las mujeres, un reto para los mulás

Queridos amigos,

Estos días, los mulás están juzgando en rebeldía a 104 miembros y dirigentes de la PMOI y de la Resistencia en un juicio de alto nivel en Teherán. Se les acusa de luchar para derrocar al régimen.

Otro de los principales delitos del movimiento, declarado oficialmente por el fiscal de los mulás, es haber aceptado el liderazgo de las mujeres.

Tienen razón, el liderazgo de las mujeres desafía la existencia misma del régimen.

Ciertamente, estos simulacros de juicios y calumnias se han repetido en otras formas con la producción de miles de películas y series de televisión, libros y artículos por parte de diversas instituciones del régimen.

Desde hace años, el siniestro Ministerio de Inteligencia y la fuerza terrorista Qods (rama extraterritorial de los pasdaran) movilizan un gigantesco arsenal de demonización contra la Resistencia iraní.

Sus esfuerzos, siempre vanos, se dirigen contra la estructura del movimiento, contra el líder de la resistencia y contra las relaciones emancipadas, sanas e irreprochables entre las mujeres y los hombres de este movimiento.

Es una reacción de desesperación la que están mostrando porque la posición de las mujeres en esta resistencia es una verdadera fuerza de atracción en la sociedad.

Los mulás y sus acólitos, que ostentan el récord mundial de ejecuciones, sobre todo de mujeres, quieren hacer pasar los sacrificios de estas resistentes por crueldad y falta de afecto.

Mientras que, en la resistencia iraní, pero también en los movimientos de liberación o en las guerras de resistencia contra los ocupantes, y en la batalla actual del pueblo ucraniano, el sacrificio de las mujeres que lo dejan todo, incluidos sus hijos, para estar en el campo de batalla es digno de admiración.

Cuando los mulás llenan sus tribunales, prisiones y medios de comunicación de insultos contra las mujeres de la Resistencia, significa que el énfasis de la Resistencia en la igualdad de mujeres y hombres ha ganado la partida.

Y esto significa que la perspectiva anunciada por esta Resistencia, a saber, que es posible derrocar este régimen gracias al papel de las mujeres que se han levantado, se hará realidad.

Debo repetir que lo que ha allanado el camino para el progreso de las mujeres y los hombres de la PMOI en medio de obstáculos duros y peligrosos es la creencia monoteísta de los fundadores de la PMOI y el liderazgo de este movimiento por Massoud [Rajavi] con su pensamiento anti-opresión, que ha dirigido la resistencia por un camino liberador durante cinco décadas.

Un camino iluminado

Mis queridas hermanas,

La amplia participación de las mujeres en la lucha por el cambio de régimen no es un proceso aleatorio y espontáneo. Hemos visto el apoyo y la historia de las mujeres iraníes al frente de los levantamientos.

El Consejo Central de la PMOI, formado por un millar de mujeres de vanguardia, es un modelo de sacrificio y lucha para las mujeres de Irán, en particular en las unidades de resistencia. Sí, estas mujeres de la PMOI que lo dejaron todo, incluidos sus hogares y familias.

En una lucha continua y liberadora, las mujeres de la PMOI se han rebelado contra la cultura nacida del sexismo y el egocentrismo, y representan una nueva revolución.

Veamos con qué linternas han alumbrado en la práctica y en la reflexión este oscuro camino...

Su experiencia puede resumirse con el lema "podemos y debemos". Fueron capaces de dejar a un lado la incredulidad, esa fuerza inhibidora, para adquirir una nueva confianza en sí mismas.

En la oscuridad de la misoginia, los celos, la exclusión y la competencia negativa, hicieron del sacrificio y la devoción a sus hermanas su principio rector.

Dejaron de lado los valores del mundo arcaico, como dar importancia a la apariencia, la juventud y la vejez, que devoraban su energía. En lugar de decir "quiero ser así", dicen "puedo ser así".

Son pioneros en la aceptación de grandes responsabilidades y modelos de gestión colectiva que rechazan la prepotencia, el "yo primero" y el "sólo para mí". Sin embargo, siguen a la vanguardia en cuanto a sacrificio y sentido de la responsabilidad.

Han desarrollado la capacidad de escuchar a los demás, que es la clave de unas relaciones avanzadas y una notable facultad humana.

Han aprendido que las diferencias de opinión, los métodos distintos y las críticas diferentes no son causa de pérdida de energía, sino fuente de fuerza y progreso.

En lugar de quedarse atrapados en sus propias debilidades y en las de los demás, trabajan para suplir las deficiencias de los demás y avanzar con energía extra en las relaciones cercanas.

Han aprendido a asumir riesgos ante los problemas, por grandes o pequeños que sean, y a no ceder a las luchas de poder. Sí, abren vías cerradas combinando sus talentos.

Hoy, las mujeres y los hombres de la OMPI han transformado las formas y los métodos de lucha contra las ideologías del sexismo y el egocentrismo en elaboradas teorías, y las experimentan en su práctica diaria y en diversos cursos de formación. En esta lucha, han logrado erradicar estos obstáculos históricos.

Su lema es que la opresión y la desigualdad no son un destino para la eternidad, y que podemos y debemos cambiar este nefasto destino.

Así que no son sólo mil personas. Junto con las muchachas insurgentes y las unidades de resistencia de todo Irán y los simpatizantes de la resistencia de todo el mundo, forman una procesión interminable en el camino hacia la libertad y la emancipación.

La hegemonía de las mujeres, un fenómeno liberador

Queridos amigos

Ahora llegamos al reto más difícil: la hegemonía de la mujer.

La pregunta es: ¿no se trata de un cambio prematuro? ¿No deberíamos aplazar este cambio a las próximas décadas, a un momento en que las sociedades actuales hayan alcanzado niveles superiores de evolución social?

Nuestra respuesta es que romper el hechizo de la desigualdad no es posible sin un salto cuántico. Este salto es la hegemonía de las mujeres, tanto más necesaria por nuestra lucha contra la tiranía misógina, y su participación activa e igualitaria en el liderazgo político y en otros ámbitos de responsabilidad.

Pero, ¿qué significa esta hegemonía de las mujeres? ¿Es compartir el poder de los hombres? De nuevo, no, es una evolución liberadora.

El liderazgo de las mujeres no consiste sólo en acceder a puestos directivos o en tener una parte del poder de los hombres. Se trata de cambiar la naturaleza de ese poder.

Como ha dicho Massoud [Rajavi, líder de la Resistencia iraní]: "Se trata de una nueva creación que tiene en cuenta la unidad y la totalidad humanas. Es una revuelta contra una cultura basada en la explotación de las mujeres, que las trata como objetos de comercio, para esclavizar tanto a las mujeres como a los hombres".

Estas relaciones, basadas en la desigualdad entre mujeres y hombres, y este sistema que margina a las mujeres, dan lugar a una búsqueda interminable de poder, tiranía y monopolio, decisiones arbitrarias, despilfarro de los recursos del país, corrupción y opresión.

La solución a esta crisis generalizada reside en el liderazgo de las mujeres, un nuevo y glorioso desarrollo que transformará el mundo.

 Dejar de lado la ideología patriarcal

Queridos amigos,

Cuando queremos implantar la igualdad de forma arraigada, nos hacemos esta pregunta: ¿este cambio significa dejar de lado a los hombres?

No. Las soluciones encaminadas a sustituir a los hombres por mujeres no conducirán a la emancipación de la mujer.

El nuevo mensaje que aporta nuestra Resistencia es que no es un intercambio de poder lo que se necesita para avanzar en la causa de la igualdad, sino cambiar la ideología patriarcal.

Es más, la experiencia de nuestro movimiento ha demostrado que cuando los hombres aceptan el liderazgo de las mujeres, las relaciones entre ellos cambian para convertirse en fraternales y altruistas.

Sí, en un mundo de emancipación y libertad, el progreso de los hombres y el de las mujeres no son opuestos, son necesarios y complementarios.

Los hombres de este movimiento tienen este mensaje para los hombres de Irán: igualdad, fraternidad y emancipación.

Estoy convencido

Queridos amigos,

Cambiar la situación actual y poner fin a la oscuridad y a la violencia de esta época, que se ha cebado sobre todo con las mujeres, depende sobre todo de nuestra fe y de nuestra convicción, que permitirán lograrlo.

Estoy convencida de que un mundo nuevo puede y debe construirse sobre la base de la libertad y la igualdad.

Estoy convencida de que el camino hacia la igualdad estará allanado por el levantamiento de las mujeres y los hombres contra las visiones reaccionarias y mercantilistas.

Estoy convencida de que un día, la visión de la mujer como objeto de comercio se convertirá en un pasado vergonzoso de la humanidad y cada mujer será considerada como una persona con libre elección, dueña de toda su existencia.

Estoy convencida de que la participación igualitaria de la mujer en las esferas política y económica garantiza la libertad y la democracia, la seguridad, la justicia y el progreso.

Creo que la derrota del fundamentalismo y de la tiranía religiosa en el poder en Irán es posible gracias a estos pioneros iraníes, mujeres y hombres, luchadores y emancipados.

Y las mujeres son la fuerza capaz de cambiar el destino de la época actual.

La experiencia más gloriosa de mi vida es ver la lucha de las mujeres y los hombres de este movimiento por liberarse y establecer entre ellos relaciones libres de discriminación y desigualdad.

Sobre la fuerza de tal experiencia, es con aún más fe y esperanza que digo hoy que el amanecer de la libertad y la primavera de la democracia y la igualdad en Irán con la revolución democrática del pueblo iraní son inevitables.

¡Viva la libertad!

¡Vivan las mujeres!